GUAYAS: LA JOYA GASTRO DE ECUADOR
Hay sitios que quedan fácilmente grabados en nuestra memoria viajera, y aquí tenemos un gran ejemplo. Si algo me quedó claro tras visitar la provincia del Guayas, en Ecuador, es que este rincón del mundo lo tiene todo para conquistar: paisajes, sabores, historia y una calidez humana que no se compra ni se aprende, ¡se lleva en la sangre!
Estamos en una región muy cercana al paralelo 0º, bañada por el Pacífico Sur y salpicada de ríos y manglares. Guayas cuenta con más de 4 millones de habitantes y disfruta de un clima constante, con agradables 25-30 grados durante todo el año. Vamos, un eterno verano. Después de tener la oportunidad de conocer sus encantos en la última edición de FITUR, puedo decir que es fácil crear una lista de antojos y renovar el amor por los ceviches más alucinantes de la cocina ecuatoriana.
Madrid Fusión también ha servido como lanzadera para conocer esta región. Durante tres días, entre showcookings y conversaciones con chefs locales, nos sumergimos en la riqueza cultural y gastronómica de este paraíso. Incluso tuvimos el privilegio de escuchar a Marcela Aguiñaga, la prefecta de la provincia, quien, con su pasión y sus historias, logró transportarnos casi 9.000 kilómetros sin movernos del suelo.
Guayaquil: la Perla del Pacífico
La capital de Guayas, Guayaquil, tiene un encanto especial. Lo que comenzó como un modesto astillero ahora presume de uno de los sistemas portuarios más activos de la región. Pero no todo es barcos y comercio: esta ciudad es arte, música, literatura y unos atardeceres que te dejan suspirando frente al río Guayas.
Si eres amante de la naturaleza, el Refugio de Vida Silvestre Manglares El Morro es una parada obligatoria. Aquí puedes navegar entre manglares, observar aves y, con algo de suerte, ver delfines. ¿Quién necesita Netflix cuando tienes delfines en vivo?
Dato literario interesante: Guayaquil también fue hogar del mítico Grupo de Guayaquil y del famoso cantautor Julio Jaramillo Laurido, el “Ruiseñor de América”. Además, esta ciudad conquista con su combinación de modernidad y tradición, que late en cada rincón de sus calles. ¡Ah! Y si te quedas con ganas de más, desde el aeropuerto José Joaquín de Olmedo puedes llegar a las Islas Galápagos en menos de dos horas.
Sabores como patrimonio
Pero Guayas es mucho más que su capital. Si algo puede hacerte «viajar» de nuevo a un lugar, son sus sabores, ingredientes y elaboraciones típicas. Cada localidad de la provincia tiene sus propias especialidades, y muchas de ellas estuvieron presentes en el stand de Guayas en Madrid Fusión, justo después de FITUR. Entre las delicias que probamos estaban el tigrillo, la empanada de verde rellena de cangrejo rojo autóctono, el seco de chivo y los bolones de chicharrón.
Cada cantón tiene su sello. En Playas, por ejemplo, los mariscos son los protagonistas: ceviches, pescados al carbón, el famoso arroz engabadeño o el encebollado de albacora asada, todo directo del mar a la mesa con una frescura incomparable. En Jujan, la estrella es la fritada de cerdo; mientras que en Nobol, Daule y Salitre, los “secos” se llevan el premio: de gallina, pato, cordero o chivo, cada guiso con su salsa especiada es una auténtica delicia.
Si te adentras más en Guayas, encontrarás rincones donde el aroma a maíz, cacao, yuca y café lo inunda todo. En Balao, los protagonistas son el cangrejo rojo y el camarón, celebrados cada noviembre en su «Festival del Marisco». Incluso hay un monumento dedicado a estos manjares, ¡y con razón! Por su parte, Naranjal, conocida como la “capital del cangrejo rojo”, organiza cada agosto un festival con más de 30 platos, como crema de cangrejo y arroz cremoso, sabores que aún sueño.
En Balzar, el maíz es el rey, aunque aquí también hay cacao, plátano y mango. En agosto, no puedes perderte el «Festival de la Chucula», un postre de plátano maduro y leche que te devuelve la fe en el mundo.
En resumen: Guayas lo tiene todo y para todos. Sol, playa, naturaleza, aventura, folclore y, por supuesto, una gastronomía que deja sin palabras. Así que… ¿cuándo hacemos las maletas?