FABA DE LOURENZÁ

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Puede que organizar toda una ruta turística en torno a una alubia suene exagerado a algunos desconfiados. Pero eso es porque ninguno de ellos conoce las bondades de las “Phaseoulus vulgaris L”, unas deliciosas judías secas con Denominación de Origen cuya calidad las sitúa por encima de la media de otras alubias. Si a esto unimos los paisajes de A Mariña, es decir, la costa de Lugo, una ruta de muchos quilates.

Estas fabes han permitido el desarrollo a su alrededor de toda una cultura culinaria gracias a su escasa proporción de piel, gran capacidad de absorción de agua y la excepcional textura de su pulpa. La “faba galaica” es un manjar que se beneficia de un sistema de cultivo tradicional, la recogida manual y de las especiales condiciones climatológicas y de la tierra de este lugar.

Y la ruta que se propone en torno a ellas nos ofrece profundizar en la cultura, arte, gastronomía y modo de vida tradicional de la Mariña Lucense. Lourenzá, o Lorenzana, es el principal municipio y el que le da nombre a este evento cultural y culinario, por mucho que englobe más localidades de este territorio costero lucense que engloba municipios como Alfoz, Mondoñedo, Cervo, Ribadeo, O Vicedo, Viveiro, Xove…

En lo que respecta a Lourenzá, y por no salirnos de la mitología de la alubia, encontramos en Centro de Interpretación de la Faba, un lugar consagrado a este producto de la tierra en la que se nos relata su historia, cualidades, método de cultivo, y se nos permite por tanto inferir todo el modo de vida organizado en torno a ella en medio de una atmósfera adecuada. Visitas organizadas y un horario accesible nos facilitan la labor.

Este pequeño municipio de unos 2.500 habitantes tiene un monasterio, el de San Salvador, declarado bien de interés cultural, y también acoge el Castillo de Tovar, dotado de la misma calificación desde mediados de los noventa. Esta última es una edificación del siglo XII de marcado carácter defensivo, bien restaurada y perfectamente acondicionada para las visitas.

El monasterio de San Salvador es la otra gran visita que nos pide la localidad. Fue fundado en el siglo X por Osorio Gutiérrez, conde Santo y primo del fundador del monasterio de Celanova, y tiene una fachada barroca diseñada por Casas Novoa. Este lugar tan anclado en la cultura gallega fue heredado por sus hijos, Lorenzo y Ana (Lorenzana) que dieron nombre al lugar por para los siglos que vendrían. Hoy su interior, dominado por los retablos de Ventura Rodríguez, acoge un museo de Arte Sacro.

Desde tiempos inmemoriales en Lourenzá saben cómo cocinar las fabes. Estaos ante un producto de la tierra que se refuerza con los del mar, como por ejemplo las almejas, el bogavante… El secreto es siempre poner las alubias en remojo un día antes y, después, a la olla bien cubiertas de agua fría añadiendo aceite y ajo, sal, laurel…

Después se añade el bogavante bien troceado y cocinado, o las almejas lavadas y escurridas (que también han descansado la noche anterior en agua fría con sal) que previamente han sido abiertas en la olla con vino blanco.

Rías Altas Barreiros 27790 Barreiros, Lugo. Es un buen lugar para probarlas. Incluso podemos hacer noche en sus habitaciones. Tlf. 982 12 44 96. Después de un día de playa en Foz, porque eso no tiene estación ambién podemos parar en el Restaurante Xoiña y tomarnos una fabas antes de encarar algunos de sus pescados. Nunca fallas. Estrada Corredoira, 5, 27780 Foz, Lugo.Tlf. 982 14 09 44

Y claro no puede faltar una opción en Ribadeo. Y los clásicos son los clásicos. En el restaurante San Miguel siempre hay una buena cazuela para los días de frio. Puerto Deportivo Puerto de Porcillán, 27700 Ribadeo, Lugo. restaurantesanmiguel.org. Tlf. 982 1 2 97 17 .

Esa opción se puede complementar con el menú del Fogar do Marinero. Peirao Porcillán, 1, 27700 Ribadeo, Lugo. Tlf: 982 12 00 42. http://www.fogardomarineiro.com/

Las habas de Lourenzá casan bien con muchos productos gallegos. Es uno de los platos de cuchara más interesantes y da lugar a múltiples recetas. Es casi imposible encasillarlas, como también olvidar el sabor con caldo de verduras y rodaballo o pulpo. El proceso, en todo caso, comienza siempre por poner las alubias a remojo doce horas antes como mínimo para garantizar su excelente ternura.

La cooperativa Terras da Mariña ha tenido mucho que ver en la promoción y conocimiento de este pequeño gran universo gallego en torno a la alubia.

Otras localidades interesantes de la Mariña muy apegadas también a la alubia son Mondoñedo, ubicada además en pleno peregrinaje al estar en Camino del Norte. Su catedral acoge un interesante museo y la posibilidad de hacer muchas rutas de senderismo por la verde y frondosa naturaleza gallega (por ejemplo, la ruta del Agua, en torno al río Valiñadares) o la de la Fraga Vella, entre otras.

Pasear por la playas de Foz, disfrutar de su comercio y de los numerosos miradores que tiene esta población es casi una obligación. Sin estación, sin problemas para ver correr la nubes por un horizonte que huele a mar.

En Ribadeo también han apostado por el turismo rural sostenible y el buen gusto gastronómico. Lo que más nos llama la atención, sin embargo, es su espléndida y mítica playa de las Catedrales, considerada Monumento Natural y un verdadero espectáculo para la vista gracias a sus arcos de piedra enmarcando el paisaje marino. Su casco histórico nos ofrece la oportunidad de perdernos en el pueblo y, quizá, elegir restaurante para degustar otro plato de fabes.

La amurallada Vivero es otro enclave perfecto para un fin de semana. Aquí destacan sus fiestas de Semana Santa, su iglesia de Santa María do Campo y un casco antiguo igualmente destacable. Atención a la gruta de Lourdes junto a la Iglesia y la playa de Covas, al fondo de la ría, caracterizada por unas rocas denominadas Os Castelos dominando el paisaje. Desde Monte Faro podemos divisar el vecino municipio de Xove, otra interesante parada en nuestra ruta por la marina lucense.

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