La frontera en Valladolid se convierte en reclamo
La historia es mejor que cualquier folleto turístico. Una batalla, un castillo o una catedral es el reclamo perfecto para una parada o un fin de semana ocioso. Pasear por la historia es la mejor manera de dejar correr la imaginación por la salida de una autovía.
No todos los que pasan por la autovía son conscientes del gran patrimonio que se guarda en el desvío de Simancas. El castillo y sus contenidos son el gran patrimonio de la memoria española. Desde fuera el Castillo de Simancas es una impresionante fortaleza medieval ubicada en el corazón de la población, muy cerca de Valladolid. Fue construido en el siglo XV por orden del rey Juan II de Castilla y se destacaba por su función defensiva.
A lo largo de los siglos ha sido utilizado como prisión y archivo histórico, siendo este último su uso actual. En su interior alberga importantes documentos históricos, como los primeros ejemplares de la famosa Comedia de Calixto y Melibea, más conocida como La Celestina. Con sus gruesos muros y su imponente torre del homenaje, el Castillo de Simancas es una visita imprescindible para los amantes de la historia.
No menos impresionante es el Castillo de la Mota en Medina del Campo. Aunque está a la afueras del casco histórico es el gran reclamo de esta capital de las Ferias y Mercados castellanos. Arquitectónicamente, el Castillo de Medina del Campo es un antiguo castillo-palacio. Fue construido en el siglo XV y destaca por su estilo mudéjar-gótico. En su interior alberga un museo que exhibe distintas colecciones artísticas y arqueológicas relacionadas con la historia de la localidad, así como una sala dedicada a la figura de Isabel la Católica, quien tuvo una gran influencia en la historia de esta fortaleza. Las series televisivas han ayudado mucho a revitalizar el interés por este edificio.
Desde lo alto del castillo se pueden disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores. El Castillo de Medina del Campo es un importante patrimonio histórico de la región y una visita imprescindible para aquellos interesados en la historia y la arquitectura medieval.
Algo parecido sucede con su gran rival, el Castillo de Peñafiel. Sin lugar a dudas, el Castillo de Peñafiel es uno de los más famosos y representativos de la provincia de Valladolid. Se ubica en lo alto de un cerro y domina el paisaje de la localidad. Construido en el siglo X, este castillo destaca por su estilo gótico y su imponente torre del homenaje, de más de 30 metros de altura. En su interior alberga el Museo Provincial del Vino, donde se puede conocer la historia y tradición vitivinícola de la región. Además, desde lo alto del castillo se puede disfrutar de unas vistas espectaculares del Valle del Duero.
No nos debemos olvidar de poblaciones que se unen con las anteriores para crear la ruta perfecta. Las murallas de Medina de Rioseco es una antigua fortaleza situada en el municipio de Medina de Rioseco, en la provincia de Valladolid. Fue construido en la Edad Media y ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos. Destaca por su imponente torre del homenaje y su cuidada muralla. En su interior alberga un centro de interpretación que permite a los visitantes conocer la historia de la fortaleza y del municipio. Además, desde lo alto del castillo se puede disfrutar de unas vistas panorámicas de la localidad y su entorno.
No menos impresionante, es el Castillo de Portillo, que se levanta tan orgulloso para robar la personalidad a todo el pueblo. Data de la Edad Media y se caracteriza por su estilo mudéjar. Está compuesto por una torre del homenaje, varios lienzos de muralla y un foso. En su interior alberga una exposición permanente sobre la vida y costumbres de la Edad Media. Desde lo alto del castillo se obtienen unas impresionantes vistas del pueblo y los campos de la campiña vallisoletana. El Castillo de Portillo es un lugar lleno de historia y encanto que merece la pena visitar.
Otro hito importante de esta ruta por los castillos vallisoletanos lo encontramos en el Castillo de Fuensaldaña. Es una antigua fortaleza situada en el municipio de Fuensaldaña, en la provincia de Valladolid. Fue construido en el siglo XV y destaca por su estilo gótico-mudéjar. Está compuesto por una torre del homenaje y una muralla que rodea el recinto. En su interior alberga un museo donde se exhibe una interesante colección de armas antiguas, así como distintas exposiciones temporales relacionadas con la historia y la cultura de la zona. Además, desde lo alto del castillo se obtienen unas vistas espectaculares del entorno. El Castillo de Fuensaldaña es un lugar que nos traslada a la época medieval y nos permite conocer más sobre la historia de la región. Su recuperación para convertirlo en hotel, fue una manera de dar nueva vida a este maravilloso edificio, que seguro que nos guarda muchas emociones.
Y seguro que volviendo a los castillos de carretera tenemos hueco para detenernos en Iscar. Desde la CL 602 la silueta del Castillo de Íscar, es uno de los grandes reclamos de las cercanías de la capital de Castilla y León. Ante todo es una imponente fortaleza que data del siglo XV. Su construcción fue ordenada por el Infante de Aragón y se caracteriza por su estilo gótico-mudéjar.
Está compuesto por una torre del homenaje, que alcanza los 33 metros de altura, y una muralla que lo rodea. Su interior alberga un museo etnográfico, donde se puede conocer la historia y cultura de la zona. Desde sus almenas se puede disfrutar de unas vistas panorámicas del pueblo y sus alrededores. Su adaptación a los tiempos modernos con un bar y una fábrica de cerveza es más que suficiente como reclamo.
Novedades
Déjanos tu email y te mantendremos informado.