Una manera muy sabia de afrontar la vida es coger lo mejor de cada sitio. La casa rural Jesuskoa es casi de manual. Un lugar fantástico en un entorno mágico… El paradigma de un hotel con encanto en estado puro. Y es que el entorno ayuda.

Nuestro Subaru Forester nos hace más placentero y sencillo el viaje. Conducimos hasta un sosegado valle de la costa vasca, a pocos minutos de la parte vieja de Zumaia, donde está ubicado Casa Rural Jesuskoa… Su emplazamiento resulta muy atinado, cerca de la civilización, a tiro de piedra de San Sebastián, pero en un entorno de traineras, pesca y txakolí. ¿De dónde ha salido esta casa rural escondida entre tanta vegetación agreste? Pues, ante todo, por la energía que genera la ilusión. Por algo acaban de recibir el premio a mejor Hotelero de España de la prestigiosa cadena Ruralka. www.ruralka.es

Esto es lo que se llama un hotel de familia. Ramontxu y Ana Mari decidieron apostar sobre seguro regentando esta casona típicamente vasca, de la provincia de Guipúzcoa, cerca de San Sebastian, en el barrio de Oikina y a escasos tres kilómetros de Zumaia. La importancia de esta pareja para el huésped en esta coqueta casona rural rivaliza con el entorno, el mobiliario o la comida.

Sus hijo, Ramon y Jon, son los mejores anfitriones. Conocen su tierra, conocen su cocina y se siente muy orgullosos de lo tienen adaptándolo a los tiempos modernos. Aquí se puede recargar un coche eléctrico o se van a recoger un par de huevos al gallinero para el desayuno… Eso es ser moderno. Y a la hora de sentarnos en el comedor, su excelente crema de calabaza es un buen preámbulo para sus parrilla de verduras o un buen lomo a la plancha que por eso estamos en Euskadi.

El edificio que cobija a esta casona data de finales del siglo XVIII y fue levantado por los Jesuitas junto a una añeja tejería, como lugar de descarga de materiales para posteriormente ser transportados en carros por los caminos hacia Azpeitia, con el fin de edificar la Basílica de Loyola.

La casa rural Jesuskoa es típica de la arquitectura vasca del XVIII, está construida en piedra y pilares de madera de roble. Su carácter casi espiritual se deja sentir en sus habitaciones, silenciosas, pulcras y sin esa decoración recargada que puede llegar a saturar… los dulces sueños siempre saben mejor después de un día de caminata por el monte.

Tiene mucho que ofrecer un alojamiento que se emplaza en el corazón del País Vasco.

Las opciones son muy variadas… En tierra de buen comer siempre es bueno preocuparse por el beber. La visita guiada a la bodega Talai-Berri, todo un santuario del Txakolí, nos advierte de que esta tierra está bendecida con caldos prodigiosos. Rendir pleitesía durante una hora y media para luego probar las viandas de la tierra (chorizos, anchoas, bonito, salchichón…). Además es una oportunidad única que no se puede desaprovechar al visitar Jesuskoa.

Al igual que la talasoterapia que ofertan. Un método terapéutico que se lleva a cabo en el balneario de Zelai, en Zumaia. Además organizan maravillosas rutas en bicicleta, que podemos hacer incluso con bicicletas eléctricas o una ruta a una Bodega de Txakolí. Esta actividad sólo se realizará en fin de semana en el periodo invernal. La actividad consiste en la visita a la Bodega Talai – Berri www.talaiberri.com. Con un emplazamiento espectacular en la cercana localidad de Zarautz podremos visitar sus modernas instalaciones así cómo sus 12 hectáreas de viñedo.

País Vasco. Guipúzcoa. Zumaia

Nombre: Casa Rural Jesuskoa

Dirección: Barrio Oikia. Zumaia. Guipúzcoa.

C.P: 20750

Teld. 635 758 849

Web Hotel : www.jesuskoa.net