Matarromera Style en el calor del hogar

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VINOS DE CHIMENEA Y MANTA

Matarromera Style en el calor del hogar


En el vertiginoso ritmo de la vida moderna, donde la inmediatez y el ruido exterior a menudo ahogan nuestros pensamientos, existe un ritual casi sagrado capaz de detener el tiempo: la comunión entre una chimenea encendida, una manta cálida y una copa de vino. No se trata simplemente de beber; se trata de habitar el momento. Cuando el frío impera en el exterior, transformando el paisaje en un escenario hostil, el hogar se convierte en un santuario. La sensación térmica cambia drásticamente, no solo por el aumento de los grados en el termómetro gracias al fuego, sino por la calidez emocional que nos invade al ver esa manta favorita esperando en el sofá.

1. Emina Brut Gran Añada Nature: La Excelencia del Tiempo y la Burbuja

Un Espumoso de Rueda inspirado en el estilo Millésimé

Adentrarse en el mundo del Emina Brut Gran Añada Nature es comprender que la paciencia es el ingrediente más sofisticado en la enología. Este vino no es un espumoso convencional; es una obra de artesanía líquida que nace en la Finca de Las Marcas, situada en Villalba de Adaja. Allí, la variedad Verdejo, uva reina de la zona, alcanza una expresión de calidad sobresaliente, sirviendo como base para un proyecto ambicioso: crear un espumoso inspirado en el estilo Millésimé.

Desde una perspectiva didáctica, es fundamental entender el Método Tradicional Champenoise mediante el cual ha sido elaborado en la Bodega Emina de Medina del Campo. A diferencia de otros métodos de gasificación rápida, este proceso requiere una segunda fermentación dentro de la propia botella. Es aquí donde ocurre la magia: el vino descansa en posición horizontal (en rima), en silencio y oscuridad, durante un periodo que supera los 36 meses. Tres años de calma absoluta que también necesitamos nosotros. Durante este tiempo, el vino permanece en contacto íntimo con sus lías (las levaduras que han concluido su trabajo), un proceso de autolisis que aporta untuosidad, complejidad y esos deliciosos aromas de bollería fresca y panadería que seducen al olfato.

La añada 2019, protagonista de esta botella, ofreció unas condiciones climáticas tan alocadas como  mágicas. Al servirlo en la copa, frente al resplandor de la chimenea, se revela un color amarillo pajizo brillante. La burbuja, lejos de ser agresiva, se muestra bien integrada, dibujando un rosario de perlas finas que ascienden para formar una corona persistente en la superficie. Su versatilidad gastronómica es absoluta. Si bien es el compañero ideal para aperitivos sofisticados, su estructura le permite acompañar platos principales contundentes como arroces, risottos, pescados grasos e incluso carnes frías. Es un vino para celebrar la excelencia del tiempo.

2. CM Matarromera: La Elegancia de la Sonsierra y la Herencia del Tempranillo

Dos iniciales para un gran vino en la D.O.C Rioja

Cuando hablamos de CM Matarromera, nos referimos a un vino que encapsula la identidad de un territorio y la visión de una familia. Estas dos iniciales representan mucho más que un nombre; simbolizan la excelencia de la variedad Tempranillo en una de las zonas más codiciadas de la viticultura española: la Rioja Alta, y más específicamente, San Vicente de la Sonsierra. Este municipio, venerado por el sector bodeguero, ofrece una riqueza y peculiaridad en sus viñedos que es difícil de replicar en otras latitudes.

El perfil didáctico de este vino nos obliga a mirar hacia el suelo y el cielo. Las uvas proceden de viñedos propios con una edad comprendida entre los 35 y los 80 años. En el mundo del vino, la edad de la cepa es un factor de calidad determinante: a mayor edad, menor producción, pero mayor concentración de matices y sabiduría en el fruto. Estos viñedos se encuentran en la zona más alta de la Sonsierra, a los pies de la imponente Sierra Cantabria. Esta ubicación geográfica es clave, ya que la sierra actúa como una barrera natural que protege a las vides de los vientos fríos del norte y genera un microclima único, con una ventilación perfecta y una insolación adecuada.

CM Matarromera se erige como un magnífico embajador de esta tierra. Es interesante notar el paralelismo y la hermandad con la bodega matriz en la Ribera del Duero. Ambas bodegas, situadas en las respectivas «Millas de Oro» de sus denominaciones, son referentes indiscutibles del sector vinícola español. Sin embargo, este vino ofrece la expresión particular del Tempranillo riojano: una fruta más roja, una acidez vibrante y una elegancia innata que invita a la conversación pausada.

Al degustarlo en la calidez del hogar, este vino despliega una narrativa sensorial profunda. Es un tinto que habla de raíces profundas y de la historia del paisaje. Su estructura es firme pero amable, pulida por una crianza respetuosa que no enmascara la fruta, sino que la acompaña. Es el vino ideal para esos momentos de reflexión frente al fuego, donde se busca un sabor que reconforte y que tenga la suficiente complejidad para evolucionar en la copa a medida que pasan los minutos. CM Matarromera es, en esencia, un homenaje a la autenticidad de San Vicente de la Sonsierra y a la maestría en la elaboración de grandes tintos.

