SEMANA SANTA EN SORIA: La devoción también puede ser tranquila
La provincia de Soria, es un enclave donde la Semana Santa se vive con especial fervor. No es tierra de grandes dramas, porque la experiencia va con el recogimiento. Esta tierra de poeta tiene los sentimientos a flor de piel y sus joyas arquitectónicas sacan a la calle su patrimonio escultórico con una delicada emoción. Siempre es buen momento para vivir estas experiencias. El visitante encuentra lo que que busca, la religiosidad y tradición de estas tierras.
1.- Ágreda: La joya secreta
Dicen que esta población soriana es tierra de bodas y pactos. Ágreda fue el escenario de bodas reales y pactos. Aquí tuvo lugar en 1221 el matrimonio del rey Jaime I de Aragón, el Conquistador (1208-1276), con Leonor de Castilla (1191-1244), hija del rey Alfonso VIII de Castilla (1155-1214). También, se acordó en el año 1304 los límites territoriales de la Corona de Aragón y el Reino de Castilla mediante el Tratado de Ágreda.
Después de la unión de ambos reinos en el siglo XVI, siguió siendo lugar de paso entre los dos territorios, utilizado por reyes y nobles, y durante los siglos XV al XVII fueron varias las familias de la nobleza que se instalaron en la Villa, lo que explica la poderosa arquitectura civil con sus palacios conservados forman parte de su patrimonio histórico y cultural.
Si a esto unimos la personalidad de María de Jesús de Ágreda, religiosa de clausura de la orden concepcionista, que se convirtió en una de las mujeres influyentes y relevantes del siglo XVII como consejera del rey de España, Felipe IV, con quien mantuvo correspondencia epistolar durante más de veinte años. Un personaje que enorgullece a los vecinos de esta población.
Posiblemente, es la población más relevante cuando pensamos en la Semana Santa Soriana. La Semana Santa en Ágreda es una manifestación religiosa que combina historia, arte y devoción. Su celebración más destacada es el Viernes Santo. En la procesión matutina las imágenes son trasladadas desde la iglesia de San Juan Bautista a la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros. Durante este recorrido se celebra el Sermón de las Siete Palabras, acompañado por un cambio solemne de guardia entre soldados romanos que custodian el Calvario. Por la tarde tiene lugar el acto más importante, donde desfilan 14 pasos y los estandartes representando a los apóstoles. Al llegar a la iglesia de San Juan Bautista ocurre el emotivo Encuentro del Santo Cristo y su madre.
Todo valor cultural se protege bajo la capa de la Cofradía de la Santa Vera Cruz. Fundada en 1556, la Cofradía de la Santa Vera Cruz es una de las más antiguas de la provincia. Sus miembros, conocidos como «Felipecuartos«, visten trajes inspirados en la moda del siglo XVII durante las procesiones, confeccionados por las Monjas Concepcionistas del municipio. Este atuendo único refuerza el carácter histórico de las celebraciones.
La Semana Santa en Ágreda no solo es un evento religioso; también revitaliza la vida cultural y económica del municipio. Además, su gastronomía típica, como las torrijas y el potaje de vigilia, complementan esta experiencia única.
2.- El Burgo de Osma
Historia y espiritualidad se dan la mano en El Burgo de Osma, que es es otro epicentro destacado de la Semana Santa soriana. Sus celebraciones comienzan el Viernes de Dolores con un Vía Crucis que parte desde su majestuosa Catedral gótica. Este municipio cuenta con procesiones que incluyen pasos históricos como el Cristo Resucitado del siglo XVI, réplica de una obra original del escultor Juan de Juni.
La Cofradía de los Misterios y el Santo Entierro organiza los pasos durante estas fechas. En 2025 enfrentará desafíos logísticos debido a los trabajos en los andamios de la Catedral, pero mantendrá su compromiso con las tradiciones religiosas.
Los momentos más significativos son el Vía Crucis de Viernes Santo, que recorre las calles desde la Catedral hasta otros puntos emblemáticos del pueblo y el Domingo de Resurrección, con la última procesión celebra el Encuentro entre la Virgen y Jesucristo Resucitado en la Plaza Mayor, un momento cargado de simbolismo y emoción.
