Qué gusto da dar con un lugar de calidad y hemos dado con uno de ellos. En pleno barrio del Retiro, en la capital madrileña, se encuentra Casa de Fieras, que vimos nacer el año 2017 y se ha convertido en un lugar de obligada visita en la ciudad de Madrid si te gustan las cosas ricas. En la avenida Menéndez Playo 15 encontramos este local informal.

Un viejo taller de curtidos de pieles que se ha transformado en un local muy acogedor y sereno, ya que, como dice el propio Rafael, propietario del restaurante: “autenticidad y honestidad son las dos palabras que definen nuestra carta y nuestra filosofía”.

Aquí, en Casa de Fieras, que debe su nombre al extinto zoológico que hubo tiempo atrás en el parque del Retiro, que todavía algunos recordamos en la películas con Toni Leblanc, Paquita Rico o Jose Luis Lopez Vazquez, podemos disfrutar de la gastronomía sin horario, ni planes preestablecidos. Desde el aperitivo los fines de semana, hasta el afterwork entre semana, pasando por contundentes comidas o informales cenas, es el local ideal.

Posiblemente su fórmula más fácil sea su menú de 32 euros con fácil elección entre sus productos más solicitados de la carta. Pero si no tenemos tiempo y hay que pensar en una parada rápida la oferta es generosa desde la entrada. Encontramos una especial para barra en la que destacan tapas frías y calientes, como ensaladilla rusa, croquetas de rabo de toro. Sorprende el manejo del atún en muchas versiones. Sus marinados con lima o los dados de atún picante sobre media lima o los dados de atún rojo marinado con guacamole, son una maravilla.

Cualquier elaboración que tenga atún destaca sobre el resto, pero aún más allá, diría que el plato estrella de Casa de Fieras es sin duda el tartar de atún. ¿Más atún? También podemos optar por el atún rojo marinado sobre tosta de maíz, aguacate y huevo de codorniz, o el tataki de atún con salsa ponzu.

Hablar de sus callos, de sus chipirones o de su carrilleras nos recuerdan a esos guisos de familia, cuando el domingo era obligado ir a casa de mamá, por amor, por presupuesto y por que así lo mandaba la autoridad familiar. Por suerte, Rafael y su equipo hacen todo más fácil.

Para terminar de la manera más dulce posible una buena comida o una cena con amigos, el coulant de dulce de leche con helado de coco o, ahora que hace calor, un helado artesano del sabor que escojas, pondrán el broche de oro a una experiencia genial.

Luego también podemos disfrutar, por si fuera poco, en un ambiente más distendido, de su carta de cócteles, perfecta para una sobremesa que se alarga en la cena. Clásicos como las margaritas o las caipiriñas o combinados, hay para todos los gustos.

Un restaurante que no te puedes perder, en pleno centro gastronómico de Madrid.