3. Sanclodio: La Expresión Atlántica y el Misterio del Sábrego

El alma del Valle del Avia en la copa

Viajamos ahora al noroeste, a la Galicia verde y mística, para descubrir Sanclodio, un vino que es la definición líquida del Valle del Avia. Este blanco no es un monovarietal simple; es una orquestación compleja de las variedades autóctonas que han definido la historia del Ribeiro. Producido a partir del «mosto flor» —el zumo de uva de mayor calidad, obtenido por la propia presión de las uvas sin prensado mecánico agresivo— de las fincas de Gomariz, en Leiro, Sanclodio es un ejemplo de viticultura de precisión.

Para entender este vino desde una perspectiva didáctica, hay que analizar su coupage o mezcla. La variedad Treixadura actúa como directora de orquesta, gobernando la estructura del vino. A ella se unen, en diferentes y cuidadas proporciones, la Godello (que aporta untuosidad y cuerpo), el Albariño (que regala acidez y fruta) y la Loureira (responsable de los aromas florales y etéreos). Sin embargo, el verdadero secreto de la identidad de Sanclodio reside en el suelo: el sábrego.

El sábrego es un tipo de suelo formado por la descomposición del granito, muy característico de esta zona del Ribeiro. Es una arena granítica que facilita un drenaje perfecto y que obliga a las raíces de la vid a profundizar en la tierra en busca de nutrientes. Este suelo, presente en el cultivo de estas tierras desde el primer milenio, aporta al vino una mineralidad y un carácter salino inconfundibles. Estamos ante un vino joven, sí, pero con un potencial de maduración en botella sorprendente gracias a su acidez y estructura.Existe un equilibrio excelente entre la grasa y volumen que aportan la Godelloy el Albariño, y la frescura vivaz de la Treixadura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es el compañero perfecto para una velada gastronómica junto a la chimenea que incluya sabores del mar. Como excelente representante gallego, marida de forma impecable con vieiras, pulpo y todo tipo de mariscos, aunque su cuerpo le permite acompañar también arroces melosos y carnes blancas. Sanclodio es traer el frescor del Atlántico al calor del hogar.

4. Cyan Pago de la Calera: La Fuerza de la Tinta de Toro y el Terruño

Un tinto de autor de viñedos centenarios

En el extremo oeste de la Denominación de Origen Toro, donde el paisaje se vuelve austero y el clima desafiante, nace Cyan Pago de la Calera. Este es un vino tinto de autor, una categoría que implica que el enólogo, en este caso el prestigioso Carlos Moro, ha puesto su firma personal y su visión creativa por encima de las estandarizaciones, eligiendo un viñedo específico para transmitir la expresión más pura del terruño.

Este vino es un monográfico de la variedad Tinta de Toro, una adaptación de la Tempranillo que, tras siglos en la zona, ha desarrollado una piel más gruesa y un carácter más potente para resistir las condiciones extremas. Lo que hace único a este vino es su origen: el Pago de la Calera. Estamos hablando de viñedos de más de 60 años de antigüedad, plantados en vaso (el sistema tradicional de poda baja), ubicados sobre suelos calcáreos y áridos.

Desde un punto de vista educativo, es fascinante observar cómo la planta reacciona ante la adversidad. En estos suelos pobres y con un clima casi árido, la vid sufre un estrés controlado que limita naturalmente su producción. Las uvas resultantes son pequeñas, pero están extraordinariamente concentradas en color, aroma y sabor. La elaboración de Cyan Pago de la Calera es meticulosa: vendimia manual, selección rigurosa grano a grano y una crianza paciente. El vino reposa durante más de 24 meses en barricas bordelesas y borgoñonas de roble francés de grano fino y tostado medio.

Frente a la chimenea, Cyan Pago de la Calera es un vino de contemplación. Su profundidad invita a beberlo despacio, descubriendo cómo evoluciona en la copa, revelando notas de fruta negra madura, especias, cacao y el toque mineral de la caliza. Es el maridaje ideal para platos de caza, guisos potentes o simplemente para disfrutar de la plenitud de un gran tinto mientras el fuego consume la leña.

5. Win Espumoso Blanco: Innovación Tecnológica y Placer Sin Alcohol

La revolución de la variedad Verdejo sin límites

El mundo del vino está en constante evolución, y WinEspumoso Blanco representa la vanguardia de esta transformación, demostrando que es posible disfrutar de la experiencia sensorial del vino sin la presencia del alcohol. Este producto rompe barreras y prejuicios, ofreciendo una alternativa inclusiva y sofisticada para aquellos que, por elección o necesidad, prefieren una opción 0,0% sin renunciar a la calidad.

Elaborado con uvas de la variedad Verdejo, este espumoso nace de un proceso de vinificación tradicional inicial. Las uvas son maceradas y fermentadas en tanques de acero inoxidable para obtener un vino base de alta calidad, rico en aromas y sabores primarios. Sin embargo, el paso diferencial y altamente didáctico viene después: la deconstrucción molecular. Mediante un método sofisticado y patentado, altamente respetuoso con el producto, se realiza la extracción del alcohol etílico.

¿Qué encontramos en la copa? Un espumoso de color atractivo, con una fina burbuja que aporta vivacidad y alegría al paladar. En nariz, conserva los recuerdos herbáceos y frutales típicos de la Verdejo (manzana, hinojo, cítricos). En boca es ligero, refrescante y amable.

Win Espumoso Blanco es la opción perfecta para brindar en cualquier momento. Se debe servir muy frío para potenciar su frescura. Su versatilidad es notable, acompañando perfectamente ensaladas frescas, mariscos, pescados suaves o simplemente como un refresco sofisticado frente al calor de la chimenea. Es la demostración de que la tecnología y la tradición pueden ir de la mano para crear momentos de placer aptos para todos.

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