El encanto de Kufstein

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El Tirol Austriaco, una opción que nunca falla

Sea verano o invierno, nunca es un mal momento para visitar Kufstein. Este enclave en el Tirol austriaco se caracteriza por una auténtica riqueza natural. Los verdes prados, las preciosas montañas y los bosques llenos de vida son motivos, más que suficientes, para venir y enamorarse de Austria.

La que puede considerarse una de las poblaciones más bellas de los Alpes orientales es el escenario ideal para disfrutar de actividades turísticas y deportes de nieve. La diversidad es su gran reclamo.

El Altstadt o casco histórico es el centro de la ciudad. Su belleza clásica está compuesta por casas atemporales que evocan otra época, sus calles históricas como la calle Römerhofgasse llena de pequeños locales, restaurantes, ventanas y flores rebosa encanto.

Si quiere conocer el arte de Kufstein, diríjase a la factoria Riedel Glasbläserei & Sinnfonie, donde la maestría por la cristalería es admirable. Esta empresa familiar ha recibido elogios del Museum of Modern Art, el MoMA de San Francisco y el Corning Museum of Glass por el arte de sus recipientes de vino, famosos en el mundo entero.

Ya que hablamos de vino, ¿qué mejor momento para conocer el Fritz Wein Café. Un clásico local dirigido por Judith y Fritz, dos amantes al buen vino, donde seguro aprenderá un poco más sobre este maravilloso mundo.

Ascenso al valle de Kaisertal
El turismo natural es parte del ADN de Kufstein. Respirar en sus montañas es un reclamo. Disfrutar de la subida al valle de Kaisertal, situado en el Parque Nacional Kaisergebirge, es un esfuerzo de 300 escalones que merece mucho la pena. Las vistas de las montañas austriacas recargan a cualquiera. Como todo esfuerzo genera un gasto energético, no hay mejor momento para disfrutar – con ganas – de la gastronomía típica tirolesa donde destacan el queso y el tocino artesanal.

De vuelta a la ciudad, una buena opción donde disfrutar de la gastronomía típica tirolesa es el Auracher Lochl, en el casco antiguo de Kufstein, a los pies de la fortaleza. Aquí disfrutará de una magnífica atención y de raciones abundantes donde podrá conocer la variedad de los platos en pequeñas cantidades.

Es el momento ideal para disfrutar de un Schnitzel (escalope vienés). El plato austriaco servido, tradicionalmente, con ensalada de patatas y rodajas de limón. Hoy en día es posible que lo encuentre acompañado de arroz, patatas fritas o asados con un poco de salsa de arándanos.

No deje pasar la oportunidad de conocer el Stollen 1930, el paraíso para los amantes de la ginebra. Uno de los mejores bares ambientados de la ciudad con más de 1.000 tipos de ginebras. La decoración es encantadora, equilibrando un estilo clásico – vintage con una modernidad única. La música de los años 30 suena al compás de las cocteleras que preparan cócteles con casi un siglo de historia. El sitio perfecto para saborear coctelería de calidad ya que tiene la colección de ginebras más grande del mundo.

El segundo día en Kufstein nos espera para seguir disfrutando del entorno natural. Una vez hayamos tomado fuerzas en el desayuno, nos dirigimos hacia la Fortaleza de Kufstein.

El Castillo es una parada obligatoria debido a sus referencias históricas que datan del siglo XII. Su ubicación estratégica le ha permitido ser un viejo testigo de las luchas territoriales entre Baviera y Austria. Situado en una montaña de 90 metros desde donde es posible contemplar toda la ciudad.

Es posible subir andando o en una especie de ascensor. Merece la pena pasar unas horas recorriendo su interior, visitando antiguas celdas o leyendo carteles que nos advierten sobre alguno de los prisioneros que habitaron la antigua prisión.

¿Uno de los mejores momentos? Escuchar el órgano a las 12:00 rodeado de preciosas vistas. Austria tiene un encanto natural difícil de resistir.

Después de esta merecida visita, hay que volver a recargar fuerzas y no hay mejor sitio en verano que la terraza del restaurante Purlepaus, donde a parte de la calidad de la comida, resaltaría la amabilidad de los dueños. Muy cerca de la fortaleza. Es un restaurante ideal para seguir descubriendo el encanto de la gastronomía tirolesa. Disfrute de la carne, pollo, cerdo, salchichas, verduras, patatas fritas o asadas y, por supuesto, de la buena cerveza que se sirve aquí. Precios agradecidos.

Kufstein es así de natural. Enamoran sus vistas, su clima y la amabilidad de sus gentes. Una escapada en verano o en invierno será siempre un buen plan para los que gozan de la naturaleza auténtica, del queso, de buenas cervezas y… ¡mucho más!

Más información en: Turismo de Austria Tirol o Kufstein

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