CONSEJOS PARA CONDUCIR DE FORMA SEGURA EN CARRETERAS NEVADAS O HELADAS

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La nieve es preciosa cuando la vemos caer, pero las cosas se complican unos días después cuando se forman placas de hielo en la carretera. El temporal Filomena no ha hecho pensar en esos tips olvidados sobre la conducción en condiciones extremas. Vamos a repasar algunos puntos imprecindibles para evitar situaciones dolorosas.

Consejos para quitar la nieve y hielo de los vehículos.

Retirar la nieve del capó y del techo por su peso, para impedir que se derrame circulando, ocasionando un auténtico peligro. Esas capas de nieve y hielo se pueden retirar utilizando un cepillo de goma y un líquido anticongelante, de tal forma que se evitan daños en la carrocería.

Usar un rascador para dejar los parabrisas limpios, pero tener cuidado de no arrancar el vehículo. No hacer uso de agua caliente debido al contraste térmico que puede ocasionar que la luna se parta. Ni tampoco hacer uso de la sal, ya que terminaría rayando el parabrisas además de ser corrosiva para la chapa.

Consejos para circular con placas de hielo

Conducir con suavidad, reduciendo la velocidad antes de llegar a la zona congelada sin mover el volante ni pisar el freno.

En el caso de encontrarte atrapado con un bloque de nieve, utilizar las marchas largas ya que con las cortas pisando el acelerador rápidamente puede terminar en una pérdida de control total, por lo que hay que acelerar despacio.

Mantener la calma en el caso de derrape, los neumáticos vuelven a agarrarse a la carretera, por lo que hay que evitar movimientos bruscos con el volante, frenazos o acelerones.

No alcanzar el límite de velocidad. La mayoría de las señales son para una conducción sin hielo y nieve por lo que ante esta situación hay que desplazarse por debajo del límite de velocidad.

Hacer un correcto uno de los frenos y aumentar la distancia de seguridad entre los demás vehículos.

Detectar las zonas más peligrosas con el termómetro del vehículo, las temperaturas por debajo de los 3º C es más probable que encontremos hielo en la carretera.

Máxima precaución en las entradas y salidas de túneles, las zonas sombrías, y el asfalto brillante.

Consejos para proteger tu coche del frío

La mejor manera de proteger el coche del frío es utilizar una lona que lo cubra completamente, así se evita la congelación de las piezas y se protege al vehículo contra agresiones como el granizo. También puedes optar por usar una lona solo para la zona del limpiaparabrisas (disponibles desde 5 a 20 euros) que evitará que tengas que rascar el hielo.

Si las lonas no te convencen, puedes al menos dejar levantadas las gomas del limpiaparabrisas, así evitarás que se congelen en la luna y resulten inservibles. Otra opción es utilizar unos tapones de corcho para evitar que estén en contacto directo con el parabrisas y queden adheridas a él por el hielo.

El líquido del limpiaparabrisas también es importante. Asegúrate de que no lo has rellenado solo con agua, ya que entonces se congelará muy fácilmente y no cumplirá su función.

La batería es uno de los elementos del vehículo más susceptibles al frío y es la causante de que, tras una noche de heladas, el coche no arranque adecuadamente. Si ha cumplido su vida media de uso, es mejor que la reemplaces al primer signo de agotamiento. Es importante saber que partir de los 4 años las baterías suelen perder efectividad.

El líquido del circuito de refrigeración puede congelarse a partir de -20ºC. Sin embargo, con el paso del tiempo va acumulando impurezas que hacen subir su punto de congelación. Por eso es recomendable el purgado de circuito y la sustitución completa cada cinco años como mucho. Así que conviene asegurarse de que líquido refrigerante no está caducado. Normalmente, el anticongelante se presenta como un líquido de un color vivo, pero si este se ha puesto translúcido, ha perdido intensidad, o está ennegrecido, debes cambiarlo cuanto antes. Lo mejor es vaciarlo y reponerlo todo para evitar sorpresas.

Cuando las temperaturas bajan mucho, el mecanismo de las puertas se puede congelar. No es nada recomendable utilizar la fuerza bruta para tratar de abrir el coche, dado que se podría dañar el mecanismo. Lo recomendable es utilizar alcohol, o incluso un secador de mano para abrir las puertas sin forzarlas. Para eludir definitivamente el problema, existen unos aerosoles lubricantes con los que evitarás su congelación.

Antes de lanzarte a la carretera, mantén el vehículo en ralentí unos minutos para que pueda calentar toda su mecánica. El frío afecta también al interior del coche, y especialmente a los líquidos. Si se inicia la conducción cuando el aceite, el líquido de dirección, y el líquido de los frenos están aún demasiado fríos, se podrían dañar algunas piezas importantes. Además, si tienes que dedicar unos minutos a quitar el hielo del parabrisas, lo mejor es arrancar el coche antes de empezar a rascar y poner la calefacción para que las lunas se vayan calentando por su parte interior.

Ten siempre un kit con los accesorios que necesitarás para hacer frente al invierno, será mucho más fácil poner a punto tu coche por las mañanas.

Llevar una rasqueta para retirar el hielo de las lunas, así como algún producto descongelante para emergencias.

Los líquidos descongelantes son muy cómodos porque actúan de manera inmediata, pero acaban disolviendo las gomas y dañando el coche con el uso habitual.

Tampoco pueden faltar unos guantes y otros accesorios que podrías necesitar, como las cadenas, una manta, y una lata de aceite y combustible.

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