Valle de Almanzora: Territorio Gourmet
Valle de Almanzora: Territorio Gourmet
Sin complejos. Aquí se viene a disfrutar.
El Valle del Almanzora, ubicado en la provincia de Almería, es una comarca llena de contrastes y riqueza gastronómica que refleja siglos de historia y tradiciones arraigadas en sus pueblos. Su gastronomía destaca por la combinación de productos locales de huerta, embutidos artesanales, vinos propios y dulces típicos, todos elaborados con ingredientes de gran calidad y un fuerte arraigo cultural. Algunos pueblos que conforman esta comarca no solo ofrecen sabores únicos, sino que también representan el patrimonio histórico y social del valle, haciendo de cada localidad un punto de referencia culinaria y cultural. De norte a sur la N-334 es una auténtica ruta gastro.
1.- Alcontar y El Hijate: El maravilloso Lomo a la Tabla

Alcontar y la pedanía de El Hijate son emblemáticos por su tradición en la producción de embutidos y jamones, especialmente los Jamones Tío Emilio, reconocidos por su calidad y sabor. Aquí el calendario tiene sus rituales. Almendros en flor, olivos con su ritmo de cosecha y esa forma de entender la vida que recuerda otros tiempos. Frio en invierno y calor en verano.
Esta área, con raíces agrícolas y ganaderas, ha mantenido viva la tradición artesanal de la matanza del cerdo, especialmente durante el otoño y la llegada del frío, cuando la comunidad se reúne para elaborar embutidos que impregnan el aire con aromas de especias y leña de oliva. Este proceso es parte fundamental de la identidad cultural local y un festín para los paladares que disfrutan de productos como chorizos, morcillas o la emblemático Lomo a la Tabla. Sencillez y calidad a partes iguales. Además con una zona camper con una ubicación perfecta.
2.-Serón: Quesos, Vinos y Chacinas

Serón es otro pueblo con una fuerte tradición gastronómica, conocido especialmente por sus quesos artesanales que mantienen recetas ancestrales. Además, es reconocido internacionalmente por sus jamones, también productos derivados del cerdo de alta calidad.
Desde hace unos años, los quesos de El Serones han sido su gran reclamo. Estos quesos de cabran sirven para revitalizar la ganadería extensiva en la zona de un modo natural, poniendo en valor lo cotidiano. Por supuesto que no faltan los intentos de revitalizar la viticultura local acompaña su oferta gastronómica; vinos robustos que complementan las chacinas, resaltando la alianza entre la producción agrícola y ganadera. Además, Serón conserva una tradición histórica importante ligada a la minería y a la cultura campesina que se refleja en la manera de elaborar sus alimentos. Si a esto unimos un importante patrimonio arquitectónico, estamos en el lugar perfecto.
3.-Tíjola: Patatas Fritas, Pan y una locomotora.

Tíjola destaca en la comarca no solo por su producción de aceite de oliva sino también por la elaboración de patatas fritas artesanales que son reconocidas en toda la región por su sabor y calidad.
Una fábrica de patatas fritas de las de toda la vida. Con reparto local y con toda la producción totalmente vendida… Una maravilla de producto que no deja de sorprender a los nuevos clientes. Este pueblo, con un pasado ligado a la agricultura y ganadería, sigue enalteciendo sus productos tradicionales manteniendo viva la cultura alimentaria del valle. El vino es otro de los nuevos elementos en la zona… Pueblo maravilloso para una parada y con una zona camper muy interesante.
4.- Lucar: Miel de Sierra de Lucar

Lucar, situado en la Sierra de Lucar, es famoso por su producción de miel. Esta miel es un producto natural que refleja la biodiversidad y la riqueza floral de la zona, con un sabor característico que denota la singularidad del entorno. Cada año es un reto y la producción está muy condicionada por las lluvias y los rigores del termómetro.
La producción de miel en Lucar representa una conexión directa con la naturaleza y el medio rural, preservando antiguas técnicas apícolas que se combinan con métodos modernos para garantizar la calidad del producto.
Obligada es una visita a la Iglesia Santa Maria de Lúcarse construyó en el siglo XVI. De 1513 datan las primeras iniciativas para su creación, atendiendo al decreto de erección de Iglesias del Obispado de Almería en ese año. La armadura de madera de la Iglesia de Santa María es lo más destacado del templo, es de arte mudéjar y pertenece al tipo de lima rectangular, dentro de las numerosas iglesias mudéjares de la región.
5.- Partaloa: Panadería Tradicional

