Aunque seamos muy modernos, el campo es nuestra fuente de alimentación. Agricultura y ganadería son los sectores menos vistosos del tejido empresarial, pero al mismo tiempo son los que generan más emociones. El hecho de que algunas fincas se hayan convertido en factorías gourmets siempre se debe agradecer.

Dehesa Los Llanos

Cerca de Albacete encontramos esta finca concebida como experiencia gastronómica y natural completa. Su excelente queso manchego de oveja de pura raza, elaborado con ejemplares de la propia finca, es el gran foco de atracción, pero también elaboran otros alimentos típicos gracias a su profusa fauna típica (perdices, avutardas, codornices…), pero también aceite de oliva y sus reputados vinos Mazacruz, vitales ambos para redondear la propuesta.

Empecemos por sus quesos. Bajo la etiqueta Queso Curado D.O. Manchego Dehesa de los Llanos se encuentra un producto único. Pertenece a un linaje familiar de quesos que son reconocidos y premiados mundialmente. Este queso manchego curado es elaborado con leche cruda perteneciente a ovejas manchegas criadas en las tierras de la finca. Su cuidado entorno, así como el riguroso control y excelente alimentación de las ovejas garantiza que este queso curado goce de la mayor calidad. Tradición e innovación unidas en un solo producto.

Una visita a la finca es una lección de ganadería y sentido común. La materia prima con la que se elabora ese fabuloso queso conserva fermentos naturales que le dotan de una personalidad única. La corteza es completamente natural y ha sido tratada con aceite de oliva, también de la finca y su tiempo de curación es como mínimo de 6 meses.

Ganador de varias medallas de oro y plata en certámenes mundiales con gran prestigio en el sector, como el World Cheese Awards, gracias a su equilibrado sabor y características de alta calidad. Un queso manchego artesanal que no puede faltar en la mesa de cualquier buen amante del queso.

Además, sus miles de hectáreas dan para muchas variedades de uva, este Tempranillo hasta Merlot, Sauvignon Blanc, Verdejo… La Dehesa de los Llanos es un lugar con historia, ligada a la desamortización de Mendizábal y el marquesado de Salamanca, aunque más tarde pasó por diversas manos. Por suerte ahora la productividad con calidad es otra de sus etiquetas.

El grupo Mazacruz ha conseguido respetar este amplio bagaje histórico y combinarlo con los últimos y más eficientes y eficaces recursos tecnológicos para que la Dehesa Los Llanos siga conservando todo ese ADN puramente manchego.

Prado Rey Finca La Ventosilla

El Ribera de Duero es todo un arte, y en la finca Prado Rey lo dominan excepcionalmente. Estamos en una finca con historia, ya que desde 1503 llevan depurando su técnica, legado e instalaciones. Nada menos que tres mil hectáreas adquiridas por Isabel La Católica consagradas a la elaboración de un vino con Denominación de Origen igualmente tradicional, cuidado hasta el extremo. Elaborado en tinajas de barro centenarias y fermentado con levaduras autóctonas, da la impresión de conservar todo el sabor de su tierra.

Una impresión que se prolonga también en su posada Pradorey, un alojamiento rural donde destaca el estilo arquitectónico y decorativo herreriano (fue usada como palacete de caza del rey Felipe III) y el entorno natural único proporcionado por la finca más grande (520 hectáreas de viñedo y otras 900 de bosque de encima, chopos y diferentes cultivos, además de zonas ganaderas) del norte de España, el Real Sitio de la Ventosilla. Las vacas y las ovejas son también los productos de referencia de esta explotación agrícola que entiende de la agricultura de un modo moderno.

Habitat Cigüeña Negra

En Valverde del Fresno (Cáceres) encontramos esta finca mágica que incluye un hotel rural y una oferta gastronómica y de ocio de relumbrón. Respecto al hotel, dispone de 12 habitaciones con baño turco y un restaurante consagrado a la producción alimentaria de la granja. Sus jamones ibéricos y embutidos, y su excelente aceite de oliva con aval de Cigüeña Negra, son la puerta de embarque a una experiencia gastronómica completa. Si a esto unimos unas carnes de primera, la experiencia es única.

La finca es famosa no solo por su capacidad de regalar ratos de desconexión total sino por su memorable aceituna verde. Aquí se cultiva con todo el cuidado y amor posible la manzanilla cacereña autóctona, una variedad exquisita para cuya extracción se usan los mejores y más modernos métodos de ingeniería combinados con el más puro y cabal respeto a la naturaleza. El resultado es un producto galardonado con todo tipo de premios, sostenible y ecológico además de sumamente saludable.