Me como Soria: Calidad y cercanía más allá de los torreznos
No cabe ninguna duda de que los pequeños pueblos guardan entre sus calles verdaderos tesoros que merece la pena descubrir. Aunque muchas veces las grandes urbes atraen a más turistas que los pequeños núcleos, hoy te traemos 5 motivos por los que debes visitar los pueblos de la provincia de Soria. Esos 5 motivos tienen nombre y apellido y tienen que ver con una estupenda oferta gastronómica que tienes que probar. Te hablamos de algunos de los mejores pueblos de Soria donde pararse a disfrutar de una buena comida.
El Burgo de Osma
Empezamos nuestro recorrido por El Burgo de Osma, uno de los pueblos más bellos de la provincia y, para muchos, la capital del torrezno. Este pueblo tiene todo lo que se puede esperar de un lugar perfecto para visitar: una catedral gótica impresionante, una Plaza Mayor pintoresca y murallas medievales que aún se mantienen en pie. Pero además de su arquitectura, El Burgo de Osma es conocido por su rica tradición gastronómica.
Entre los productos más famosos de esta localidad están los torreznos, ideal para acompañar con un buen vino o cerveza. Aunque hay otros platos para probar, como los embutidos o los dulces artesanales, el torrezno es el rey indiscutible de la gastronomía local.
El Burgo de Osma también ofrece un punto de partida excelente para explorar el Parque Natural del Río Lobos, un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza. De hecho, es un lugar ideal para pasar un fin de semana sin necesidad de coger el coche, ya que todo lo interesante está a pocos minutos a pie.
Almazán
Seguimos nuestra ruta en Almazán, otro de los pueblos con más historia de Soria, y aquí, el dulce es el verdadero protagonista. En esta localidad se encuentra la Confitería Pastelería Almarza, una de las más antiguas de la provincia, fundada en 1820 y que sigue fiel a la tradición artesanal. Las yemas de Almazán, elaboradas con yema de huevo y azúcar, son uno de los grandes orgullos de este pueblo. Son sencillas, pero absolutamente deliciosas. Además de las yemas, aquí también son famosas las paciencias, unos dulces crujientes que combinan harina, huevo, azúcar y un toque de ralladura de limón. Ambos productos son elaborados sin conservantes, lo que les da una frescura y sabor únicos.
Un lugar que no te puedes perder en Almazán es la Plaza Mayor, un espacio donde podrás disfrutar de la tranquilidad del pueblo mientras pruebas alguno de estos dulces tradicionales. Además, la ciudad está rodeada de un entorno natural único, con paseos junto al río Duero.
Abejar
A tan solo 28 kilómetros de la capital soriana, encontramos Abejar, un pequeño pueblo conocido como la «Puerta de los Pinares» porque es el punto de acceso a la mayor masa de pinares de toda España. Este es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza, ya que ofrece varias rutas de senderismo que te adentrarán en un paisaje verde y fresco, rodeado de pinos.
Uno de los grandes tesoros de Abejar es su foie gras y los productos de pato Malvasía, que han logrado una fama internacional por su calidad. Las condiciones climáticas de Soria, con inviernos fríos y veranos suaves, son ideales para la cría de estos patos, lo que les permite producir un foie gras de una suavidad y sabor excepcionales.
Además de parar a comer en Abejar, también se hace obligatorio recorrer sus calles, donde te toparás con una iglesia gótica del siglo XVI, la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, y una ermita del siglo XVIII, la Ermita de Ntra. Sra. del Camino, lugares que bien merecen una visita si te encuentras en la zona.
Molinos de Duero
Molinos de Duero es otro de los pueblos fascinantes que descubrirás en esta ruta. Situado a orillas del río Duero y rodeado de pinares, este pueblo es uno de los más señoriales de la provincia. En este pintoresco lugar, también deberás algunos de sus monumentos y construcciones más señaladas, como la iglesia parroquial de San Martín de Tours, una de las pocas iglesias góticas de la provincia con planta de cruz griega.
El pan de la panadería García, uno de los negocios más conocidos de la zona, es otro de los grandes atractivos de Molinos de Duero. Sin duda, su pan es uno de los mejores de la región y no puede faltar en ninguna visita a este pueblo.
Además, Molinos de Duero es un lugar con mucha historia. Fue un importante centro de la Real Cabaña de Carretería, y aún se pueden ver las huellas de esa época en las casonas del siglo XVI y XVIII que salpican el pueblo.
Oncala
Finalmente, llegamos a Oncala, una pequeña población situada en el norte de Soria, en la comarca de Tierras Altas. Oncala es también conocida por ser un punto de paso para ciclistas que se aventuran a subir hasta los 1454 metros del Puerto de Oncala, un lugar donde se pueden disfrutar de vistas espectaculares. El río Linares, que atraviesa el pueblo, es otro de los atractivos naturales de la zona, un lugar perfecto para hacer una excursión.
El puente que une los dos barrios de Oncala, el barrio de Abajo y el barrio Alto, es otro de los elementos que le dan carácter al pueblo. En el barrio Alto se encuentra la Iglesia de Oncala, un edificio de gran valor histórico que bien merece una visita.