Navarra, el mundo de los placeres tranquilos con el Mercedes CLA-200

La atracción de la historia es tan fuerte que nos lleva hasta las grandes poblaciones de Navarra. Hacia el sur, por esas tierras que llaman la Ribera, el paisaje se vuelve salvaje.

Un mundo austero, con mucha luz y largas sombras otoñales. La agricultura nos lleva a ver estos campos como si fueran jardines virtuales. Un mundo que tiene en el agua su gran patrimonio y donde se cumple una vez más, aquello de que donde hay agua, hay riqueza.

Tafalla es uno de esos pueblos que se sienten orgullosos de su pasado. Sus restos de la Muralla ayudan a entender mejor su urbanismo. La plazuela de los Auroros, la Casa de los Mencos, o el Barrio Alto, que todo el mundo conoce como la Peña, animan a dejar el coche y callejear por sus callejuelas en busca de algún rincón donde probar el clarete de la tierra.

Sin embargo, el cuerpo pide llegar a Olite para pasar la noche. Desde lejos, la aguja de San Pedro nos sirve de referente. De cerca, el Castillo obliga a una parada para contemplar el entorno. Aunque dicen que la economía no permite iluminar el castillo de noche, el atardecer es magnífico.

Merece la pena dormir en un edificio emblemático. Parador de Olite. Pz. Teobaldos, 2. Olite. Tlf: 948 740 000. Ocupa el antiguo palacio – castillo de Olite. Es todo un privilegio poder hospedarse en este Parador ya que todo rezuma un aire medieval difícil de igualar.

La habitación que recomendamos es la de Agnes de Cleves la que fuera esposa del Príncipe de Viana y está situada en uno de los vértices del palacio. No tiene desperdicio tanto por su decoración como por su original arquitectura.

Todo en Olite respira historia. En un simple paseo se contemplan muchas casonas con escudos de armas y blasones, como la residencia del Marqués de Rada, la de los Marqueses de Feria o las de los Ochoa de Zabalegui, entre otras. Hay conventos, como el gótico de Santa Clara, o el de San Francisco, iglesias góticas, como la de Santa Maria o la de San Pedro, de origen románico, unas curiosas galerías subterráneas de época medieval y por supuesto el propio castillo palacio, con unos tejados cónicos muy representativos. Todo es tan bonito que impresiona.

Visita el Centro de Exposición de la Viña y el Vino en Navarra. Tlf: 948 741 273. Situado en el centro de la localidad de Olite en un edificio del siglo XVII, nos muestra la evolución histórica del vino en Navarra. Consultar horarios de invierno. También en Olite visita el Palacio Real. Tlf: 948 740 035. La corte de los reyes de Navarra no defrauda a nadie. No perderos las vistas que se tienen desde sus caprichosas torres.

Estamos en la zona de las fortalezas navarras. Los pueblos aparecen orgullosos sobre las distintas colinas. Primero llegamos a Artajona y luego a Rada el Viejo. Y por supuesto no podemos perdernos Ujué, tierra de bodegas y buenos vinos, famosa también por sus almendras garrapiñadas y por otro conjunto monumental de recio sabor medieval.

Cultivos de cereal, entremezclados con los campos de viñedos convierten el paisaje en un damero gigante. Pueblos como San Martín de Unx, Lerga, Sada o Aibar sirven como referente. Da gusto parar en cualquier pueblo sin preocuparnos del nombre: silenciosos, austeros y orgullosos de su pasado.

Las pequeñas carreteras comarcales son una delicia para una conducción tranquila. La carretera que nos lleva desde Ujué hasta San Martín de Unx o de Sangüesa a Carcastillo son perfectas para disfrutar de nuestro coche. Las carreteras por lo general son estrechas pero con buen firme y están perfectamente señalizadas. No hay que olvidar que estamos en tierra de regadío y la aparición de maquinaria agrícola es frecuente por lo que recomendamos precaución.

Junto al río Aragón, está emplazada una de las muchas iglesias dedicadas a Santa María que se encuentran a lo largo del Camino. La de Sangüesa, tiene gran fama por ser una obra cumbre del románico. La restauración llevada a cabo en el siglo XX le devolvió todo su esplendor.

Ahora, la zona de moda son Las Bárdenas Reales. Lo que era un lugar casi maldito, sólo transitado por los rebaños de ovejas que aprovechaban la pobre vegetación de la zona, es ahora un lugar de referencia para los amantes de la naturaleza extrema. Nos encontramos ante uno de los lugares más atractivos para los amantes de la geología, con formas naturales que tienen mucho de arte de vanguardia. Además es el lugar perfecto para fantásticas rutas en bicicleta de montaña o rutas ecuestres. Una naturaleza tan sencilla como llamativa. Los desiertos están de moda!

La primavera está a la vuelta de la esquina, todavía hay muchos días fríos. Las Bárdenas Reales nos reciben con temperaturas un tanto extremas por lo que recomendamos ir preparados para la ocasión. El otoño es la mejor época para realizar actividades outdoor en la zona.

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