3.- Alcoba de la Torre
Esta pequeña población es conocida en toda España por celebrar una representación teatralizada conocida como «La Jerusalén Soriana«.
Alcoba de la Torre, se transforma cada Viernes Santo en un escenario único para representar la Pasión y Muerte de Jesucristo. Esta tradición, conocida como La Carrera, ha convertido a la localidad en la «Jerusalén Soriana» gracias a su recreación teatralizada que combina devoción, arte y participación comunitaria. Con un origen que data de 1908, esta celebración fue recuperada en 1997 por la Asociación Cultural El Castillo tras décadas de abandono debido al éxodo rural.
La representación de La Carrera tiene sus raíces en textos manuscritos encontrados por los vecinos. Estos documentos, junto con los recuerdos de quienes participaron en las primeras escenificaciones, permitieron recuperar una tradición que había desaparecido a mediados del siglo XX. Desde su reactivación, la obra ha evolucionado significativamente en términos de vestuario, escenografía y efectos visuales, convirtiéndose en uno de los actos más destacados de la Semana Santa soriana.
El entorno natural de Alcoba de la Torre es clave para esta representación. Los alrededores del castillo medieval sirven como marco para recrear episodios como el Huerto de los Olivos, el juicio ante Poncio Pilatos y la crucifixión en el Monte Calvario. Este paisaje aporta autenticidad y dramatismo a las escenas.
Más de un centenar de personas, entre actores y figurantes, participan cada año en La Carrera. Los papeles principales son interpretados por vecinos del pueblo y sus descendientes, muchos de ellos siguiendo una tradición familiar. Incluso familias enteras se involucran en los preparativos y la actuación.
Entre los momentos más destacados se encuentran: El ahorcamiento de Judas mediante juegos de sombras y la Crucifixión en las eras altas del pueblo, donde Jesús y los dos ladrones son levantados a varios metros del suelo. La obra comienza al anochecer con la escena del Huerto de los Olivos, iluminada únicamente por antorchas. A lo largo del recorrido por tres espacios principales (el Castillo, el Monte Calvario y el camino entre ambos), se narran capítulos clave de la Pasión de Cristo.
La Carrera no solo es una manifestación religiosa, también es un evento cultural que revitaliza la vida comunitaria y atrae a visitantes desde diversos puntos del país. Cada año congrega a más de 2.000 espectadores que quedan impresionados por la autenticidad y emotividad de esta representación.
4.- San Esteban de Gormaz
Aunque el nombre San Esteban de Gormaz nos lleva a pensar en fiestas y vino, hay que reconocer que la Semana Santa es también un momento muy importante, porque celebra la Semana Santa con gran fervor y solemnidad. Estas festividades están profundamente arraigadas en su historia, destacando por la participación de la Cofradía de la Vera Cruz, fundada en 1554, la más antigua documentada en Soria. La Semana Santa sanestebeña combina actos religiosos con actividades culturales, atrayendo tanto a vecinos como a visitantes.
La Cofradía de los Disciplinantes de las Cinco Llagas y Vera Cruz de Nuestro Señor Jesucristo es el núcleo organizador de las celebraciones. Fundada en 1554, esta cofradía posee un libro de ordenanzas que constituye la referencia documental más antigua sobre una cofradía penitencial en Soria. Además, fue responsable de imponer al obispo de Osma la procesión del Viernes Santo en 1624.
Para ellos, la Semana Santa comienza con la Procesión de Ramos y Santa Misa. Tras la bendición de los ramos en la parroquia, los fieles recorren las calles principales (Plaza San Esteban, Calle Las Cuestas y Plaza Mayor) para regresar al templo.
El Vía Crucis de los Quintos es uno de los momentos más emotivos. Los jóvenes que celebran su mayoría de edad portan al Cristo Crucificado desde la Iglesia de San Miguel hasta la parroquia. Estos actos se amplían al Jueves Santo cuando se celebra la Santa Misa con el lavatorio de pies y, posteriormente, la Hora Santa y Adoración al Santísimo en un ambiente íntimo.
San Esteban cuenta con iglesias románicas como San Miguel y Santa María del Rivero que permanecen abiertas durante estas fechas. Estos templos ofrecen un marco incomparable para las celebraciones religiosas.