BODEGAS DE RUEDA EN SEGOVIA

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La calidad no sabe de fronteras. De todos los pueblos que se encuentran en los territorios de los vinos de D.O. Rueda, 17 marcan su ayuntamiento con el logo de la Diputación de Segovia. Es un Rueda a la segoviana, sin envidias de Valladolid, pero mirando a sus pueblos con un carácter muy personal. La denominación apuesta por la creatividad y la calidad, para estimular el enoturismo. Es una bonita forma de dar vida al paisaje.

Nieva es una buena opción para comenzar la ruta. Las Bodegas Blanco Nieva, ubicadas en la localidad de Nieva, llevan desde 1989 haciendo de la calidad su estandarte. Pero aparte de elaborar buenos vinos con Denominación de Origen Rueda, ofrecen una serie de interesantes actividades que se inscriben por derecho propio como lo más interesante que el enoturismo puede proporcionar en Castilla y León.

Disponen de 57 hectáreas de verdejo y (unas 50) Sauvignon que dan para una diversa variedad de productos elaborados con mimo, equilibrando lo último en tecnología con el conocimiento almacenado de décadas de trabajo manual, pero a su vez con una visión muy internacional del enoturismo. En su sala de catas y comedor podremos disfrutar con más tranquilidad y en el mejor ambiente del producto que nos proponen en Blanco Nieva.

En ese entramado mágico de pueblos y campos de cereal, encontramos también nombres de referencia. Santiuste de San Juan Bautista es un lugar que debe mucho de su prestigio al trabajo de las Bodegas Avelino Vegas.

Las bodegas de la familia Vegas llevan décadas, desde 1950, consagradas en poner valor a su tierra y sus vinos. Su manera de entender la viticultura es una actividad que respetan y comprenden. Las particularidades del suelo calizo y arenoso producen un vino con personalidad muy especial. Los Vegas, a través del conocimiento adquirido de tres generaciones, saben implementar respetando la sostenibilidad del paisaje.

Si a esto unimos una visita a las bodegas Ossian en Nieva, la excursión por el Rueda Segoviano puede ser perfecta.

El viejo sueño de Jose María Aragoneses, el patriarca de la saga, quien siempre quiso tener un vino de su provincia segoviana y que, de hecho, lleva preocupándose muchos años por recuperar y preservar la tradición vitivinícola de esta comarca. La bodega es una joya enclavada en el municipio de Nieva, con cepas que en algunos casos con más de dos siglos de vida. Toda una joya a preservar un patrimonio natural sin parangón. El terreno arenoso característico de muchos suelos al sur del Duero en las provincias de Segovia y Valladolid ejerció de frontera natural ante el avance de la plaga más dañina para el viñedo: la filoxera. Por eso, su filosofía de viñedo. La búsqueda de un verdejo mineral, untuoso, con un potencial de expresión único, transparente… Potenciando la singularidad. Para destacar ese tesoro en forma de viña, respetamos al máximo la materia prima y su procedencia.

Para acabar la ruta siempre nos podemos acercar hasta Codorniz, pueblo situado en la campiña segoviana, conocido por sus bodegas soterradas privadas. Localidad tranquila y silenciosa, ideal para un fin de semana de desconexión absoluta, dispone de unas bodegas escavadas a mano en la piedra de arenisca a las que se accede a través de un túnel tras atravesar un cañón y que desciende a ocho metros de profundidad hasta llegar a la propia bodega, donde el vino se almacena en cubas o tinajas. Muchas de ellas están interconectadas a través de los túneles, por lo que un mismo acceso puede permitirnos visitar varias bodegas.

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