Situado en Pintor Rosales, 76, Madrid, Nexo es un restaurante que nada más ver el propio local te hace saber que vas a comer bien. La elegancia en la estética y el buen gusto del local invitan a entrar. Un local además con capacidad para unas 80 personas que lo convierten en un lugar ideal también para celebraciones.

Nexo hace honor a su nombre, pues es la unión perfecta entre tradición y vanguardia en la cocina, todo elaborado con un producto de primera y con una atención por el detalle que hace que no deje indiferente a nadie. Cuentan con un menú degustación para aquellos indecisos que quieran probarlo todo, lo cual es una idea estupenda.

El equipo del restaurante acaba de ampliarse con la llegada del chef Alberto García Navio, cuya experiencia en Alkalde, A’Barra o Zalacaín entre otros es un bagaje más que de garantía para certificar la calidad de los platos que se sirven en este local.

Como ellos bien dicen en su página web, aquí se come comida de temporada con sentido común. Nos ofrecen una carta breve pero muy acertada con incorporaciones que no podemos perdernos como las gyozas de langostino, el demiglace de jamón con camarones fritos, el arroz de chipirones, las patatas crujientes con mayonesa de azafrán o el steak tartar de solomillo ahumado con helado de mostaza y pan crujiente, una de las joyas de la corona sin ninguna duda.

Los amantes de la carne disfrutarán como nunca aquí, pues cuentan con un lomo alto angus argentino certificado que es una maravilla, así como con un chuletón de vaca nacional con 40 días de maduración exquisito, ambos a la brasa. Si lo que te gusta en cambio son los pescados, la carta incluye delicias como el bacalao asado con salsa de ajos fritos, piparras encurtidas y base de patata confitada, o el atún rojo de temporada a la brasa con teriyaki casera, sésamo blanco y aguacate.

Los postres son muestra de la vanguardia que lleva por bandera Nexo, entre los que encontramos el Coco thai de plátano caramelizado con yogur griego y helado de coco, o bien la burbuja de gin-tonic con helado de bayas de enebro y mango que es sin duda un must si tienes hueco en el estómago. Y, por supuesto, los amantes de las tartas de queso también tienen aquí la suya, en este caso de dulce de leche.

Cuentan además con una bodega que sirve de decoración en alguno de los reservados para acompañar de la mejor manera posible la comida, desde el albariño Genio y Figura al Pruno de Ribera del Duero.

La experiencia suele estar alrededor de los 45-50€ por persona en carta, o bien los 49€ que cuesta el menú y que consta de tres primeros, el arroz de chipirones, el lomo argentino y un postre. Un lugar donde la buena ejecución del producto con ese acabado vanguardista, hace que quieras volver.