DE PINTXOS POR EL CASCO VIEJO DE DONOSTI

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DE PINTXOS POR EL CASCO VIEJO DE DONOSTI:

La docenita que te entona el cuerpo


Estamos de suerte… Aquí no hay freno.  Sin coche, con amigos, buen calzado y a disfrutar de la cocina abierta más grande del mundo. Este es el patrimonio gastronómico de la humanidad y si no lo disfrutas algo no funciona bien en tus papilas gustativas.   Disfrutar de este lugar es casi una obligación…  20003 debería ser un código secreto.

1. BORDA-BERRI

Dirección: Fermín Calbetón, 12, 20003 Donostia-San Sebastián, Gipuzkoa

Web: virtualtxoko.com/project/borda-berri

En pleno zoco de la Parte Vieja, Borda-Berri huele siempre a caldo recién ligado y queso fundido bajo la cuchara. Desde el primer vistazo, su barra baja —donde no hay pinchos expuestos, solo pizarras que cantan lo que sale de cocina— invita a la espera. “Aquí lo fresco va directo al plato”, aclara Jon, uno de los cocineros, casi sin levantar la vista de la cazuela donde remueve su risotto icónico. Los habituales, mezcla de jóvenes inquietos por la próxima novedad culinaria y veteranos del buen comer, entran sin prisa, apostando por la carrillera de ternera y el mítico ravioli de mollejas.

El ambiente es animado, cosmopolita y, aunque el local nunca está vacío, la espera es parte del rito. “A veces se nos cuela algún chef famoso, pero aquí nadie pide trato especial”, comenta una camarera con una sonrisa. Precios moderados (3-5 € por pintxo), y se percibe respeto por el producto y ritmos animados.

2. BAR SPORT

Dirección: Fermín Calbetón, 10, 20003 Donostia-San Sebastián, Gipuzkoa

Web: No dispone de web oficial, pero tiene página en Tripadvisor y redes.

En medio de ese vaivén de turistas y parroquianos de “la Fermín”, el Bar Sport se ha convertido en uno de los epicentros más rotundos de la “ruta enogastronómica” de Donosti. Se accede a la barra entre saludos y risas; es fácil ver en la pared fotos autografiadas por actores y directores de cine, especialmente en épocas de festival. La especialidad es el foie a la plancha, servido con un chorro de reducción y pan crujiente. “Aquí nadie se va sin probarlo, ni siquiera los americanos”, bromea Iñaki, el barman de voz grave y verbo rápido.

El local es pequeño, las mesas se pelean y en la esquina se arremolinan cuadrillas de txikiteros brindando con txakolí. Si tienes suerte, escucharás (como quien oye la historia de una vieja leyenda urbana) que cierto actor oscarizado dejó propina de estrella y felicitó al equipo por los chopitos y la minihamburguesa de chuletón. El rango de precios anda entre 2,5 y 5 euros por pintxo. El bullicio es el mejor fondo sonoro para un mediodía largo o una noche de viernes.

3. GOIZ-ARGI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dirección: Fermín Calbetón, 4, 20003 Donostia-San Sebastián, Gipuzkoa

Ni glam ni diseño, pero sí alma de taberna donde los locales entran con la misma naturalidad con la que piden un café en el bar de siempre. Goiz-Argi vive, sobre todo, por su legendaria brocheta de gambas —“la mejor de Donosti”, repican las voces de la barra— y por el constante ir y venir de vecinos que se saludan por el nombre. “Aquí no falla el desayuno de pintxos un jueves cualquiera”, recuerda Marisa, veterana clienta que cuenta cómo los jueves de pintxopote la barra se llena de historias y risas.

El local es estrecho y sencillo, y los camareros bromean entre ellos mientras van sacando bolas de carne y croquetas “de toda la vida”. El público es, mayoritariamente, donostiarra de siempre, aunque no faltan forasteros iniciados por recomendaciones de guías de gastronomía. El ticket es contenido —unos 2 a 3,5 € por pintxo— y el ambiente, familiar y sin pretensión alguna.

4. PACO BUENO

Dirección: Calle Mayor, 6, 20003 Donostia-San Sebastián

Web: Sin web oficial; muy activo en redes sociales y medios locales.

La especialidad son las gambas con gabardina y los fritos—pimientos rellenos, txangurro y empanadillas. El rebozado crujiente y ligero de las gambas con gabardina es un clásico imprescindible, con una salsa alioli casera que realza su sabor marino. Los pimientos rellenos suelen llevar una mezcla de carne o verduras y queso fundido, mientras que el txangurro se presenta en pequeñas porciones con pan tostado, con un relleno elaborado y cremoso que recuerda a la costa vasca.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las empanadillas, caseras y finas, se rellenan con combinaciones tradiciones de pescado o carne. Local histórico con atmósfera castiza y fotografías del fundador, un exboxeador. Aquí el público es diverso, principalmente familias y vecinos que buscan autenticidad y un sabor «de toda la vida». El rango de precios está ubicado entre 2,5 y 3,5 €, con un trato familiar y cercano marcado por la tradición. Periodistas y actores recorren esta taberna durante festivales culturales, reforzando su fama local y ambiente entrañable.

5. LA VIÑA

Dirección: Calle 31 de Agosto, 3, 20003 Donostia-San Sebastián

Web: No hay web propia; muy referenciado en guías, Tripadvisor y apariciones en medios.

