Hoteles en Gran Vía
Pasada las fiestas navideñas, la ciudad de Madrid recupera ese ambiente cotidiano que le convierte en la capital de Europa más hospitalaria y divertida. Su Gran Vía es su símbolo y sus hoteles el referente de un turismo de calidad donde la calidad no se mide por estrellas. ¡Gracias Madrid!
Hyatt Centric Gran Via Madrid ha abierto sus puertas hace unas semanas. Esta apertura supone la primera de un Hyatt Centric en España y lo convertirá en el hotel insignia de la marca Hyatt Centric en Europa. La localización del hotel permite a los huéspedes explorar las mejores opciones de la ciudad de Madrid, incluyendo el popular Parque del Retiro, el Museo del Prado, el Palacio Real y pequeñas boutiques localizadas a unos minutos del hotel.
El edificio es un símbolo de la ciudad. Situado en un edificio art-deco de 1920 de diez plantas, que integra vanguardia y pasado, pensado para el visitante que cree en la funcionalidad de la arquitectura. Por eso el hotel supone la opción perfecta para el que quiere y necesita un espacio elegante en el que recargar baterías para seguir explorando el animado centro de la ciudad.
Se han invertido un total de 30 millones de euros, en un edificio histórico propiedad de ExacorpOne. Ofrece 159 habitaciones, 16 de las cuales son suites con impresionantes vistas a Gran Vía, decoradas con piezas inspiradas en la cultura popular madrileña, tales como guitarras, el estampado de pata de gallo en las cortinas y alfombras, y la iconografía de las obras del pintor madrileño Juan Gris.
La gastronomía es un elemento esencial de la experiencia en un Hyatt Centric, como así ocurrirá en Madrid. El distintivo restaurante de Hyatt Centric Gran Vía Madrid, Hielo y Carbón, abrirá en el primer piso y mezclará cocina peruana y española en un espacio informal diáfano con vistas a la Gran Vía, con una cocina abierta, un crudo bar y una Gintonería. En la planta baja, Ondas incluirá una vermutería y una cafetería inspirada en un tradicional estudio de música. Con previsión de inaugurarse en la primavera de 2018, el bar de la azotea, Vía Fantástica, se convertirá en un lugar único para empaparse del ajetreo del centro de la ciudad mientras se disfruta de las mejores vistas de Madrid.
Es mucho más que un nombre bonito. El hotel de las letras es un referente de la Gran Vía madrileña y un lugar de encuentro antes de salir a cenar por la zona de centro. Es un inmueble está construido sobre un solar que anteriormente ocupó el Hotel de Roma. El conde Artaza adquirió el terreno del antiguo hotel, derruido durante las reformas urbanísticas que condujeron a la creación del primer tramo de la Gran Vía de Madrid a inicios del siglo XX. ​ El popular aristócrata ​ madrileño encargó al arquitecto Cesáreo Iradier la construcción de un edificio residencial en el terreno que había adquirido. Las obras se iniciaron en 1915 y finalizaron de forma oficial en 1917. Obtubieron Mención Especial en los Premios del Ayuntamiento de Madrid a los «Edificios Mejor Construidos del año 1917»
Su éxito comercial fue evidente desde un primer momento. Desde ese mismo año, múltiples firmas comerciales ocuparon los ocho espacios reservados a tal fin que había en la planta baja y el entresuelo. El resto de plantas del edificio estaban proyectados originalmente para ser viviendas. No obstante, en estos pisos acabó por afincarse un hotel, el Hotel Barazal. Se anticipó así el uso​ que se dio a partir de 2005 al inmueble: tras una remodelación responsabilidad de los arquitectos Virginia Figueras y Franco Corada en el edificio de Gran Vía 11 se estableció otro hotel, el Hotel de las Letras.
Los libros de arte hablan de “un edificio neoplateresco para revestir un volumen con fachada a tres calles y esquinas redondeadas, coronadas por torreones. El diseño aplica la habitual solución tripartita, que en este caso se acentúa por prescindir de los muros en el basamento de doble altura, ritmado casi por completo mediante parejas de esbeltos pilares de granito que señalan el hueco central del portal y los cuerpos angulares, y que alternan con delgadas columnas de fundición -ejecutadas por la empresa madrileña de Francisco Iglesias para ofrecer la máxima superficie de escaparates” Hoy es un lugar donde merece la pena parar.
El hotel Atlántico es mucho más que un edificio bonito. Presume de tener casi 100 años y fue construido una idea del Marqués de Falces , que encargó la obra al famoso arquitecto de la época Don Joaquín Saldaña, con una residencia de viviendas. Para muchos es una casa francesa, por su estilo ecléctico, más propio de París o Lyon que de la austeridad madrileña. Frios, jambas, tímpanos, balaustradas, y toda clase des de ornamentos.
Por encima de todo, el edificio se reconoce por su emblemática fachada de piedra desde el entresuelo hasta la azotea. Todo con un aire señorial y alegórico que lo convierten en un lugar muy especial.
Novedades
Déjanos tu email y te mantendremos informado.