¿Quieres pasar un día de Halloween especial? ¿Quieres conocer los lugares con más misterio de nuestra geografía? Pues quédate a leer este post porque te vamos a llevar a los cinco sitios de España más misteriosos. Noches de valientes para gente con carácter. Si lo que estás buscando en una fecha dedicada al terror es experimentar esto precisamente, demos una escalofriante vuelta a la geografía española más terrorífica. ¿Truco o trato?

Cuando se sube el Puerto de los Leones, por la N-VI, se encuentra el Sanatorio militar “La Marina”, en las afueras de la localidad de Los Molinos, en la Sierra de Guadarrama. Las vistas de la Sierra madrileña antes de pasar a Segovia, nos van a cambiar el ánimo, pero de noche es otra cosa.

La sierra tiene varios sanatorios del estilo, pero este en concreto es famoso entre los investigadores de lo paranormal, pues se cuenta que en él suceden gran número de fenómenos que dicen pueden estar relacionados con la cantidad de personas que perdieron la vida entre sus muros. Ruidos de llaves, pasos, puertas abriéndose y cerrándose, mientras caminas por salas de quirófano, la morgue o la capilla es una experiencia solo apta para los más valientes.

Si buscamos una componente histórica y un recorrido del misterio en Zaragoza, visitando el Pueblo Viejo de Belchite, conocido dentro del mundo del misterio como “el pueblo de las psicofonías”, ya solo por esto da intriga y respeto al mismo tiempo. Belchite es un pueblo que fue arrasado durante la guerra civil, un hecho desde el cual ha plagado el lugar de leyendas, ya que Franco ordenó destruir por completo el pueblo y construir uno nuevo al lado.

La cantidad de muertos que hubo hizo imposible los entierros y los cuerpos fueron quemados junto a los escombros del pueblo, es por esto que se cuenta que las almas de todos ellos se quedaron vagando por la zona, lo que explicaría la cantidad de ruidos y sonidos paranormales que tienen lugar. El ayuntamiento de Belchite ofrece visitas guiadas si quieres experimentar esto en primera persona, con el añadido de las sensaciones que produce siempre visitar un lugar castigado por los genocidios del siglo pasado. Pasar la noche por la zona no es muy recomendable.

De Zaragoza nos movemos a Valencia, donde os invitamos a visitar un lugar que ya es “creepy” por sí solo, una fábrica abandonada de muñecas. Estas figuras siempre han dado mal rollo, lo hemos podido ver en películas de terror toda la vida. Aquí, en la localidad de Segorbe se encuentra la fábrica que nos pone los pelos de punta, pues sigue habiendo gran cantidad de restos de muñecas que no llegaron a ser montadas y vendidas.

Por si fuera poco, se cuenta que está construida sobre un antiguo convento donde fueron fusiladas monjas y monjes y arrojados al pozo que allí se encontraba, lo que alimenta que se experimenten hechos paranormales en ella, ¿te atreverías?

Nos dirigimos ahora a Burgos, al que llaman “El Pueblo Maldito”, Ochate. Solamente el nombre hace que te pienses un par de veces si quieres visitarlo. Un municipio abandonado en el Condado de Treviño, un pueblo fantasma en el que ha habido avistamiento de entes de otro espectro, muertes y desapariciones en extrañas circunstancias o, directamente, sin ninguna explicación racional. Se cuenta además, que una decena de familias desaparecieron aquí de la noche a la mañana, sin ninguna pista. Un lugar que da realmente respeto de visitar si eres un poco susceptible, solo para aquellos más curtidos en este mundo.

Por último, pero no por ello menos escalofriante, nos vamos al sur, al Monasterio del Diablo, en Carmona, Sevilla. Lo primero a destacar es que no existe ninguna referencia a este monasterio franciscano por ninguna parte, pero existe, como si no quisieran que se supiera de su existencia.

La leyenda cuenta que un fraile se levantó una noche de su cama y se dirigió a la sala en la que se guardaba la comida con unos enormes ganchos en los que colgaban la carne para mantenerla. Tras esto, aparecieron todos sus compañeros frailes colgados de esos ganchos. Al parecer, hoy en día, los animales que rodean al monasterio, no quieren ni entrar, ¿te atreves tú?