Pocas veces una foto simboliza la naturaleza de un país tan bien como las postales de las Torres del Paine en Chile. Sin lugar a dudas es uno de los más bellos parques nacionales de todo Chile. La silueta de sus espectaculares pilares de granito (Cuernos y Torres) es su imagen más fotografiada, pero hay muchas más fotografías inevitables: las de su abundante fauna o los increíbles lagos de aguas heladas y belleza majestuosa.

El Parque Nacional Torres del Paine es resulta uno de los destinos más «exóticos» del mundo, con sus originales montañas, glaciares, lagos multicolores, campos de hielo, bosques centenarios, extensas pampas y una insólita fauna salvaje que se descubre en medio de un silencio ya perdido en el resto del planeta.

El parque de Torres del Paine fue creado en 1959 y desde 1978 es Reserva de la Biosfera. Tiene una extensión de 242.000 hectáreas y su altitud va desde los 20 metros hasta los 3.248 metros, por lo que presenta todo tipo de paisajes y las más variadas posibilidades de excursiones. Algunas, de medio día o un día, pueden llevarnos a lagos con icebergs, a cascadas o a los miradores que permiten contemplar los Cuernos y las Torres del Paine.

Existen múltiples propuestas en Torre del Paine para disfrutar del entorno: desde caminar a la Cascada del Río Pingo o por el Valle del Francés, a la ascensión al Monte Ferrier navegar por el glaciar Grey en zodiac entre los témpanos de hielo, o simplemente fotografiar la privilegiada imagen de una naturaleza casi virgen.

Los amantes de la naturaleza no pueden dejar de mirar a su alrededor y observar los distintos tipos de vegetación que existen en el Parque. El Matorral Xerófito Preandino es el de la mata barrosa y el calafate, arbustos bajos que aguantan el frío y la aridez, y que se pueden ver en la entrada al parque por Sarmiento. Después está el Bosque Magallánico Decidúo, el que rodea las lagunas Azul y Amarga, el camping de Pehoé y la zona del lago Grey, compuesto por bosques de capuchitos y orquídeas, y de lengas y cohiues de gran desarrollo. Por último, el Desierto de Altura, que se describe a sí mismo en el nombre, y cuya vegetación va desapareciendo conforme aumenta la altitud.

La segunda cascada del río Paine, el Salto Grande, merece una foto por su espectacularidad, así como el Glaciar Grey, nacido del Campo de Hielo Sur. Éste es una enorme masa de hielo de 6km. de ancho y más de 60 metros de altura, dividido en dos frentes por un nunatak, una pequeña isla aparecida en el momento de la separación hace poco más de 50 años. Estos recorridos son ideales para hacerlos en todoterreno o a caballo, aunque los más dispuestos pueden calzarse las botas y poner rumbo al monte entre senderos y caminos

Se necesita estar en forma para disfrutar a fondo de este entorno maravilloso. Para llegar al Lago Paine, por ejemplo, hay que caminar 8 horas por un camino que atraviesa extensas llanuras que dejan el río a la derecha. Pero es que la gracia de este recorrido es continuar caminando otras 3 horas hasta llegar al refugio del Lago Dickinson. Después por el río Los Perros se atraviesa un hermoso bosque que conduce hasta un glaciar donde se puede acampar. Es difícil encontrar animales, ya que éstos huyen del hombre.

Sin embargo en Torres del Paine habitan alrededor de 21 especies de mamíferos, entre los que destacan pumas, zorros grises y culpeos, chingues o zorrillos patagónicos y guanacos, de la familia de las llamas, las vicuñas y la alpaca. Éste resulta relativamente fácil de ver en algunas zonas del Parque, como en la lengua de tierra que hay entre los lagos Sarmiento y Nordenskjöld.

Un atractivo plan de un día es el de subir hasta Laguna Verde. El sendero, poco transitado y de dificultad media, cruza hermosos bosques de lengas maduras y bordea pequeñas lagunas llenas de cisnes de cuello negro, flamencos, taguas, huelas y coscorobas. El recorrido es maravilloso para los que gusten encontrarse con animales que aun no huyen del hombre y para los que no quieran perderse una panorámica preciosa sobre los Cuernos del Paine y la ribera sur del lago Sarmiento. Está calculado para 4 horas sólo de ida, pero si se viaja en grupo, el descenso suele hacerse en coche.

Otras permiten contemplar la abundante fauna del parque compuesta por guanacos, cóndores, flamencos, cisnes y otras aves. Además el parque cuenta con una buena red de senderos perfectamente señalizados que recorren los diferentes parajes de pampas, espesos bosques magallánicos, lagunas con témpanos y glaciares, rodeado todo ello por la impresionante mole rocosa de los Cuernos del Paine. Espectacular.