ALCALÁ DE LA SELVA: LA EMOCIÓN ESTÁ CERCA DEL CIELO

El nombre destaca en el mapa. Alcalá de la Selva  anima a buscar referentes. Aunque en la provincia de Teruel podemos encontrarnos con cientos de municipios, pero pocos como Alcalá de la Selva. Básicamente, es un pueblo situado en la comarca de Gúdar-Javalambre, con apenas 378 habitantes, pero con una vitalidad asombrosa, porque aquí se siente la tierra. Esta comarca, que está en la zona limítrofe con Castellón, todavía no lo sabes, pero es tu próxima escapada ideal.

Su castillo es el referente arquitectónico. El edificio más fotografiado de Alcalá está construido sobre los cimientos de otro anterior, musulmán. Alfonso II fue el encargado de reconquistarlo en 1175 y lo donó a la abadía francesa de la Gran Selva; de ahí procede el nombre del municipio. Apenas 200 años después fue vendido al señor de Mora de Rubielos, quien lo reconstruyó y convirtió en su estancia de recreo. No fue hasta 1839 cuando se amplió y reformó.

Aunque este edificio histórico no es el único que puedes visitar en tu escapada a Alcalá de la Selva. El Barroco también tiene su representación en el pueblo con el Santuario de la Virgen de la Vega, una construcción de 1751, obra de Juan Escuder. Una construcción algo más reciente que la iglesia de San Simón y San Judas, inaugurada en 1614, de estilo gótico-renacentista. Tampoco puedes perderte las ermitas del pueblo.

Pero el gran patrimonio está en las casas y las calles del casco histórico. Aquí se siente la tierra, las emociones y esa manera tan especial de entender el territorio. Por eso sus habitantes están tan orgullosos de sus raíces.

Todo esto en una ubicación única que convierte al lugar en un destino clave. Con un entorno natural situado en la Sierra de Gúdar, el municipio se encuentra rodeado por los montes de Santa Lucía, el Turumborrubio y el Pinar. El río Alcalá baña las tierras de este municipio, ideal para el senderismo y los amantes de la bicicleta, con rutas únicas como el Cañón del Río Alcalá o el Portillo de Ramiro.

Un lugar donde también hay espacio para las fiestas y tradiciones. Con su celebración más conocida, como es el Dance de Alcalá  en honor de la Virgen de la Vega, una manifestación cultural y espiritual en la que participan niños de entre 8 y 10 años, vestidos con trajes tradicionales de la región, con los que realizan danzas acompañadas de música y elementos como palos y castañuelas. Una celebración que se extiende del 7 al 10 de septiembre.

Es en verano cuando más verbenas suele haber. El primer fin de semana está reservado para los Quintos, una tradición que recupera una fiesta perdida, en la que los jóvenes de la misma quinta visitan las masías y las casas del pueblo buscando comida para organizar meriendas a lo largo de todo el año. Ahora, organizan unas fiestas para todo el pueblo con distintos eventos que animan un verano cargado de celebraciones. Como, por ejemplo, el fin de semana del 15 de agosto, cuando se celebra el Festifalk: un festival de folklore que cuenta con la participación de grupos de todas partes del mundo.

Si a esto unimos los Jamones Virgen de la Vega, secados y curados la peculiar climatología de la zona, las carnes de La Albarda, que demuestran como el ganado vacuno es parte del escenario o la Panadería que sigue trabajando en el horno municipal, pues tenemos la despensa bien ocupada.

Un lugar con una gastronomía basada en productos de primera calidad. El tiempo, el cariño y estos ingredientes, como el cerdo entre otros muchos, son los secretos que hacen que este municipio cuente con unos fogones exquisitos. La cecina, la carne de caza, el ternasco o el lechal complementan una cocina que estamos seguros de que no olvidarás.

¿Todavía no te hemos convencido? Bueno, ve y adéntrate en sus calles, verás cómo no exageramos… y se convertirá en un fijo en vuestras próximas escapadas.

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