Ruta Las perdices del domingo

Categories: Viajes887 words4,8 min read

Miguel Delibes ha sido el escritor que más y mejor ha puesto en valor la geografía rural de Castilla y León. Hundiendo sus raíces en Valladolid, su provincia natal, Delibes conocía al dedillo la orografía y amaba profundamente la región. Por eso el proyecto Las rutas de Delibes, que recorre hasta 33 localidades de la provincia en varios itinerarios, siguen sus pasos al tiempo que reivindican estas áreas rurales y la labor literaria del escritor.

Una de ellas es la ruta Las perdices del domingo, libro autobiográfico y de temática cinegética publicado en 1981. Aunque menos conocida que Cinco horas con Mario o El hereje, esta obra es trascendental para desentrañar la mitología del autor. La ruta abarca Olmedo, Tordesillas y Villanueva del Duero, entre otras importantes localidades que representan a la perfección las bondades y el carácter castellanoleonés. Recorrerlo en coche por sus carreteras es una forma de entender la verdadera vida rural.

Olmedo es el lugar desde el que parte la ruta. Una poética niebla invernal típica del Duero caracteriza el relato y el panorama en esta villa en la que no podemos perdernos su Plaza Mayor o un tranquilo paseo por su casco histórico. El Centro Cívico está ubicado en un edificio mudéjar que antaño era la antigua chancillería. Por lo demás, las ruinas de la Iglesia de la Trinidad le añaden el carácter romántico a esta visita preñada de casonas típicamente castellanas. Un pueblo para descubrir con nuevas energías.

Tanto en Olmedo como en alrededores destaca ante todo la estupenda cocina tradicional basada en cocidos de chorizo sabadeño, carne de oveja guisada y las deliciosas sopas de ajo, además de -por supuesto- su legendario lechazo asado o las alubias. En el área de postres tampoco se quedan cortos, con los famosos periquitos o las hojuelas típicas de semana Santa. Y para los que apuestan por una cocina más creativa, podemos acércanos hasta la Botica de Matapozuelos después de pasar por Pozaldez y algunas de sus mejores bodegas.

Tordesillas es una localidad más grande y conocida por su Colegiata de San Antolín y el Real Monasterio de Santa Clara, una de las joyas arquitectónicas más conocidas de todo Valladolid. Apodada la Villa del Tratado, esta villa a orillas del Duero ha sido siempre un cruce de caminos para comerciantes y viajeros, lo que potenció especialmente su patrimonio. Aquí se firmó el famoso Tratado de Tordesillas en el cual las Coronas de Castilla y Aragón, con el reino de Portugal, se repartieron las tierras descubiertas en América. Ojo también a su formidable Plaza Mayor del siglo XVI, preñada de bares para tomar algo, o las famosas casas del Tratado, al lado de la Colegiata: dos edificios donde se firmó el citado texto y que poseen por tanto el escudo de los Reyes Católicos en su fachada.

Villanueva de Duero es otra villa de caza frecuentada por Delibes, en cuyas fincas pasó buenos ratos cazando torcaces en periodos de mal tiempo. La atmósfera tranquila y melancólica del lugar se aprecia más que nunca en Villanueva, que con poco más de 1.200 habitantes se erige como una visita obligada en esta ruta cinegética. A menos de 20 kilómetros de Valladolid, domina el valle desde un pequeño alto en el que destacan edificios como la iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Visitación, del siglo XVI, repleto de producciones y retablos barrocos y neoclásicos.

Cualquier momento es bueno para disfrutar de la excelente producción de vinos con Denominación de Origen Rueda que podemos encontrar en esta ruta. Porque no todo iban a ser pinares en esta tierra de buena vid y mejores bodegas.

Otro ejemplo de lo que podemos encontrar en esta ruta es lo que encontramos en la pequeña Villanubla, otra localidad donde el duro invierno y la fría piedra de las casas deja estampas de maravillosa y poética soledad. La niebla y las bajas temperaturas se abaten por la cuenca del Duero, una atmósfera fría y romántica que Delibes supo describir a la perfección.

Todo destila cierta dureza en la zona, como el hecho de que entre silenciosas casas solariegas, aquí se encuentra la Casa de la Inquisición románica, entre otras edificaciones como el Convento de los Santos. De aquí se recuerda y se destaca el paloteo, baile tradicional que se realiza con dos palos y se suele interpretar con dulzaina.

En el término municipal de Villanubla se encuentra el aeropuerto de Valladolid, pero eso es otra historia.

Villafuerte de Esgueva es la última localidad de la ruta de Las perdices del domingo. Atraído por la caza, Delibes frecuentó Villafuerte y nombra la churrería La madrileña como lugar de desayuno con su grupo. Ubicado en un alto en el que se domina el valle del río Esgueva, destaca por su castillo gótico del siglo XV y la iglesia de la Santísima Trinidad, de un severo estilo románico del XII. Gracias D. Miguel por acercarnos a esta tierra.

Novedades

Déjanos tu email y te mantendremos informado.

Comenta

Comparte