Pocos pueblos pueden presumir de ser una Maravilla Rural. Es el título que en 2019 ganó el pueblo de Cehegín, en la Región de Murcia, y que lo cercioró como uno de los pueblos más bonitos de España. 

Aunque si por algo en especial se relaciona a Cehegín con maravillas es precisamente por su patrona, la Virgen de las Maravillas. Por ello, este rincón de la comarca del Noroeste es, sin duda, el pueblo de las maravillas, una opción ideal para pasar un fin de semana y descubrir todo lo que tiene que ofrecer: historia, cultura, naturaleza, gastronomía, etc. No hay nada que se le resista a Cehegín y a continuación te lo demostraremos.

El Casco Antiguo de Cehegín es una joya histórica declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1982. Sus calles estrechas, plazas acogedoras y casas señoriales reflejan los siglos de historia que ha vivido este pueblo. Sus calles laberínticas son un testimonio de las diferentes culturas que han pasado por la región, desde los íberos y romanos hasta los árabes y cristianos.

El principal atractivo de esta zona es la Plaza del Castillo, ubicada en el punto más alto del pueblo. Esta plaza ofrece unas vistas espectaculares del Valle del Quípar. Aunque el castillo que da nombre a la plaza ya no existe, aún se conservan las bases de algunas torres y, por supuesto, su encanto medieval. 

Además, en el Casco Antiguo, así como en el resto de Cehegín, encontrarás numerosos palacios y casas señoriales. Por ello, algunas paradas obligatorias son el Palacio de la Tercia, la Casa Jaspe, el Palacete de los Duques de Ahumada o el Palacio de los Fajardo.

Y, por supuesto, tampoco te puedes perder sus cinco iglesias, la mayoría de ellas, en esta parte vieja del municipio: la Iglesia de la Concepción, de la Soledad, del Santo Cristo y, una de las más emblemáticas de Cehegín,  la Iglesia de Santa María Magdalena, construida en el siglo XVI.

Sin embargo, el templo principal del pueblo es el Convento de San Esteban, casa de la patrona de Cehegín, la Virgen de las Maravillas. El edificio data del siglo XVI y está formado por varios edificios que albergan el monasterio, claustro, capilla e iglesia. El convento está declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional desde 1976.

A unos pocos kilómetros del centro del pueblo, se encuentra el Yacimiento de Begastri, otra visita imprescindible, especialmente para los amantes de la arqueología y la historia antigua. Se sitúa en el conocido como Cabezo Roenas y se trata de un asentamiento de orígenes íberos, posterior municipio romano, que tras la llegada de los visigodos se transformó en ciudad episcopal.

Hoy en día el yacimiento aún sigue siendo estudiado por excavaciones arqueológicas de la Universidad de Murcia. Aunque, sin duda, el hallazgo más importante que se ha encontrado en este yacimiento ha sido la Cruz Monogramática de Begastri, una de las más antiguas de España. Esta es de bronce y en sus brazos penden una alfa y una omega. Se trata de un tipo de cruces que se suelen utilizar en la consagración de iglesias y altares y suelen encontrarse en necrópolis tardoromanas de los siglos IV y V.

Por su parte, para los amantes de la naturaleza existen diferentes opciones con las que disfrutar del entorno natural de Cehegín. En primer lugar, la Vía Verde del Noroeste, una antigua línea de ferrocarril que unía los pueblos de Caravaca de la Cruz, Cehegín y Bullas. Hoy en día es una de las principales rutas para ciclistas y caminantes, pues apenas cuenta con desnivel y se trata de una superficie prácticamente llana. De hecho, la mayoría de niños del pueblo han aprendido a montar en bicicleta en esta vía verde, pues al no tener circulación de coches, es un lugar muy seguro para los más pequeños. 

Existe una vía verde en dirección a Caravaca de la Cruz y otra en dirección a Bullas. Ambas son opciones geniales para conocer el pueblo de Cehegín desde la naturaleza y para disfrutar de vistas espectaculares del paisaje ceheginero. 

No obstante, también existe otra opción: la Peña Rubia. Este se trata de un macizo con una altitud de 800 metros y que alberga una ruta muy sencilla a pie o en bicicleta y otra más complicada. Si escoges la más fácil, contarás con un sendero que te guiará a la cima y con una subida poco empinada. Aunque para los más aventureros y más acostumbrados al montañismo, también existe la opción de subir hasta la cima por la ladera del macizo, de un desnivel bastante alto y de una dificultad más alta. 

Sin embargo, sea cual sea la opción que decidas escoger, merecerá la pena gracias a las vistas de Cehegín que podrás disfrutar en lo alto de la Peña Rubia, una de las más bonitas del pueblo. 

Aunque si por algo destaca este macizo es por sus conjunto de cuevas con pinturas rupestres y yacimientos arqueológicos, conocidas como las cuevas de las Conchas, del Humo y de las Palomas. Aunque no son visitables, sí que otorgan cierto valor a este paraje natural de Cehegín. 

Aunque estas cuevas no son las únicas que permiten conocer a fondo la historia de Cehegín, pues esta localidad también alberga un Museo Arqueológico que acoge una colección  de objetos que abarcan desde la Prehistoria hasta la época medieval. El edificio se localiza en el Casco Antiguo de Cehegín, en la Plaza del Castillo, y tiene 12 salas de exposición repartidas en 3 edificios, 2 de ellos históricos.

En último lugar tenemos que hablar de algo que no es un monumento ni lugar de Cehegín, pero que forma parte de su identidad: su gastronomía. La cantidad de bares y restaurantes de este pueblo es realmente alta, todos ellos de una gran calidad.  

Como estrella principal dentro de esta red de restaurantes se sitúa El Sol, situado en plena calle Mayor del Casco Antiguo y con una larga historia entre sus paredes. A lo largo de sus 75 años han recibido varios premios y reconocimientos, el último de ellos, entrar en la Guía Repsol. Si decides hacer una parada en este restaurante, no te puedes perder sus típicas empanadillas, carne mechada, su lingote de bacalao y, por supuesto, deberás terminar con su helado de aceite de oliva.  

A parte del restaurante El Sol, también son una genial opción La Barandica, un pequeño bar en una ubicación muy peculiar del Casco Antiguo, o bar Las Moreras, bar La Parada o restaurante Lucio.