Hay lugares que, más allá de sus monumentos o paisajes, se definen por sus sabores. Y no hay un sabor más característico de España que el del jamón. ¿Qué te parece si hacemos un viaje por algunos pueblos que tienen como señal de identidad este producto?

Aracena, Huelva

Aracena se sitúa en la Sierra de Huelva, y si de algo saben aquí, es de jamón ibérico. En estos montes de encinas y alcornoques, el cerdo ibérico se cría en libertad, alimentándose de bellotas, lo que le da a su carne un sabor único. Aracena alberga el Museo del Jamón, donde los visitantes pueden conocer el proceso de curado del jamón ibérico, desde la crianza de los cerdos hasta la curación en secaderos. Además, el museo también cuenta con exposiciones interactivas y degustaciones. Cada año se celebra la Feria del Jamón de Aracena, un evento que tiene lugar durante el mes de octubre y que se convierte en una de las mejores fechas para visitar esta localidad. Unas de las actividades más conocidas de la feria son el Concurso de Cortadores, la Degustación de Productos de la Matanza o el sorteo ‘Su peso en jamón’.

 

 

Carbonero el Mayor, Segovia

Carbonero el Mayor es un pequeño municipio segoviano que está muy unido al jamón serrano, un producto que cuenta con una larga historia a sus espaldas. Aquí, la tierra y el clima consiguen un resultado final del jamón realmente exquisito. Aunque, en este caso, Carbonero el Mayor no cuenta con un museo del jamón como tal, la Feria del Jamón Serrano de Segovia es uno de los eventos más destacados del calendario local. Celebrada en el mes de septiembre normalmente, esta feria reúne a
productores de toda la provincia, permitiendo a los asistentes disfrutar de una gran variedad de jamones serranos y embutidos, con actividades como catas, concursos de corte y exposiciones.

Además, algo muy llamativo de Carbonero el Mayor es que es la única localidad de España que acoge un campus del jamón. Se trata del primer centro del mundo dedicado íntegramente a la investigación, la formación y la difusión de la cultura del jamón.

 

 

Hinojosa del Duque, Córdoba

En la provincia de Córdoba, Hinojosa del Duque se ubica en la Subbética, una región de montañas, valles y dehesas donde el jamón ibérico de bellota se ha convertido en un producto estrella cuya tradición se transmite de generación en generación.

Hinojosa del Duque es el hogar de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Los Pedroches, que engloba a varios municipios productores de jamón ibérico. Además de ser ideal por su jamón, Hinojosa del Duque es también perfecta para viajar con nuestra autocaravana, pues allí encontrarás un parking para pasar la noche. Se localiza en Hinojosa del Duque, A-422.

 

A Cañiza, Pontevedra

Aunque Galicia no es la primera región que te viene a la mente cuando piensas en jamón, A Cañiza, en Pontevedra, ofrece un producto local igualmente espléndido y que se ha posicionado como el mejor jamón gallego. Algunos factores como su localización en una zona montañosa donde la altitud, la baja humedad y los inviernos relativamente secos con vientos fríos contribuyen a una buena curación del jamón durante largos periodos de tiempo, garantizando su buena conservación.

Un momento perfecto para degustar el sabor del jamón de A Cañiza es en verano, el 15 de agosto, cuando se desarrolla desde hace 50 años la Feria del Jamón en A Cañiza, o Feira do Xamón da Cañiza. Además de poder probar el jamón de esta localidad, los días previos también se llevan a cabo diferentes eventos.

 

Hijate, Almería

En Hijate, un pequeño pueblo de la provincia de Almería, el jamón serrano tiene un sabor especial, influenciado por el clima seco y cálido de la región. Aquí, en el corazón de la Alpujarra, se cuida con esmero el proceso de curado, y el resultado es un jamón que tiene todo el carácter del sureste español. En el pueblo también puedes encontrar pequeñas tiendas y charcuterías donde se venden
los jamones de la zona.

 

Cedrillas, Teruel

Cedrillas, en Teruel, es uno de esos rincones del Maestrazgo aragonés donde el jamón se produce en el corazón de la montaña. También en la localidad, pequeñas charcuterías locales venden el jamón que caracteriza a la zona, permitiendo a los visitantes llevarse un trozo de esta tradición montañesa a casa.