Con la nieve en los talones: rutas de invierno en raquetas de nieve
Los antiguos exploradores ya usaban raquetas de nieve para acceder a lugares a los que nadie había sido capaz de llegar antes que ellos. Así conseguían desplazarse por territorios que de otra manera quedaban vedados a los humanos. Y algo de esa sensación de reto y aventura queda todavía en el senderismo con raquetas de nieve, un deporte que cada año cuenta con más adeptos.
Se trata de una forma original de adentrarse en bosques, pistas forestales, caminos de pasto y cumbres nevadas, accediendo a paisajes majestuosos. Todo un espectáculo para la vista del que pueden disfrutar grandes y pequeños. Precisamente ese es otro de los atractivos del senderismo con raquetas de nieve: que es apto para todos los públicos y no requiere experiencia previa, salvo que se escoja una ruta de alta dificultad.
El sonido del viento y de las propias pisadas en la nieve acompaña como música de fondo a los senderistas que encontrarán en esta actividad una experiencia diferente. Tras la jornada recorriendo la travesía elegida se puede aprovechar para conocer los recursos culturales y gastronómicos de la zona completando un viaje perfecto.
Pradollano. Granada
Además de ser la estación de mayor altitud de España y la más meridional de Europa, Sierra Nevada es famosa entre los esquiadores y snowboarders por su buen ambiente, sus amplias pistas y la cantidad de días de sol de los que disfruta a lo largo del año. Sin embargo, los esquís y la tabla no son las únicas formas de conocer las montañas de Pradollano. Junto a la estación hay una estupenda ruta a través de la que es posible adentrarse en los bosques y senderos de la zona siempre que se disponga de unas buenas raquetas. Se pueden alquilar y contratar los servicios de un
guía en varias empresas de Granada.
Una vez finalizada la travesía, el descanso en casas rurales como las que ofrecen Casa Diamán es un regalo del que disfrutar a cuerpo de rey. Ubicadas en Güéjar Sierra, en pleno Parque Nacional de Sierra Nevada, cuentan con jardín, terraza, piscina, barbacoa y vistas al valle del Genil. Todo un obsequio para los sentidos.
La Molina. Gerona
Con varios circuitos señalizados para caminar por rutas de distinta longitud, La Molina es un escenario perfecto para cualquier nivel: principiantes, aficionados que ya han probado el senderismo sobre raquetas de nieve y expertos que buscan niveles mayores de dificultad. Una oportunidad única para disfrutar de los valles nevados de La Cerdaña, en Girona, y aprovechar para desconectar absolutamente de todo.
Otro de los atractivos de La Molina es que resulta un auténtico placer perderse por los pueblos de la comarca de La Cerdaña una vez terminada la excursión. Por ejemplo, en Urús, una pequeña localidad de menos de 200 habitantes con una preciosa iglesia románica, la de San Clemente, que merece una visita.
Allí espera al viajero Cal Pedrals, un acogedor caserío de principios del siglo XIX dividido en dos alojamientos donde empaparse de la cultura de la Baja Cerdaña.
Valle del Roncal. Navarra
Hay pocos entornos nevados que impresionen tanto como los del navarro Valle del Roncal, lleno de contrastes. Con el río Eska como enlace de un paisaje espectacular del que forman parte pastos de alta montaña, pueblos y bosques, es el lugar perfecto para seguir rutas balizadas teniendo de fondo un horizonte de postal en el que irán adquiriendo afición tanto niños como adultos.
Una vez allí hay que darse un paseo ya sobre el asfalto de los pueblos del valle, una ruta de alta montaña con personalidad propia. Entre ellos se encuentra Isaba, el más septentrional del valle, con calles empedradas que llevan a la iglesia de San Cipriano o a la Casa de la Memoria, un museo que da cuenta de las costumbres y tradiciones roncalesas.
En Isaba se encuentra Casa Txapatera, una casa rural con tres plantas, cada una de seis plazas, que se pueden alquilar por separado. Un buen punto de partida para explorar la zona.
La Pinilla. Segovia
Otra buena opción, sobre todo para los que salgan de la capital y no quieran desplazarse demasiado, es explorar la Sierra de Guadarrama partiendo de La Pinilla por una ruta que, en días despejados, ofrece unas vistas estupendas del Ocejón, Peñalara, Gredos e incluso las cumbres del Moncayo.
La llaman la ruta del Pico del Lobo, y muy cerca, en Riofrío de Riaza, se encuentran dos alojamientos rurales que han tomado su nombre. El Mirador del Pico del Lobo son
dos casas adosadas que se pueden alquilar juntas o por separado, con capacidad de hasta 20 personas en total. Desde ellas hay unas magníficas vistas al hayedo de La Pedrosa y la estación de La Pinilla. El lugar perfecto para acondicionarse antes de la excursión.
Urbión. Soria
El Pico de Urbión, que divide las cuencas del Ebro y el Duero, cuenta con unos espectaculares bosques, perfectos para practicar senderismo sobre raquetas de nieve. Abrirse camino por el Valle de Revinuesa hasta alcanzar la Laguna Larga y la Laguna Negra o subir el Puerto de Santa Inés para llegar a la Peña Negra son algunas de las opciones que ofrece este escenario de película que encantará a los amantes de los paisajes de postal.
Para alojarse hay bastantes buenas opciones en los alrededores. Quienes busquen relax y desconexión total encontrarán un pequeño oasis en el Hotel Rural Santa Inés, en pleno corazón de la Sierra de Urbión, junto al plácido embalse de la Cuerda del Pozo. Cuenta con todas las comodidades en un entorno de cuento perfecto para el descanso.
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