DESDE SICILIA CON AMOR
Lo bueno tiene estilo
Algo tiene Sicilia que a todos nos seduce. Liz Taylor, Camilleri, Goethe o Lord Byron demuestran que en esta isla hay un hueco para todos los que saben vivir la vida con calidad y pasión. Por eso cuando visitamos por primera vez Ozio Gastronómico, pensábamos ser muy exigentes. Y ahora es un lugar donde podemos repetir porque siempre hay calidad y estilo.
El local tiene una carga muy personal. El empresario Alberto Antolina, de la mano del chef Dario Genova nos traen a Madrid lo mejor de la comida italiana, apostando por un producto de primera calidad traído directamente de la isla de Sicilia.
Un local decorado con muy buen gusto, moderno, sin dejar de lado la sobriedad, en el que en un mismo espacio te encuentras cómodo en barra, en mesa o en sofá, y siempre con el fondo del ventanal al horno de piedra que supone el corazón del restaurante. Si a esto se une la maravillosa conversación con Claudia sobre los platos de la carta y su amor por Sicilia, aunque ella naciera en Cerdeña, y con Gabrielle, que explica con precisión, el espíritu del local. Por eso desde el principio la sensación es perfecta.
La oferta sonroja porque hay cosas que atrapan. Casi se debe iniciar por dos típicos del Ozio Gastronómico, la Arancina Oziosa, un entrante de gambas rojas, burrata, limón y menta sobre una salsa de stracchino y azafrán, y por las tres caponatas, una barocca, una de alcachofas y una catanesa. En ambos casos se demuestra que lo sencillo, puede resultar muy sofisticado para el gusto.
El cariño por una tierra como Sicilia queda patente en platos regionales como la tagliata de lomo bajo, o en elaboraciones a base de zizzona (mozzarella enorme de 5kg) o bottarga (huevas de atún en salazón) provenientes directamente de la isla.
Esa mezcla de clásico y modernidad lo convierten en un lugar delicioso. Por eso, una cocina a la última no descuida el buen trato a una materia prima espectacular, no deja de tener tampoco los platos más famosos de la comida italiana, en la que no puede faltar un plato de pasta y una pizza. En este caso os invitamos a probar los busiati con pesto de Trapani y carabinero de Huelva por un lado. Y por otro lado tenemos la pizza covazzino Bronte con burrata, mortadella “Favola” y pesto de pistacho de Bronte.
Si a esto le unimos unos deliciosos vinos, la experiencia gana muchos enteros. El Tenuta delle Terre Nere es uno de esos vinos que nos gustaría tener en casa para cualquier momento. Uno de los vinos más interesantes que podemos encontrar para descubrir cómo las tierra volcánicas son un pozo de sabiduría etnológica. En tintos, la recomendación de un Castello Solicchiata demuestra que los tintos tienen su momento con esta cocina mediterránea.
Cuando Gabriele viene con un surtido de postres la resistencia ya no existe. Para terminar nuestra degustación nos hemos decantado por un postre, obviamente, siciliano: el bacio de Sicilia, con pistacho de Bronte DOP y chocolate blanco, una combinación más que consagrada.
Por suerte, la oferta italiana en Madrid mejora por momentos y en Ozio Gastronómico tenemos un buen referente.