VOLVO XC90 Y LAS TIERRAS FRONTERIZAS DE SEGOVIA

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La carretera guarda sorpresas que animan a seguir en ruta un día más. Puedes pasar decenas de veces por el mismo cruce, pero cuando te atreves a tomar  usa ruta que no conoces, algo nuevo va a suceder. Eso mismo sucede con algunos coches, a menudo la conducción de un nuevo vehículo te aporta emociones que no se esperaban. Eso es lo que sucede con el nuevo Volvo XC90.

Es mucho más que un coche grande, cómodo y lujoso.  Su etiqueta 0 nos garantiza el tránsito libre por cualquier núcleo urbano, además de jugosas ventajas a la hora de aparcar en zonas de estacionamiento regulado. Pero al margen de esas y otras ventajas en materia de impuestos, está -naturalmente- la ecología y las emisiones. Pero emisiones no equivale a ausencia de emociones: el XC 90, como vehículo de alta gama que es, aúna potencia, prestaciones y un equipamiento sorprendente, que nos permite sentir el placer de conducir como disfrute. 

Para muchos el consumo es una cuestión de números y presupuesto. Hasta 75 kilómetros de autonomía eléctrica nos garantizan una economía fuera de toda duda. El consumo homologado medio por cada 100 kilómetros se queda, por tanto, en unos 1,2 litros. No está nada mal para un vehículo que puede alcanzar los 455 caballos de potencia producto de la combinación de su motor eléctrico y el de combustión. La batería se carga al 100 % en apenas tres horas con el cargador de abordo bifásico de 6,4 kW (siete en un enchufe convencional) permitiendo al usuario disfrutar de toda la potencia y la economía del vehículo en la totalidad de las circunstancias de uso diario. 

Es muy probable que el viaje por el norte de Segovia, que transita por  territorios poco conocidos, proporcione grandes sorpresas. Aquí no se encuentran ninguno de los monumentos más afamados y que atraen más visitas. Por todo ello vale la pena ponerse en camino.  

Un buen lugar para empezar la ruta puede ser Sacramenia, ubicada en un paisaje de cerros calizos que propiciaron históricamente buenos enclaves defensivos. Aunque hay restos muy anteriores, muchas de las aldeas de la zona se remontan al proceso de repoblación de alrededor del año 1000. Durante el siglo XIII y XIV hubo un nuevo proceso de emigración hacia tierras de Andalucía con lo que esta zona quedó muy despoblada dejando muchos de los templos románicos abandonados y sin las modificaciones habituales de los lugares habitados.  

Si no tenemos prisa, disfrutar de un buen asado, acompañado por algún vino de Valtiendas puede ayudar a saciar nuestra necesidad de cultura. Los quesos de la zona también son un buen complemento.

Desde los cerros que vigilan  Sacramenia quedan los restos muy destruidos de la iglesia de San Miguel, un buen ejemplo que fue un primer románico. Peor todavía fue el caso del monasterio de Santa María la Real, que fue fundado en 1141 en el paraje conocido como Coto de San Bernardo, a pocos kilómetros, y cuyo claustro, sala capitular y refectorio fueron vendidos en 1925 a William Randolph Hearst, el magnate norteamericano que promovió la prensa amarilla e inspiró a Orson Wells el personaje de Ciudadano Kane. 

Ahora, reconstruido, se utiliza como iglesia episcopal en North Miami Beach, en Florida. La iglesia y el resto de dependencias, que siguen siendo propiedad privada,  pero pueden visitarse en determinados días, bien merecen una visita porque es uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa de la época. De diario, dos poderosos mastines vigilan la entrada. 

Una historia semejante se vivió en Fuentidueña, que antaño fue la cabecera de la Comunidad de Villa y Tierras que aglutinaba toda la zona. El ábside de la iglesia de San Martín fue desmembrado y pieza a pieza se envió “temporalmente” a Estados Unidos donde fue reconstruido. Por supuesto, nunca volvió…

El camino que rodea Fuentidueña marca el escenario. Es una fantástica villa fortificada, con restos del castillo y la muralla, además de un palacio, varias iglesias y casas portaladas que se descubren al pasear por sus calles.

