Una excursión por la provincia de Soria necesita energía. Manteca, aceite, azúcar y huevo son los cuatro pilares de una repostería honesta y cercana que en estas fecha demuestra su contundencia y sabor.

1.- TURRONES Y MAZAPANES DE ARCOS DE JALÓN

Cuando se llega a Arcos de Jalón hay que preguntar por Enrique López Yunquera. Todo el mundo le conoce como el pastelero y el responsable de la marca El abuelo José Luis. Un hombre que endulza la vida a sus vecinos y a los paramos a menudo para disfrutar de sus productos.

Es la cuarta generación de artesanos del obrador, una saga que comenzó su bisabuelo en 1845 cuando, desde Calatayud, se instaló en la localidad soriana. Sus recetas conservan la filosofía de las de hace un siglo y medio y, aunque se han llevado a cabo mejoras, nunca han querido perder el carácter artesano. Un producto de verdad hecho con cariño y con ciencia.

En Navidades, son muy famosos sus turrones, por ejemplo, son totalmente naturales y hechos a mano. Esta característica principal de los dulces de esta pastelería hace que las producciones sean limitadas. Por eso merece la pena una parada en Arcos y disfrutar de los trabajos de Enrique.

 

2.- El POLVORREZNO DE EL BURGO DE OSMA

Si el torrezno es el producto de referencia en Soria, es justo valorar el trabajo de los reposteros para dar valor a sus materias primas. La Navidad de Soria ya tiene otro producto abracadabrante para sorprender a toda España. El trabajo de Carlos Paris para integrar el Torrezno en la repostería ha dado sus frutos. El Polvorrezno no engaña: es un polvorón con trocitos crujientes de Torrezno de Soria. Después del Turrezno y Chocorrezno, casi era obligatorio un paso adelante.

Los ingredientes son de los de toda la vida: manteca de cerdo, harina de San Esteban de Gormaz tostada en el obrador, almendra, azúcar y la parte crujiente del torrezno desengrasada, adquiriendo las pancetas a una empresa local. Una apuesta por productos de kilómetro cero siempre que es posible pero en una mezcla sorprendente.

3.- PACIENCIAS Y YEMAS DE ALMAZÁN

Celina y su obrador son un referente en la zona. Yemas Almarza es una sorpresa y un golpe de sabor. Desde 1820 endulza la vida a todos los pasan por su tienda camino de la Plaza Mayor. Sus Paciencias son unas galletas finas y redondeadas típicas de la provincia de Soria, pero las más famosas se encuentran en el municipio de Almazán. Su elaboración es extremadamente fácil ya que tan solo necesitamos huevos, harina de trigo, azúcar y la ralladura de un limón, pero darle el punto de sabor no es fácil. Quizás su nombre provenga de la paciencia que hay que tener para comérselas, ya que lo ideal es dejar que se deshagan en la boca.

Detrás de su mostrador también tenemos las famosas yemas de Almazán. Es un bocado tentador. Se elaboran con huevo fresco y azúcar. También se elaboran bañadas den chocolate. En estas fechas el Turrón de Celina es un motivo de desvío desde la autovía. Las estrellas son el turrón de Cucharilla y su afamado, Turrón Suizo. La tentación es fácil de superar.

 

4.- LOS LAGARTOS DE BERLANGA DE DUERO

Que agradable es hablar con Olga. Su pastelería el Torero es un referente de la repostería de la zona. Todo se debe a la leyenda que existe alrededor de un lagarto y Fray Tomás, el cual trajo desde las Islas Galápagos un caimán de 4 metros y cuyo cuerpo sigue en la localidad disecado en una de las paredes de la colegiata.

Las leyendas alrededor de este exótico animal en aquella época son muy variadas, desde el temor a la idolatría y reflejo de esta admiración es el dulce típico de Berlanga. Se trata de una pasta de té con la forma caimán, los lagartos de Fray Tomás, que se hacen con mantequilla, harina de trigo, azúcar, huevo y esencia de vainilla. Si a esto unes la torta de cañamón y los
Sobadillos, los golosos podemos ser muy felices.