Singapur

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Hay lugares que siempre merecen una visita. Da igual haber estado una, dos, tres o cuatro veces… Siempre hay algo nuevo, una sorpresa o una desaparición. Singapur es uno de esos lugares. Su vitalidad está muy por encima de las expectativas. El dinero, el poder y las influencias han convertido a esta pequeña ciudad estado en un enclave vital para entender la vida cotidiana en Asia.

Ni el calor del verano, ni la demente dinámica cotidiana puede con la energía que emite las calles de Singa-pura (Ciudad del León). El paisaje urbano de Singapur es el de enormes rascacielos, anchas avenidas eternas, centros comerciales y, a pesar de esto, amplias zonas verdes y gente, mucha gente de muchas razas. Un mestizaje provocado por la historia. Indios, chinos, japoneses y occidentales de no se sabe cuántos países integran sus culturas y religiones. Un estado estricto y pacificador ayuda a que la maquinaria social siga hacia delante.

Podría decirse que Singapur es una ciudad perfecta y un tanto aséptica. Para quienes busquen mucho más que arquitectura vanguardista, descubrir sus encantos multiculturales es el objetivo. El Chinatown, Arab Street, Little India y la ineludible y elegante zona colonial son lugares imprescindibles para captar la riqueza humana de esta ciudad, que también es famosa por ser la meca del consumo: en Orchard Road se encuentra la mayor concentración de tiendas del mundo y sus tiendas y escaparates no tienen nada que envidiar a los de Londres, París o Nueva York.

Orchard Road cruza el City Centre, la zona en la que se encuentran los grandes hoteles, oficinas y organismos oficiales. Todavía se conservan algunos de los elegantes edificios de la época de la colonia británica, como el Teatro Victoria Memorial, el parlamento o el club de criquet, el Tribunal Supremo y la catedral de St. Andrew’s. El éxito comercial de esta ciudad se debe a la buena idea del comerciante inglés Stamford Raffles, que por su situación estratégica la convirtió en un gran puerto para el comercio con Inglaterra y el resto del mundo. Sin embargo, esta zona es la que tiene menos “sabor”.

El hotel que lleva su nombre es un referente, para cualquier persona que busca un lugar con estilo. Hotel Raffle´s, 1 beach road. Tlf 653 371 886. Un emblema de la ciudad. Y de los hoteles de todo el mundo. Dicen que en su salón de billar se mató un tigre y que de su bar salió el famoso Singapur Sling… Todo puede ser verdad.

Más al sur aparece el Chinatown, o más bien su rastro, ya que del esplendor que tuvo hace 40 años sólo quedan algunos establecimientos y el estilo de los edificios construidos por los inmigrantes que colaboraron en el desarrollo de esta gran ciudad y que ahora están rehabilitados y convertidos en sitios muy solicitados. Sin embrago, un recorrido por las calles Smith, Temple, Pagoda y Trengganu asegura al caminante encontrarse con auténticas tiendas chinas, barberos, souvenirs y de caligrafía.

La población hindú aporta mucha personalidad a este enclave. También en esta zona se encuentra el templo de Sri Mariamman, en South Bridge, con un toque naíf, en el que todavía se celebran algunas ceremonias tradicionales. Aunque para conocer la siguiente comunidad más numerosa de Singapur hay que acercarse a Serangoon Rd, a la llamada Little India. Aquí, los intensos olores de las especias guían al visitante de tienda en tienda y lo recompensan en sus excelentes restaurantes.

Algo parecido sucede con la comunidad malaya, aunque ésta no es la más atrayente de todas. Geylang Serai es una zona residencial en las que las casas conservan el estilo tradicional de Malasia. Una visita por las calles adyacentes y una última parada en East Coast Rd. para visitar las tiendas de antigüedades.

Esa multiculturalidad se refleja en la gastronomía. No es extraños que en Singapur encontremos el restaurante con una estrella Michelín más barato del mundo, el Liao Fan Hong Kong Soya Sauce Chicken Rice and Noodles. Es un simpático puesto de comida, ‘streetfood’ de verdad, especializado en pollo estofado con arroz. Se pueden probar sus delicatessen desde menos de dos euros. Los hawkers son el sitio ideal para degustar diferentes tipos de comida. Se trata de un conjunto de kioscos con grandes mesas comunes a los que uno se lleva los platos elegidos. Los más populares son el de Law Pa Sat Newton Centre o el de East Coast Park, pero hay decenas de ellos y en cualquiera vamos a poder comer y disfrutar…

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