PAZ Y BIENESTAR EN CONVENTOS DE PARADORES
Si piensas en turismo rural, seguro que te vienen a la cabeza los paradores como lugar de alojamiento. Sin duda, son la opción ideal para poder disfrutar de este tipo de viajes, conservando la esencia de sus edificios, la mayoría de ellos, nacidos hace varios siglos atrás, pero con la comodidad de modernas infraestructuras. Por ello, si estás pensando en alguna escapada a uno de los rincones de la España rural, te presentamos 5 paradores que son una auténtica joya.
Parador de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja)
Comenzamos esta lista viajando a La Rioja, al Parador de Santo Domingo de la Calzada. Este se ubica en el antiguo Hospital de Peregrinos, del siglo XII, que servía a los caminantes del Camino de Santiago. Además, tiene una ubicación excelente, frente a la catedral.
El parador se caracteriza por su ambiente acogedor, con un interior lleno de detalles históricos y decoraciones de época, mientras que ofrece comodidades contemporáneas para los viajeros. No podemos dejar pasar por alto su exquisita gastronomía, basada en productos locales, destacando platos típicos de la región de La Rioja.
No solo se trata de un lugar de descanso, sino también una opción ideal para conocer más sobre la historia de la región, con la oportunidad de explorar el cercano Camino de Santiago, así como otros puntos de interés cultural y natural. Esta localidad se sitúa en plena Ruta Jacobea, por lo que es una zona ideal para practicar senderismo y, por supuesto, practicar turismo rural.
Parador de Santo Estevo (Ourense)
Continuamos con uno de los paradores más impresionantes de Galicia: el Parador de Santo Estevo, en la provincia de Ourense. Este monasterio, originalmente de los monjes benedictinos, data del siglo X y ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos. En sus primeros años, fue un lugar de gran importancia espiritual, y en su interior se desarrollaron muchas actividades religiosas y culturales.
En los años 90, el monasterio fue restaurado y reconvertido en un parador de lujo. El edificio, que combina estilos románicos y góticos, sigue conservando muchos elementos originales, como la iglesia, el claustro y las antiguas celdas de los monjes. El parador está rodeado por un frondoso bosque, lo que le otorga una atmósfera de paz y tranquilidad, ideal para aquellos que buscan una escapada espiritual y cultural. Además, el parador ofrece unas vistas espectaculares de la Ribeira Sacra y el río Sil.
Parador de Alcalá de Henares (Madrid)
En el corazón de Alcalá de Henares, en la Comunidad de Madrid, encontramos el Parador de Alcalá de Henares. Este está construido sobre tres colegios-convento del siglo XVII. Su decoración mezcla resquicios de ese tiempo con la vanguardia y modernismo de la actualidad. Dentro del edificio destacan su espectacular claustro y el Jardín Tallado, así como el spa, ubicado bajo las bóvedas de la antigua iglesia conventual.
El Parador de Alcalá de Henares es un excelente lugar para explorar la ciudad natal de Miguel de Cervantes, ya que está muy cerca de los principales puntos turísticos de la ciudad, como la Plaza Cervantes, la Casa Natal de Cervantes y la Universidad de Alcalá.
Parador de Almagro (Ciudad Real)
En este caso, el Parador de Almagro ocupa el antiguo Convento de Santa Catalina, que data del siglo XVII y fue el primer convento franciscano de la ciudad. Este convento mezcla los estilos renacentista y barroco, que se unen en un edificio realmente acogedor. Sin duda, lo más destacable de él son sus 14 patios interiores, ideales para los más pequeños y para pasear.
El parador es conocido por su ambiente acogedor y su proximidad a la famosa Plaza Mayor de Almagro, donde se celebra el Festival Internacional de Teatro Clásico, lo que atrae a muchos turistas y amantes de la cultura. Además, la región es famosa por su gastronomía, especialmente por platos como el «pisto manchego» y el «gazpacho manchego«, que también se pueden disfrutar en el restaurante del Parador.
Parador de Chinchón (Madrid)
Por último, tenemos el Parador de Chinchón, en la Comunidad de Madrid, que se encuentra en un antiguo convento de monjas clarisas del siglo XVII. El parador se encuentra en pleno centro histórico de la villa, a poca distancia de la famosa Plaza Mayor, un lugar emblemático rodeado de casas con balcones de madera.
El Parador de Chinchón mezcla el encanto histórico con modernas instalaciones, lo que permite a los visitantes hospedarse en un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad y belleza de la localidad. Además, no te podrás ir sin pasar por su su restaurante, donde se pueden probar platos típicos de la gastronomía madrileña, como el cordero asado y el anís de Chinchón.