LOS CAMINOS DEL MAR BUSCAN EL VIÑEDO.

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Dicen los clásicos que los kilómetros en Galicia son más largos. Los viajeros modernos dicen que ni el mismo Google Map sabe muy bien por donde llevarnos cuando llega a esta tierra de meigas, leyendas, cruceiros y vinos. Aquí hay de todo y para todos los gustos… Por algo será.

Estamos en un lugar perfecto para salir con nuestra autocaravana. Es un lugar en donde siente Galicia y su manera de entender la hospitalidad. Ese laberinto de camino parece pensado para ayudar al perdido, para llevar a visitante de aldea en aldea para que disfrute del camino, aunque se pierda o piense que los kilómetros aquí tiene algo más de mil metros.

La zona ha apostado fuerte por las variedades de uva autóctonas, como la Albariño, que resiste muy bien al clima lluvioso tan característico de la comunidad, y cuyo origen es la orilla del río Umia. Las condiciones de la zona, tanto del relieve como de estructura social minifundista, provocan que la viticultura sea tradicional, cuyo elemento principal es el emparrado, lo que provoca que la poda y vendimia se tenga que realizar a mano.

Nuestra Mercedes Marco Polo es un producto perfecto para este tipo de recorridos. Esta D.O se encuentra principalmente en la provincia de Pontevedra, aunque también hay alguna bodega y viñedo en A Coruña. La historia de la viticultura en la zona se remonta al siglo XII, cuando los monjes cistercienses se asentaron en la zona provenientes de Borgoña enseñaron el oficio y mostraron a los habitantes cómo cultivar las variedades de uva autóctonas y sacarles el mejor provecho.

La Denominación de Origen Rias Baixas se extiende por 5 subzonas: el Condado do Tea, O Rosal, Soutomaior, Ribeira do Ulla y Val do Salnés. Visitaremos estas zonas durante los siguientes párrafos para empaparnos de Galicia y sus vinos.

En el Condado do Tea, alrederor del río que le da nombre, podemos encontrar una gran cantidad de rutas por medio de la naturaleza con unos paisajes espectaculares que enamoran. Cerca del nacimiento del río se encuentran los pasos de Tatín, y a la altura de Mondariz varios paseos y playas fluviales. La zona está repleta de minúsculos poblados con un encanto especial, los cuales se dedican casi en su totalidad al sector primario, y varios de ellos al vinícola, como Cabeiras, muy cerca del río Miño y del precioso Mirador de San Fins.

No son carreteras fáciles pero merece la pena ir sin prisas para disfrutar del paisaje y un entorno muy especial.

Muy cerquita de aquí, en dirección al oeste seguimos atravesando estos pequeños poblados tan característicos de la zona rodeados por verde y ríos, y nos encontramos con Rubiós, que tiene una de las Bodegas de la D.O en medio de este paisaje sobrecogedor.

Por otro lado, en plena desembocadura del Miño en el Atlántico se encuentra O Rosal, otra de las zonas importantes para la D.O, pero que cuenta con reclamos más allá del vino, como los miradores a la propia desembocadura del río (el de Cabezo Gordo es espectacular), así como los curiosos Muíños do Picón y do Folón.

Más al norte, a orillas del Verdugo, está Soutomaior. En esta localidad podemos encontrar rutas hasta con puente colgante sobre el propio río Verdugo, hasta un puente de época medieval aún en pie. Además, no se encuentra lejos de la desembocadura, que tiene una postal preciosa si retratas el Ponte Sampaio (también medieval) o desde el mirador Banco de Caritaina.

Si hablamos de la Ribeira do Ulla tenemos que hablar de la cantidad de pazos y parroquias que se asientan cerca de su orilla, como los de Santa Mariña cerca de su nacimiento. Pero también de lo idílico del recorrido del río para los amantes de la naturaleza, ya que la fuerza con la que baja el río en dirección al océano lo convierte en un lugar ideal para la práctica del barranquismo en los torrentes do Mácara, por ejemplo.

Para finalizar, con el Val do Salnés, decir que aquí se viene a disfrutar del vino, de un buen Albariño, pero que tampoco se pueden dejar de visitar las ruinas de la iglesia de Santa Mariña, o acercarse a los restos del faro romano de Sadurniño y entender desde allí por qué desde hace siglos esta tierra ha sido lugar idóneo para querer quedarse a vivir en ella.

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