A las ciudades les gusta tener un parador: 4 paradores urbanos que fueron conventos
¿Quién dijo que las ciudades no tienen paradores? Puede que al pensar en alojarnos en un parador nos venga a la cabeza un sitio remoto y perdido en la naturaleza. Sin embargo, no tiene por qué. En las grandes ciudades también encontramos estas opciones de hospedaje, que nos permiten pernoctar en ciudades impresionantes y edificios con una larga historia entre sus muros. En especial, hoy viajamos a paradores que fueron conventos en el pasado. Puede sorprender, pero la cantidad es realmente alta. ¿Nos acompañas?
Parador de Lleida
El primer destino de esta lista es Lleida. Su parador está construido en un antiguo convento del siglo XVI, totalmente rehabilitado y adaptado a las necesidades actuales y con decoración moderna. Las habitaciones están organizadas alrededor de un claustro central de tres pisos y que da acceso a la iglesia convertida en restaurante. Además, el alojamiento ofrece gimnasio, zonas comunes y salas polivalentes para reuniones de empresa.
Lleida es una ciudad con una rica historia, y el Parador está muy bien ubicado para facilitar la visita a sus monumentos más importantes, como la Seu Vella, una impresionante catedral fortificada. Además, la región de Lleida es conocida por sus paisajes naturales y su tradición vinícola.
Parador de Cuenca
Otro convento transformado en parador es el Parador de Cuenca, Castilla-La Mancha. Este se encuentra en el antiguo Monasterio de San Pablo, fundado en el siglo XVI por la orden de San Agustín. El monasterio fue un lugar de retiro para los monjes, pero con el paso de los siglos, su función religiosa disminuyó, especialmente a partir del siglo XIX.
En 1991, el Monasterio de San Pablo fue restaurado y adaptado como parador. El edificio conserva su impresionante iglesia, el claustro y otras estructuras originales, pero también se han añadido instalaciones modernas para hacer la estancia más cómoda. El Parador de Cuenca tiene una ubicación privilegiada, ya que está en lo alto de un acantilado, con vistas espectaculares al río Huécar y al casco antiguo de la ciudad, famoso por sus «casas colgadas«. Los huéspedes pueden disfrutar de la tranquilidad del monasterio mientras exploran los tesoros arquitectónicos de Cuenca.
Parador de Granada
El Parador de Granada está situado en un entorno espectacular, dentro de la Alhambra. Este parador ocupa un antiguo monasterio construido por los Reyes Católicos sobre un antiguo palacio nazarí.
La arquitectura combina elementos renacentistas y moriscos, lo que refleja la rica historia del lugar. En su interior, destacan patios y claustros, mientras que sus habitaciones ofrecen modernas comodidades en un entorno histórico.
El Parador de Granada también es conocido por su restaurante, que sirve platos tradicionales andaluces con un toque contemporáneo, y por su proximidad a las principales atracciones turísticas de la ciudad, como el Albaicín y la catedral.
Parador de Mérida (Badajoz)
El Parador de Mérida está construido en el Convento de Jesús, construido en 1725 para satisfacer la necesidad de conventos y hospitales en una época de epidemias y guerras con Portugal.
Se localiza cerca del centro histórico de la ciudad, lo que lo convierte en una base ideal para explorar los principales monumentos de la ciudad romana, como el Teatro y Anfiteatro Romanos. La ubicación del parador permite disfrutar de la rica historia y patrimonio de Mérida, que es Patrimonio de la Humanidad desde 1993.
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