La calidad no se improvisa. Si hay materia prima, el resultado suele ser siempre bueno. Salamanca es una provincia que apuesta por la nobleza gastronómica y el buen hacer de direcciones de calidad. Una ruta por sus carreteras más desconocidas nos lleva a descubrir una cocina inesperada. Un escenario tan polivalente como el Skoda Kamiq.

Hotel Don Fadrique

La historia es también un reclamo. A pesar de su modernidad, este magnífico hotel rural guarda un aire señorial. Y cuando lo conoces, lo corroboras. El Hotel Don Fadrique lleva sangre azul en su concepto de la hostelería. La familia Sánchez Monje, con Nicola y Manuel como directores de orquesta, tiene mucha culpa de que esta casa se haya convertido en un hotel aristocrático.

La primera sensación que notamos al llegar es la de hacer un guiño a la historia. No es difícil cuando miras a tu alrededor. Un jardín con césped perfectamente cuidado, un restaurante que te da la bienvenida con maderas nobles y una bodega que sería la envidia de Ernest Hemingway. Muchas etiquetas deseadas y una colección de champagnes franceses que demuestran que aquí se saber beber y comer.

Los asados no están reñidos con las verduras, que la vega del Tormes es generosa en hortalizas. Lomos de buey o solomillos de cerdo son buenos compañeros para esos excelentes guisos de pucheros. Unas alubias del Barco son compatibles con un delicioso Bacalao o una burrrata que queda en nuestra memoria gustativa.

Incluso algunos dicen que es el espíritu de Santa Teresa el que anima a los fogones de la zona. La mística y la gastronomía suelen ir de la mano.

Todo lo que rodea al hotel Don Fadrique tiene aroma de hidalguía, empezando por la fuerza de la poderosa arquitectura y acabando por sus numerosos detalles decorativos. Es la energía de las dehesas del campo charro, con sus terrenos llenos de encinas donde pastan libremente reses bravas y cerdos ibéricos. No es casual que a tiro de piedra se encuentre el Ducado de Alba de Tormes, uno de los principales títulos de España y el que le da nombre a la Casa de Alba.

A pesar del carácter noble de la casa, sus habitaciones destilan calor y hospitalidad. El señorío no está reñido con la afectuosidad, por eso sus estancias destacan por un clasicismo cercano, con camas grandes con doseles que nos hacen evocar épocas pasadas.

Sin ningún género de dudas, la cocina de este hotel salmantino apuesta por la unión entre la tradición y la modernidad. Es el viajero el que sale ganando con esta combinación. En Don Fabrique prevalece el producto estacional de la tierra, pero con un punto vanguardista perfecto para estimular los sentidos.

FICHA PRÁCTICA

Castilla y León. Salamanca. Alba de Tormes

Nombre: Hotel Don Fadrique

Código Postal: 37800

Dirección: Ctra. Salamanca – Alba de Tormes, Km 17

Web: www.donfadrique.com

E-Mail: [email protected]

Tlf: 923 370 076

Y además….

Rste. Casa Pacheco.

www.casapacheco.com.

Cl. José Antonio, 12. Vecinos. Salamanca

Tlf: 923 382 169

En pleno campo charro y a unos 25 Km al sur de la capital encontramos este establecimiento donde ofrecen culto a la buena gastronomía y a la fiesta grande por excelencia, los toros. En su barra podremos degustar diferentes tapas y raciones de embutidos ibéricos, como jamón de bellota, queso curado de oveja, o patés. Su carta de vinos es aceptable con referencias a vinos riojanos y Ribera del Duero. Su especialidad son los embutidos Ibéricos y carnes a la brasa asados en horno de leña. Las carnes de mi amigo Luismi tiene aquí una cuadrilla de seguidores.

Acogedores son sus salones donde la decoración taurina es su seña de identidad. Podemos optar entre disfrutar de una agradable sobremesa en el salón Julio Robles o Leandro Marcos, ambos decorados con recuerdos de los maestros. Después de un buen ágape no puede faltar esa tertulia taurina.

Museo de la Industria Chacinera.

www.museo.guijuelo.es.

Cl. Nueva, 1. Guijuelo.

Salamanca

Tlf: 923 591 901.

Como no podía ser de otra manera, una de las recomendaciones en la provincia es el Museo de la Industria Chacinera. Si por algo se conoce la provincia de Salamanca es por sus dehesas y por el ganado que aquí se cuida y mima para ofrecer los mejores productos. En la localidad de Guijuelo se encuentra este original museo que nos instruye en las distintas técnicas que se utilizan para elaborar los productos más típicos de la región. No en vano Guijuelo destaca por ser la cabecera del área Geográfica con mayor producción de jamones y embutidos ibéricos del mundo. Tres son las rutas que podemos elegir: Visitas guiadas, con una duración aproximada de 1:15 h, ruta del Jamón ibérico, aproximadamente 3:30h o ruta del Sabor, aproximadamente 6h con guía local. En el interior del museo encontramos 4 secciones donde de forma interactiva nos muestra contenidos como: Del jamón al cerdo, la industria chacinera de Guijuelo. Un verdadero templo para los amantes del cerdo.