HYUNDAI KONA A LA SORIANA

Categories: Motor, Viajes852 words4,6 min read

El Duero en Soria aporta mucha personalidad.  La nieve se convierte en agua y a medida que fluye hacia el Oeste,  sus aguas son un cordón de riqueza y prosperidad. Es el epicentro de la vida de muchas especies de flora y fauna de la zona, pero también lo fue para los primeros habitantes que llegaron aquí siglos atrás, pues era la mejor fuente de agua de toda la región. Muestra de ello es la cantidad de pueblos que salpican el paisaje en las dos orillas del río. 

Algo parecido sucede con el Hyundai Kona, un coche polivalente que une el ocio y la sostenibilidad de un modo eficiente y sensato. Por eso es una compra muy adaptada a nuestros tiempo. Disfrutar  de la naturaleza, no necesita  grandes presupuestos, pero hay que están mentalizado para ello.  

La gama del Kona apela a todos los usos y necesidades posibles en un vehículo que nos sirve para lo cotidiano y para disfrutar de la vida en toda sus expresiones. Estamos ante producto moderno y adaptable a un público muy variad. De tamaño equivalente a un compacto clásico pero con el plus que aporta la filosofía SUV.

Su estética poderosa y llamativa nos recuerda esas zonas boscosas de Soria. Donde la naturaleza se hace dueña de los escenarios. Cuando algo es un éxito de ventas seguro que hay algún motivo. Todo un éxito de ventas y un verdadero tanto para la marca en el segmento más competido de todos. La experiencia siempre es un valor añadido para una segunda generación. 

Conocido por sus llamativas ópticas divididas, el Kona se diversifica como pocos modelos en el mercado con varias mecánicas y opciones de impulsión. Potencia no falta en ninguna de ellas, aunque la practicad y comodidad se impone sobre otros criterios. El Kona, no obstante, puede presumir del comportamiento seguro y aplomado de todos los Hyundai, renovado ahora con una nueva estética futurista que continúa las líneas maestras del modelo anterior. 

Hemos llegado a Castroviejo, con un mirador a los pies del nacimiento del río que nos quita el aliento nada más bajarnos del coche, es uno de los enclaves naturales más maravillosos no solo de Soria, si no de España. Con reclamos para todo amante a la naturaleza, desde vías ferratas, cascadas donde hacer barranquismo, y picos montañosos a los que subir. 

Cuando el rio se abre paso entre los pinares podemos visitar  Duruelo, Aquí tendremos que visitar sí o sí, la Iglesia de San Miguel Arcángel. Además, en la zona de este municipio se encuentra el nacimiento de nuestro protagonista, apenas a 8km. 

La siguiente parada es Covaleda, un pueblo que sorprende  por lo moderno que es, en comparación con los demás de la zona. Pero todo tiene una explicación, en 1923 sufrió un incendio que arrasó con casi todo, pero que dejó en pie alguno de los monumentos más importantes del municipio como la Iglesia de Santa Julita. Al igual que todo pueblo que vamos recorriendo, tiene unos alrededores naturales preciosos, pero aquí tenemos que destacar la cascada del arroyo de la Ojeda y la Piedra Andadera, una piedra móvil de más de dos toneladas. 

Otro pueblo a orillas del Duero al que nos llevan nuestros pasos es Molinos de Duero, muy valorado por ser un pionero del turismo rural y por  defender con orgullo su arquitectura popular. Las entradas en arco de los caserones repartidos por sus empedradas calles, con balconadas voladas y blasonadas de los siglos XV-XVIII nos cuentan cómo pocos siglos atrás este era uno de los principales destinos para asentarse para la nobleza. La iglesia gótica de San Martín de Tours preside el pueblo.

La siguiente parada que vamos a realizar es obligatoria, ya lo avisamos. Estamos ahora en Garray, donde se encontraba la antigua ciudad romana que hizo crecer a toda la región: Numancia. Aquí el Duero dibuja un recorrido tan peculiar como hermoso, parece que cambie de opinión y decida mirar hacia el Atlántico. Además de que es la zona más especial del Duero en su paso, no puedes dejar de visitar lo que queda de la ciudad de Numancia, los restos arqueológicos, puentes y calzadas salpicadas por la zona te hacen imaginar cómo los legionarios que conquistaron nuestra península deambulaban por la región y convirtieron Numancia en uno de los centros neurálgicos del Imperio. 

Por supuesto, el Duero pasa por la homónima capital de la provincia, y ciudad más importante actualmente de la misma. En Soria, la muralla parece ir acompañando al río en su recorrido, y tendremos que visitar el paseo de los enamorados y San Saturio que debemos acompañar del  claustro románico de San Juan de Duero. Seguro que unos vinos en las tascas y tabernas cercanas a la calle del Collado nos van a dar nuevas energías. 

Novedades

Déjanos tu email y te mantendremos informado.

Comenta

Comparte