Cuatro ríos para cuatro fines de semana en Soria

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Básicamente, la provincia de Soria es un fascinante paraje natural con múltiples puntos de interés. Ya sea con intención cultural, gastronómica o natural, o todas a la vez, algunos de sus ríos nos proponen excursiones perfectas para desconectar un fin de semana.

El turismo no tiene que caer en lo tópico y lo que precisamente nos ofrece el curso de ríos como el Duero, el Jalón o el Cidacos a su paso por Soria es poder elegir cómo disfrutar –ya sea en invierno o en verano– de todo lo que ofrece la región.

En todas las familias hay un hermano mayor y en el tema fluvial, el Duero puede ejercer de gran patriarca soriano. Sus aguas recorren Castilla y León a través de destinos que parecen pensados para el buen turista como el Parque Natural de la Laguna Negra, un paraje de pinares, hayas y una laguna de origen glacial a 1.773 metros de altitud que acapara nuestra mirada.

A su alrededor hay planificadas muchas actividades que no nos dejarán indiferentes, como su paisaje. Los Circos Glaciares de Urbión, en definitiva, son un formidable parque natural protegido.

Sus orillas unen localidades como Vinuesa o Covaleda, lugares igualmente perfectos para una escapada de fin de semana gracias a sus castillos, conjuntos históricos y buena gastronomía. La capital pone su parte poética antes de pasar por las joyas medievales de Langa, San Esteban o Burgo de Osma. Conocer el Duero soriano tiene algo mágico.

Muy distinto es el escenario del Jalón, principal afluente del Ebro en su margen derecho, nace en Soria y recorre algunos de los mejores espacios naturales de la comunidad. Su curso recorre los satinares y las gargantas del Jalón, que aparte de ser ejemplos perfectos de paraje natural bien conservado, permite al turista respetuoso e interesado con el medio ambiente disfrutar de vistas y rutas sin igual.

Imprescindible perderse en las hoces del Jalón y recorrer las murallas de Grisén, joya de la Ribera Alta del Ebro y que es en realidad un acueducto de mampostería que ostenta el título de la mayor construcción hidráulica de todo el siglo XVIII. Su entorno natural, denominado El Caracol, es un muy valorado lugar de recreo turístico.

El Queiles, afluente del Ebro por la margen derecha, son 45 kilómetros de interesantes parajes naturales. Nace en Vozmediano, y de camino hacia Aragón va desvelando un cauce irregular y de gran fuerza a través de las Sierras del Tablado y el Toranzo. Un escenario único!

En el citado Vozmediano ya podemos perdernos por los bosques en busca de algún salto de agua o un recodo bonito en el camino. Hay merenderos y todo está indicado y preparado para que el visitante pueda desconectar perdiéndose un poco en la frondosa vegetación. Cerca podemos recuperarnos en Ágreda, apodada la “Villa de las Tres Culturas”. No hay que perderse el castillo gótico de Vozmediano, del siglo XV, que mezcla mil estilos desde el romano hasta el medieval cristiano. Una vaguada comunica el río con el castillo, ofreciendo una buena dosis de misterio e imaginarnos un posible asedio.

El Cidacos es otro de los breves ríos (80 kilómetros en este caso) que riegan la riquísima tierra soriana. Nace a 1.307 metros de altitud en Montes Claros y recorre paisajes espectaculares. Hay una ruta a su paso por la Rioja, la del valle del Cidacos, repleto de restos arqueológicos que harán las delicias del público familiar o, simplemente, del aficionado a los dinosaurios. A su paso por Soria se muestra igual de ducho en sorpresas, con múltiples restos Cretácicos e interesantes paradas para disfrutar de la gastronomía soriana como la localidad de Los Campos o Santa Cruz de Yanguas.

El aire puro y el silencio caracterizan esta zona, la más despoblada de Soria, donde podremos a buen seguro disfrutar en solitario de joyas como la torre románica de San Miguel, en Yanguas, y desde luego de las numerosas rutas de gran atractivo natural que nacen desde el Cidacos.

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