UN MAZDA CX-60 PARA EL TOLEDO RURAL
Los tiempos cambian muy deprisa. Los pueblos Manchegos se reinterpretan y evolucionan a toda velocidad. Los tópicos de D. Quijote y Dulcinea se transforman en joyas arquitectónicas que apuestan por el diseño y tradición. Lo mismo sucede con el nuevo Mazda CX60. Almodovar, Sancho o el Tio Camuñas tienen un viaje por sus pueblos y escenarios.
Conocer el pueblo del tio Camuñas es fácil. Poner en el navegador Camuñas y estamos en la ruta. Francisco Sánchez Fernández (Camuñas, 11 de septiembre de 1762 – Belmonte, 13 de noviembre de 1811), más conocido como Tío Camuñas o Francisquete, fue uno de los más famosos guerrilleros de La Mancha durante la Guerra de la Independencia Española.
En su pueblo natal de Camuñas es un ídolo recordado generación tras generación y conmemorado el primer fin de semana de agosto desde el año 2008 por motivo del bicentenario de la Guerra Napoleónica. Da nombre a una calle del municipio «Calle de Francisquete». En la plaza del ayuntamiento, glorieta del soriano, se alza un busto en bronce que representa su imagen realizada por el ceramista y escultor Gregorio Peño. En el Ayuntamiento, se conserva un cuadro que fue pintado por Lucio Sahagún Torija tomando como modelo a uno de los descendientes del famoso guerrillero.
Toledo sorprende por su variedad en toda la provincia. Si queremos agua la carretera nos lleva hacia el Embalse de Guajaraz, que con las últimas lluvias, ofrece una maravillosa imagen. En la orilla, vemos fácilmente patos, garzas reales y una abundante población de cormoranes, que secan sus alas al sol. Incluso una pequeña “cuadrilla” de buitres vigila las zonas de encinas y los miembros rezagados de un pequeño rebaño de ovejas.
Vamos a salir a través de un mar de olivos, que por algo el aceite de Argés tiene mucha tradición en la zona. Esta vez el camino nos va a llevar hacia el sur, camino de los Montes de Toledo. Seguimos por CM-4013 dirección Cuerva para posteriormente coger la CM-410 que nos llevará hasta nuestro siguiente destino, Sonseca. Muchas cosas podemos decir de Sonseca, pero si por algo es conocida, es por su mazapán.
Los fines de semana la carrera y los caminos son un paraíso para los ciclistas. Buen firme, carreteras con continuos desniveles y una temperatura que invita a madrugar para tomar una migas en alguna de las ventas cercanas.
Los amantes de la cultura llegarán hasta Orgaz, pueblo que debe gran parte de su fama a un cuadro, pero que también merece una visita. Dicen que era la antigua Barnices, de la que escribía Ptolomeo en la Carpetania, y por allí pasaron nobles, tropas y huestes en tiempos de la reconquista.
Su colección de personajes ilustres es casi más larga que sus numerosos monumentos. El castillo, la iglesia de Santo Tomas, el puente de los Cinco Ojos y su Plaza Mayor, compiten con doña Jimena, la mujer del Cid, o con Churriguera y una larga lista de frailes, obispos y monjes que asombra a todo aquel que investiga un poco sobre la historia de esta población.
Pocos kilómetros más allá aparece Los Yébenes. Este pueblo es un buen ejemplo del Toledo de caza y monte. Fincas maravillosas donde se refugia la alta sociedad madrileña, en cuyo interior se guarda un patrimonio natural que queda lejos de la mirada de muchos por las vallas que delimitan esas fincas privadas. Un patrimonio Natural que tiene su máxima expresión en el Parque Nacional de Cabañeros y en pueblos como Horcajo de los Montes que a pesar del daño urbanístico que ha sufrido, guarda el corazón de esa mancha montañosa, salvaje en primavera y brillante en otoño… De regreso a Toledo, siempre podremos parar en Las Ventas con Peña Aguilera. El tiempo suele ser nuestra condena.
La próxima vez para en Tembleque, con apenas 2.000 habitantes, es sin embargo una de las localidades más relevantes de Toledo. A apenas una hora de la capital de España podemos encontrar este precioso pueblo toledano dotado de buenos servicios para acoger turistas y un bonito casco histórico marcado por su Plaza Mayor con soportales y corredores -así era usada como plaza de toros – y construcciones de piedra tan pintorescas como la ermita de Veracruz, la iglesia de la Asunción o el Palacio de las Torres, de estilo barroco y planta cuadrada, perfectamente conservado. Pero la gran joya está al otro lado de la autovía. Los elementos más característicos de la localidad: sus molinos, dos réplicas perfectas erigidas cerca del pueblo sobre una colina y visibles en la distancia.
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