DE LA CIUDAD AL CAMPO CON EL MISMO LOOK
Tener un Volvo XC90 es una tentación fácil de entender. Imagina conducir por los tranquilos caminos segovianos, disfrutando de paisajes tranquilos. No es un vehículo para todos, pero cuando encuentras el coche adecuado para lo que necesitas, merece la pena.
El XC90 te invita a disfrutar de todo tipo de experiencias, desde un elegante restaurante con estrella Michelin hasta una taberna sencilla de pueblo. Este es el nuevo lujo: poder integrar lo rural con la tecnología y disfrutar de diferentes estilos de vida. Ahora, con la tecnología disponible, se pueden vivir experiencias modernas sin perder el contacto con lo más auténtico, como el campo o la sostenibilidad.
Salir de la autopista AP6 en Villacastín te lleva por carreteras estrechas rodeadas de campos de cereal, encinas y pinos, lo que permite una sensación de desconexión total en comparación con el bullicio de la ciudad. Los pequeños pueblos que atraviesas, como Labajos o Abades, muestran cómo la agricultura y la ganadería mantienen vivas estas zonas rurales. Es una vida tranquila, donde la gente se reúne en la plaza del pueblo para hablar de lo que pasa en la zona, desde el precio del forraje hasta los nuevos negocios.
El Volvo XC90 tiene algo que ver con este ritmo de vida. Gracias a su etiqueta O, es un coche híbrido enchufable que te permite disfrutar de viajes tranquilos en modo eléctrico, con hasta 72 km de autonomía. Solo tienes que conectar el coche durante la noche para cargarlo al 100% en unas tres horas con un cargador a bordo de 6,4 kW. Y cuando necesites más potencia, el motor de gasolina entra en acción, así que no tienes que preocuparte por hacer largos recorridos.
A lo largo del viaje, el XC90 se adapta perfectamente. Su modo eléctrico «Pure» es ideal para conducir por zonas de mucho tráfico o por pueblos pequeños. Y cuando las carreteras se complican, puedes activar la tracción total, lo que te da más estabilidad y control. En cuanto al diseño, el XC90 tiene un aire escandinavo que recuerda a las construcciones de la zona. Es un coche que parece sencillo a simple vista, pero que tiene una sofisticación que lo hace especial. La nueva pantalla más intuitiva y el confort de conducción mejorado lo convierten en un coche perfecto para este tipo de rutas.
Durante el trayecto te encontrarás con otro fascinante pueblo, Martín Muñoz de las Posadas. Puede que esta localidad te resulte familiar gracias al cardenal Diego de Espinosa, un personaje clave en su época, que llegó a ser regente durante las ausencias de Felipe II. El pueblo tiene una plaza muy amplia, que originalmente servía para el mercado semanal y la feria anual, y donde destaca también su iglesia, que combina estilos gótico, renacentista y plateresco. Pero no solo valdrá con disfrutar de su espectacular fachada, sino que se hace obligatorio entrar en su interior, donde encontrarás un cuadro de El Greco que representa una crucifixión.
La siguiente parada en el viaje es Juarros de Voltoya, un pequeño pueblo rodeado de un entorno único gracias al embalse del río. Es un lugar ideal para los aficionados al avistamiento de aves, ya que aquí se pueden ver desde cigüeñas hasta cormoranes. Más adelante, llegamos a Santa María la Real de Nieva, un monasterio con una historia fascinante, ya que fue fundado por Enrique III el Doliente y su esposa Catalina de Lancaster. El monasterio tiene un claustro impresionante, considerado uno de los más bellos de la provincia, con 80 columnas decoradas con capiteles que cuentan historias bíblicas, monásticas y de batallas.
Continuamos la ruta hasta Palacio de Hoyuelos, un edificio renacentista que ahora funciona como hotel. Este palacio, que ha sido escenario de películas importantes como El espíritu de la colmena, está rodeado por una zona de lagunas, algunas recuperadas para restaurar su ecosistema natural. Por ejemplo, la Laguna Rodrigo, que se ha vuelto un refugio para diversas especies de aves, especialmente águilas ratoneras y aves migratorias.
Tras esta parada, nos volvemos a montar en nuestro XC90 para conducir hasta Santovenia, Jemenuño y Etreros, tres ejemplos de la arquitectura castellana tradicional. En algunos de ellos, las iglesias aún guardan un aire de antaño, y el urbanismo se ha mantenido bastante intacto.
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