Su tarta de queso es famosa mundialmente y las colas para probarla a última hora son habituales. La receta, con textura cremosa y base ligeramente caramelizada, es el culmen dulce de una visita. Entre sus pintxos salados destacan las gildas: banderillas de anchoa, aceituna y guindilla, simples pero emblemáticas. La tortilla de anchoas es jugosa y sabrosa, un guiño a la mezcla de tradición y mar que define la Parte Vieja.

La clientela incluye turistas gastronómicos, cronistas culinarios y donostiarras en búsqueda de tradición renovada. El precio por pintxo oscila entre 2 y 4 €, y la porción de tarta ronda los 4-5 €. Figuras internacionales como Ethan Hawke o Glenn Close han paseado por aquí, atraídos en parte por la fama internacional que la tarta y el ambiente cálido han cosechado.

6. TXEPETXA

Dirección: Calle Pescadería, 5, 20003 Donostia-San Sebastián

Web: No identificada web oficial, referenciado en guías gastronómicas.

Templo de la anchoa: sus pintxos combinan anchoa con centollo, erizo de mar o crema de aceituna. La anchoa se exhibe en distintas versiones creativas—desde la clásica con pan crujiente hasta elaboraciones más sofisticadas donde la textura y frescura son protagonistas. El centollo aporta un sabor profundo, el erizo de mar una delicada untuosidad, y la crema de aceituna equilibra la salinidad con notas suaves.

Este es un santuario para amantes del marisco, con precios moderados, 3 a 4 €, y un ambiente tradicional donde locales y visitantes convergen para disfrutar sin prisa. En temporada alta, chefs internacionales pasean intrigados por su sencillez y calidad excepcional.

7. LA CUCHARA DE SAN TELMO

Dirección: Calle 31 de Agosto, 28, 20003 Donostia

Web: No dispone de web propia, sí en redes y plataformas de reservas.

Creatividad en miniatura: foie con compota de manzana, carrillera y tomate relleno, todo elaborado al momento. El foie, casi mantequilla templada, se funde con el dulzor ácido de una compota casera que redondea el sabor con una delicadeza sorprendente. La carrillera, tierna hasta deshacerse, se acompaña de un toque de vino tinto y especias, y el tomate relleno sorprende con su textura y equilibrio entre fresco y suave. Perfil culinario alto, con precios entre 3,5 y 5 €, y un ambiente bullicioso que atrae a locales y visitantes exigentes, con apariciones ocasionales de rostros famosos del cine y la gastronomía en eventos especiales.

8. GANDARIAS

Dirección: Calle 31 de Agosto, 23, 20003 Donostia

Web: gandarias.es

Cocina vasca tradicional: solomillo, risotto y brocheta de riñón son los superventas. El solomillo a la parrilla aparece jugoso y bien marcado, el risotto cremoso con ingredientes de temporada y la brocheta de riñón, un clásico contundente que despierta pasiones entre donostiarras y visitantes selectos.

Calidad máxima en cada bocado, con atención profesional y un ambiente que combina tradición con cierto lujo cotidiano. Los precios se sitúan entre 3 y 5 €, frecuentado por ejecutivos, familias y turistas exigentes, con visitas destacadas de personalidades locales del arte y la empresa.

9. BORDA BERRI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Repetir Borda Berri en el ranking es habitual por su excelencia. Rissoto de Idiazabal, kebab y raviolis de molleja en ambiente de barra joven, cosmopolita y culinario. El risotto, impregnado con el queso Idiazabal ahumado, es cremoso y con textura perfecta, el kebab es un guiño internacional con toques vascos, y los raviolis de molleja despliegan sabor intenso y delicadeza. Sus pintxos arrancan en 3 € y la barra está siempre llena de viajeros gourmet y expertos en busca de lo mejor del nuevo Donosti.

10. NESTOR

Dirección: Calle Pescadería, 11, 20003 Donostia

Web: No se dispone de web oficial, presencial en plataformas de reservas.

Su tortilla de patata (dos veces al día), chuletón y tomates aliñados son objeto de culto. La tortilla, servida fresca y esponjosa dos veces cada jornada, es un imán para locales y visitantes. El chuletón, carne roja y tierna, llega a la mesa para compartir como una celebración, y los tomates aliñados tienen un punto ácido y ligero que limpia el paladar. Entre 4 y 7 € el pintxo, y el chuletón ronda los 50 €. Figuras del deporte y del cine han visitado Nestor, atraídos por su fama y calidad.

11.- TAMBORIL

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dirección: Calle 31 de Agosto, 28, 20003 Donostia

Web: Sin web oficial conocida.

Especialidad en champiñones y calamares, barra repleta de clásicos del pincho donostiarra. Los champiñones están salteados con ajo y perejil, jugosos y con sabor intenso. Los calamares rebozados son crujientes y tiernos, un binomio tradicional que seduce a locales y familias de todas las edades. Pintxos accesibles, entre 2 y 4 €, con ambiente genuino y cercano.

12. CASA VERGARA

Dirección: Calle Mayor, 21, 20003 Donostia

Web: casavergara1948.com

Roca de bacalao a la gabardina con pil-pil como pincho estrella, ambiente tradicional y moderno a la vez. Este pintxo combina la textura crujiente del rebozado con la melosidad del bacalao en pil-pil, salsa vasca emblemática. El público es diverso, desde jóvenes grupos hasta familias que buscan ese sabor casero. Precios entre 2,5 y 4 €, con presencia ocasional de cocineros y cronistas gastronómicos.

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