La ruta sigue por el valle del Duratón hacia San Miguel de Bernuy. Este tramo es muy atractivo para hacerlo a pie, muchas veces al lado del río, contemplando el vuelo de los buitres leonados. Dejamos de lado parajes más conocidos para desviarnos hacia Valle de Tabladillo, un caserío casi escondido en un paraje de curiosas formaciones rocosas calizas por donde hay varias sendas que proporcionan excelentes caminatas. Su arquitectura tradicional es interesante, con casas de dos plantas en que la baja es de piedra y la alta, de madera y adobe.   

Las  carreteras que atraviesan la Sierra de Pradales no tiene un límite claro, y el instinto siempre es un buen referente para buscar una nueva  sorpresa. Es fácil llegar a Urueñas, el pueblo que mantiene más población de toda esta zona y concentra algunos servicios fundamentales. La iglesia de San Juan Bautista es de grandes dimensiones, probablemente un antiguo templo románico que ha ido agrandándose con el paso de sucesivas intervenciones. Unas poderosas esculturas en acero y piedra nos acercan a las vanguardias.

Después de los primeros kilómetros vemos la efectividad del Volvo XC90. Silencioso, cómodo, ágil  y una sensación de seguridad que anima  a  prolongar la conducción.  La conducción en eléctrico transmite una calma absoluta y mejora los consumos. El sistema híbrido puede funcionar en tres modos, Hybrid, Charge y Pure, este último totalmente eléctrico, que nos permiten graduar el consumo de energía en el vehículo así como su comportamiento. 

En las largas distancias se  agradece su agilidad y el relax de conducción, pero sobre todo el silencio, son los protagonistas en un SUV que permite abordar cualquier terreno sin preocupaciones. Urbano y económico cuando hay que serlo, perfecto para afrontar grandes viajes gracias a sus 640 litros de capacidad de carga, potente y ágil en toda circunstancia. Por supuesto, que la seguridad marca Volvo está garantizada incorporando todos los avances en ayudas a la conducción, conectividad e infoentretenimiento: Google integrado, asistente a la conducción, sistema de información de ángulo muerto, cámara de 360 grados y toda la experiencia de la firma sueca a la hora de diseñar y ejecutar chasis que resisten cualquier imprevisto.

Las carreteras comarcales nos lleva a lugares diferentes. Se llega luego, por Navares de Enmedio, a Navares de las Cuevas, otro lugar lleno de sorpresas. Como el palacio de los Marqueses de Revilla, renacentista, y un poco apartada la prerrománica ermita de Nuestra Señora del Barrio. En Aldeanueva de la Serrezuela se encuentran, como en otras poblaciones de esta zona, lagares y bodegas excavadas en la roca o aprovechando cuevas. También, dos curiosos museos, uno dedicado a Doña Juana la Loca y otro a la Editorial Hernando, que durante más de un siglo realizó una importantísima labor cultural en España y cuyo fundador era originario de Aldeanueva. La ruta continúa por lugares como Aldehorno y Valtiendas y parece que se ha completado el círculo para llegar hasta la cercana Sacramenia. Pero todavía queda una sorpresa más. 

En Castrojimeno aparece la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, que en su origen fue un templo románico. También, como en otros pueblos de la comarca, los lagares y las bodegas tradicionales, muchas de las cuales todavía siguen utilizándose para guardar el vino. Pero lo más curioso está en la naturaleza. Castrojimeno está situado sobre una peña caliza bordeada por dos arroyos. 

La erosión ha generado curiosas formas en las rocas y cortados que dejan ver las diferentes capas y sedimentos que reflejan la historia geológica de la comarca. Así se encuentran abundantes fósiles marinos como moluscos y corales. Se calcula que hace 85 millones de años la zona estaba cubierta por un mar cálido y poco profundo que propició la formación de un arrecife de coral. Y es posible verlo ahora en este poco conocido rincón de la provincia de Segovia

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