MI TIERRA TIENE LOS COLORES DE MI BANDERA: el río Tirón

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El río Tirón es un hilo conductor que atraviesa varias localidades del valle que lleva su nombre, en La Rioja, marcando el paso de las estaciones y transformando la vida de los pueblos a lo largo de su curso. Desde su nacimiento en Fresneda de la Sierra Tirón, en la sierra de la Demanda, hasta su desembocadura en el río Ebro, el Tirón fluye tranquilo, casi como si quisiera alargar su tiempo entre campos de cereal y huertas.

Cuando los campos de girasol marcan de intenso amarillo las cunetas es buen momentos para   conducir sin prisas. Hasta hace unos años el único color verde lo ponían los chopos y sauces que ciñen las márgenes del río. Pero un día por arte de magia  las planicies  bajo las cunetas se  cubren de un verde intenso, salpicados de manchas rojas. Son las plantaciones de pimientos de clase najerena, que gracias al regadío prosperan en la fértil llanura del Tirón.

En otoño, la estación se siente en los aromas del aire, como el olor a pimiento asado que invade localidades como Tormantos y Leiva, donde el cultivo del pimiento ha revitalizado la economía agrícola.

Desde septiembre,  con la ayuda de la temperatura adecuada, el pimiento marca la vida de muchos de los vecinos. Puntiagudo, entreverado o de un rojo intenso. De tamaño mediano y picante o dulce, según la semilla. Cuadrillas de temporeros se afanan en la recogida desde el amanecer. Es manual y se realiza con selección del fruto de acuerdo a su maduración.  Solo el humo de las chimeneas caseras marcan  las jornadas de asados y  preparación para la conserva.  

A lo largo del camino, el paisaje se transforma, especialmente en las llanuras bajo el influjo del regadío, que han permitido la expansión de los cultivos de pimientos, además de patatas y vides. El pimiento, que se recoge manualmente durante las primeras semanas de otoño, es esencial en la vida de muchos habitantes de la zona, quienes también se dedican a asarlo y preparar conservas. Durante este tiempo, las localidades se llenan de visitantes que buscan disfrutar del turismo rural, donde las casas de Ascarioja, por ejemplo, se convierten en un lugar ideal para alojarse.

Tormantos, una localidad agrícola con historia que data de 1137, es el primer pueblo riojano por el que pasa el Tirón. El pueblo destaca por su arquitectura, con palacios y una iglesia parroquial de San Esteban del siglo XVI. La imagen de la Virgen de Nápoles, conocida como La Napolitana, es venerada por los tormantinos. Enfrente está el palacio de Ruy López-Dávalos, condestable de Castilla, desterrado por Álvaro de Luna en tiempos del rey Juan II de Castilla. El edificio conserva intacta de la fachada principal con el escudo familiar. En la actualidad está dividido en viviendas. La capilla está arruinada. El pueblo cuenta con dos bares, pero no tiene restaurante.

En el camino hacia Leiva, el cultivo del pimiento se extiende aún más, cubriendo las llanuras y dando un característico verde salpicado de rojo. Leiva, cuyo nombre tiene raíces romanas, es famosa no solo por su agricultura, sino también por su afición al juego de la pala, con un campeonato anual. Este pueblo cuenta con varios monumentos, como su iglesia parroquial y un castillo medieval, que reflejan su rica historia.

Estamos ahora en Herramélluri, se encuentran restos de la antigua ciudad romana de Libia, lo que le otorga una gran importancia histórica. El pueblo organiza jornadas culturales y ofrece bellos paseos a lo largo de sus ríos y por su arquitectura, que incluye la iglesia de San Esteban del siglo XVI y una casa grande con columnas romanas en su patio. Siguiendo el curso del río, se llega a Ochánduri, una pequeña localidad famosa por su huerta solar, que produce energía renovable y ha revitalizado la economía local. Aquí también se encuentra una iglesia románica del siglo XII, la iglesia de la Concepción, que ofrece una excelente vista panorámica del valle.

El viaje sigue hacia Cuzcurrita de Río Tirón, una villa medieval que conserva un puente de piedra, un castillo bien conservado y una iglesia del siglo XVIII. Esta localidad es famosa por su producción vinícola, y la familia Urbina, con más de un siglo de tradición, sigue elaborando vinos de calidad en la bodega local. La zona está marcada por su historia y su arquitectura, con casas blasonadas y una iglesia de San Miguel con tres naves y capillas.

Aquí también es muy importante su vino. Sallvador Urbina por el año 1870 se mudó a Cuzcurrita y elabora los primeros vinos en madera, con viñedos que siguen utilizándose en los vinos Urbina. Sus hijos Ciriaco y Paquita continúan la profesión, y son Pedro y Jesús Ángel, nietos de Salvador, los que en el año 1986, comienzan a elaborar en la actual bodega en depósito de acero inoxidable.

En la actualidad lidera la bodega la cuarta generación, Ángel, Pedro y Santiago son importantes profesionales del sector, (catadores, investigadores, ingenieros y doctores), respaldados por una gran experiencia vitivinícola.

La ruta nos lleva ahora hasta Tirgo, un pueblo con casonas de sillería y escudos nobiliarios, y una iglesia románica del siglo XII. A continuación, nos topamos con Cihuri, donde destacan su puente romano y la iglesia de San Juan, con un retablo barroco que atrae a los visitantes. Finalmente, el recorrido culmina en Anguciana, el último pueblo antes de que el Tirón desemboque en la Boca del Ebro. Anguciana es conocida por su casco antiguo, con la Torre de los Salcedos y la iglesia de San Martín, que nos transportan a tiempos medievales.

 

Casas rurales de Ascarioja en Cuzcurrita del Río Tirón

Casa Los Colmenares

Número de habitaciones: 8

Número de personas: 16

 

Casa Rural La Viña

Número de habitaciones: 9

Número de personas: 18

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