La verdad tiene los trazos muy simples y en la gastronomía eso se nota desde un primer momento. Por eso, se agradece la apuesta de restaurantes como La Vasco Andaluza. No es un juego de palabras para tener mejor SEO, ni un equilibrio de ellas para llamar la atención. La Vasco Andaluza es una manera de entender un oficio tan antiguo como necesario, el dar de comer y hacer disfrutar al que se sienta a la mesa de un modo razonable.

Poner profesionalidad en la cocina y experiencia en la sala ya ofrece unos buenos principios. Si a eso unes calidad de producto sin prejuicios geográficos, tenemos mucho avanzado. Por eso, La Vasco Andaluza promete deliciosos viajes al norte y sur del país sin levantarse de la silla.

El ideólogo de este local es Ángel Perea del Pino, un empresario y emprendedor con mucha curiosidad, por eso su grupo empresarial está presente en proyectos muy diferentes. Sabe que un restaurante tiene mucho de gestión y otro tanto de creatividad. Por eso el trabajo de Soraya en sala y Sergio en la cocina logran un delicioso equilibrio. Solo así se puede lograr un fantástico menú de 27 euros que ayuda a recuperar el placer de sentarse en uno de los cruces más emblemáticos de Madrid. La tarjeta dice que estamos en Arturo Soria 2, pero ante todo estamos en el cruce de Arturo Soria y la Calle Alcalá, uno de puntos clave de Madrid.

Así se entiende que los pintxos son compatibles con las frituras, sin que falten los arroces con un guiño a cada una de las zonas. Gran motivo para repetir y compartir con familia, amigos o para almuerzos de trabajo. Un buen ejemplo lo tenemos en sus arroces. Uno, el Arroz Marinero, de almejas, gambas, choco y rape con un buen trabajado caldo de marisco y el otro, Arroz Campero, semi caldoso de pollo de caserío y las mejores verduras de temporada. Los dos son un reto para una segunda visita.

Algo parecido sucede con su infinidad de entrantes de lo más apetecibles que nos llevan a una u otra punta de la península: su Tortilla de Bacalao, las Croquetas melosas de txangurro o de rabo de toro al PX pueden ser el complemento de su Ensaladilla de melva y langostinos, con patata de Conil cocida, una suavísima mahonesa y huevas de salmón o un sofisticado Calamar de potera con aguacate y manzana verde, tomate seco y pipas de calabaza. Como resumen, prometo que el sabor se retiene en la memoria mejor que el nombre.

Y claro que no faltan los tópicos regionales. Las frituras más populares, como la Tortilla de camarones o el Bienmesabe gaditano y por la del norte, los Buñuelos de bacalao llegan de poco a poco antes de una infalible Merluza de pintxo en salsa verde, ese bacalao a la bilbaína o la vizcaína, y el atún en tartar o a la parrilla son los protagonistas indiscutibles de la página de los pescados.

Tranquilos los carnívoros, que hay hueco para una buena Txuleta y Txuletón premium de vaca madurados, hasta Pluma ibérica del Rincón de los Pedroches. Por favor, hay que dejar un hueco para probar el Canelón de pringa gratinado.

Almendras y hojaldres tienen un hueco con su Pantxineta, con esa crema pastelera que nos recuerda a las mejores tardes de prado y caserío. Los más caprichosos pueden optar por la Tarta cremosa de Idiazabal con daditos de membrillo o por la Tarta de la abuela, de chocolate y galleta crujiente con helado de leche. Sin comentarios.

En resumen, La Vasco Andaluza (Arturo Soria, 2. Madrid. Tel. 91 216 20 21 / 687 683 571. www.lavascoandaluza.com) es un restaurante cuya carta se nutre de recetas de dos de las gastronomías más sabrosas y reconocibles de España, la andaluza y la vasca juntas, pero no revueltas, sin fusiones. Aquí se viaja a Bilbao con un pescado… y al momento nos plantamos en Cádiz con otro.

El precio medio en sala es de 35-40 € en carta y en ‘barra’ se puede picar algo rico por unos 10-15 €. Muy recomendable su menú degustación, que cuesta 27 € y está disponibles en cualquier servicio. A disfrutar.