El pueblo de Partaloa es distinguido por su tradicional panadería, que elabora panes artesanales con recetas transmitidas de generación en generación. Estos panes, elaborados con harina local y leudados de manera natural, son un acompañante esencial en la mesa almeriense.
Las roscas de Matias son casi una obligación… Cuando la cancela de su panaderia está abierta, hay pan. Asi de sencillo… Un lugar maravilloso. La tradición panadera de Partaloa es un reflejo del arraigo agrícola y ligazón cultural que tiene con el ciclo productivo del valle.
6.- Zurgena: Embutidos Cárnicas Águila

Zurgena aporta al Valle del Almanzora sus productos cárnicos, con especial énfasis en los embutidos producidos por Cárnicas Águila. Estos embutidos gozan de una alta reputación por su sabor, proceso de elaboración artesanal y calidad. Esta tradición chacinera se alza como un símbolo de la dieta mediterránea de la comarca, que basa buena parte de su identidad en la elaboración de productos derivados del cerdo.
Jose presume de su tierra y recuerda con cariño aquellos años en Holanda antes de venir a su pueblo y elaborar productos maravillosos como su morcilla con morcilla con almendras y ese morcón necesario para el bocadillo perfecto.
7.- Albox: Pasteles, aceitunas y aires capitalinos.
Albox, uno de los centros más importantes del valle, es un referente gastronómico por su pastelaría Ángel, reconocida por dulces tradicionales que encantan a locales y visitantes. Además, es famosa por las aceitunas de la marca Quiles, un producto agrícola clave para la comarca y base de la producción de aceite de oliva y referente de algunos tipos de aceitunas vinculados a esta zona de la provincia.
El pueblo también cuenta con una oferta restaurantera de gran prestigio donde se mezclan recetas tradicionales con propuestas actuales, destacando la calidad y frescura de sus ingredientes. Si tienen ocasión WASSY es una dirección a tener en cuenta.
8.- ORIA: Los dulces de San Blas

Oria es un municipio con una historia que se remonta al año 3000 a.C., con restos arqueológicos de asentamientos argáricos y vestigios musulmanes. Tras la conquista cristiana, pasó por manos de familias nobles vinculadas al Marquesado de Los Vélez, y sufrió la sublevación morisca y posterior repoblación con viejos cristianos, lo que marcó profundamente su evolución histórica.
Su gastronomía tradicional está profundamente ligada al modo de vida rural basado en la agricultura y ganadería de subsistencia. La cocina orialeña se caracteriza por platos sencillos y de aprovechamiento, fundamentados en conservar alimentos como pimientos y tomates, utilizados en recetas como la “Fritá” y el “Remojón”.
Hoy, Oria conserva su identidad gastronómica con la producción artesanal y tradicional que se refleja en sus platos, dulces hechos en la centenaria Confitería La Polaca y una fuerte conexión cultural que trasciende la comida, haciendo de la gastronomía un acto de encuentro y tradición viva en el Valle del Almanzora. Los dulces de San Blas son un referente.
9.- ARBOLEAS: La Vega de los Citricos.

Arboleas pasó a manos de cristianos en el año 1488, cuando, junto a otros pueblos del Almanzora, se rindió a los Reyes Católicos en el Real de Vera. Ganaron esta batalla las tropas de Lorca, que habían acudido en socorro de las hijas del Marqués de los Vélez, que temían un intento de rebelión de los moriscos del marquesado.
Arboleas posee una amplia y hermosa vega, regada por el Almanzora, pero indefensa contra las avenidas del río que, tras cada «gota fría», destruye los pagos ribereños, plantados hoy de naranjos y limoneros. La gastronomía representa la cultura de un pueblo. Está influenciada por el clima, la economía, los recursos naturales del lugar, las estaciones del año y las festividades religiosas.
10.- FINES: A la gloria de El Sevillano

Para empezar, te van a ofrecer unos aperitivos que ya son la bomba. Por ejemplo, la ensalada de entrante y un alioli increíble que no querrás dejar en el plato. Además, a veces te incluyen una ensalada, así que ya vas bien nutrido desde el principio.
En cuanto al sabor y presentación, todo lo que probé fue exquisito. Desde los primeros hasta los segundos, todo está delicioso. Lo mejor de todo son las raciones abundantes. No escatiman, así que te vas a salir de allí con la panza bien llena.
Y aunque la calidad de la comida se mueve entre media-alta y buena, la verdad es que no te arrepentirás. De hecho, si eres de los que valoran lo que comes, aquí tienes buena calidad para disfrutar. Así que ya sabes: si quieres comer bien, este es el sitio.

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