MERCEDES CLASE T: REFINAMIENTO Y RESISTENCIA

Hay coches que podrían ser una miembro más de la familia y el Clase T de Mercedes (https://www.mercedes-benz.es/passengercars/models/van/t-class/overview.html) es uno de ellos. Técnicamente es una Mercedes Citan para pasajeros pero más refinado, con más opciones de confort y, sobre todo y más importante, matriculable como turismo (categoría M1). Por eso, es el coche perfecto para usar todos los días.

El uso cotidiano es su gran valor. El Clase T tiene un tacto de conducción similar al de un turismo normal de precio medio, al que en todo caso aventajaría en visibilidad. Su mejor cualidad es que desde el puesto de conducción se disfruta de una visibilidad poco común incluso en los SUV actuales, que son altos, pero no tienen una gran superficie acristalada. En el lado opuesto está el confort acústico, claramente inferior, puesto que el Clase T es confortable a velocidad normal. Si la velocidad aumenta en exceso la insonorización se pone a prueba.

Las dos versiones más potentes, tanto diésel como gasolina, casan con un estilo de conducción tranquilo. Ambos motores responden de forma homogénea. Para mi gusto, pese a ser menos potente, el motor diésel de 116 caballos es algo más agradable de usar en el Clase T que el de gasolina. Al pisar a fondo es un poco menos rápido, pero en el resto de uso, que es el cotidiano de un coche así, su respuesta al acelerador parece más «llena», menos perezosa para mover la masa del Clase T. En todo caso es una diferencia mínima.

El cambio automático me parece muy aconsejable. En un coche orientado al uso familiar y lúdico, cualquier detalle que aporte comodidad se agradece, y este caso es claro. Incluso para mayor satisfacción a la hora de circular con remolque, o simplemente con el coche cargado por alguna carretera en la que sea necesario hacer adelantamientos frecuentemente.

Dirección, frenos y, en general, la puesta a punto del Clase T, hacen que nada desentone al circular. La suspensión da un confort normal, nada fuera de lo corriente pero satisfactorio para que nadie se queje en un viaje largo (salvo que sea muy pejiguera).

Estos asientos son bastante cómodos ofreciendo una posición elevada, además de erguida para la espalda. No obstante, resultan algo duros y cuesta encontrar la postura en los reposacabezas. Todos ellos, no obstante, son ajustables. El espacio para las piernas entre respaldos es más que notable y enorme es la distancia entre el cojín de los asientos y el techo.

Por su parte el maletero ofrece 520 litros de capacidad, con un espacio de carga de hasta 1,86 m desde la boca del maletero a los asientos traseros, siendo aun mayor con los asientos traseros abatidos que dejan el piso casi completamente plano. Más amplio será el de la variante de siete plazas, pues llegará hasta los 775 litros.

Estas bondades se suman a ópticas halógenas con intermitentes LED, llantas de aleación de 16 pulgadas, arranque y acceso sin llave, freno de estacionamiento eléctrico, sensores traseros de ayuda al estacionamiento, retrovisores de ajuste eléctrico calefactados, cristales tintados traseros, volante multifunción en cuero o tapicería de tela.

Si nos gusta mirar las cifras de consumo, aquí tenemos un punto fuerte. Las cifras homologadas en ciclo WLTP del Mercedes Clase T están muy parejas entre sí si comparamos entre las versiones de cada combustible. En el caso de los gasolina, tanto T 160 como T 180 coinciden a la décima, con 6,8 l/100 km incluso si el cambio es automático. En los diésel con cambio manual, el 160 d gasta 5,3 l/100 km y el 180 d, 5,7 l/100 km, pero si ambos se asocian a la transmisión automática, empatan en 5,6 l/100 km.

Está a la venta desde mayo de 2022 con motores diésel y gasolina de entre 95 y 131 caballos, con cambio manual o automático y siempre con tracción delantera. Para su precio, el Clase T no ofrece una ventaja clara frente a otros monovolúmenes de siete plazas y en torno a 4,50 metros. La primera variante disponible mide 4,50 metros y tiene cinco plazas y un maletero de 520 litros. Más adelante saldrá a la venta la variante de carrocería larga, con siete asientos.

La gama de motores del Clase T está compuesta por dos versiones diésel, T 160 d y T 180 d, con 95 y 116 caballos respectivamente; y dos versiones de gasolina, T 160 y T 180, con 102 y 131 caballos. Los dos diésel y el más potente de gasolina pueden tener cambio automático de siete marchas opcionalmente, aunque en todos los casos el cambio de serie es manual. No hay opción de tracción a las cuatro ruedas, solo delantera.

A todos los Clase T les corresponde la etiqueta C de la DGT, aunque más adelante habrá una versión eléctrica que tendrá la etiqueta CERO.

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