SAN MIGUEL, SAN BERNARDO Y UN SKODA PARA DISFRUTAR: Sacramenia, Fuentidueñas y el Valle de Tabladillo

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Es probable que el viaje por el norte de Segovia, que transita por territorios poco conocidos, proporcione grandes sorpresas. Aquí no se encuentran ninguno de los monumentos más afamados y que atraen más visitas. Por todo ello vale la pena ponerse en camino. Disfrutar del nuevo Skoda Kodiad 2.0 TDI de 150 CV es una experiencia que pone el paisaje como referente del disfrute.

Es un placer arrancar una unidad de la segunda generación del Kodiaq, el SUV más grande de Skoda, ha crecido ligeramente hasta los 4,76 metros de longitud. Está disponible con cinco o siete plazas, y sigue siendo un coche enfocado a la practicidad y a favorecer una vida a bordo agradable. Aunque su aspecto, es claramente identificable con el modelo anterior, ahora tiene un diseño más moderno y el equipamiento de confort y seguridad puede ser mucho más abundante.

Su gama de motores es amplia, con dos versiones diésel de 150 y 193 caballos, respectivamente (ambos con distintivo C), una versión de gasolina de 150 caballos con distintivo ambiental ECO y una versión híbrida enchufable de 204 caballos. Esta última ofrece nada menos que 123 kilómetros de autonomía en modo eléctrico y dispone del distintivo 0 Emisiones. Solo puedes elegirlo con cambio automático y todas las versiones tienen tracción delantera, salvo la que tiene el motor diésel más potente, que es 4×4.

Cualquier opción es muy recomendable en función del uso del vehículo. Todos los motores son eficientes y, en conjunto, el Kodiaq nos parece un coche muy confortable para viajar porque el habitáculo está bien resuelto, es muy espacioso, y el confort de marcha que brinda la suspensión es muy bueno.

La ruta puede empezar en en Sacramenia, en un paisaje de cerros calizos que propiciaron históricamente buenos enclaves defensivos. Aunque hay restos muy anteriores, muchas de las aldeas de la zona se remontan al proceso de repoblación de alrededor del año 1000. Durante el siglo XIII y XIV hubo un nuevo proceso de emigración hacia tierras de Andalucía con lo que esta zona quedó muy despoblada dejando muchos de los templos románicos abandonados y sin las modificaciones habituales de los lugares habitados.

Si no tenemos prisa, disfrutar de un buen asado, acompañado por algún vino de Valtiendas como los que elabora Jose Vagal, puede ayudar a saciar nuestra necesidad de cultura. Si tenemos ganas de explorar siempre podemos acercarnos hasta pueblo poco conocidos como Cuevas de Provanco o Pechorroman, que guardan el encanto de los pueblos menos turísticos.

Desde los cerros que vigilan Sacramenia quedan los restos muy destruidos de la iglesia de San Miguel, un buen ejemplo que fue un primer románico. Peor todavía fue el caso del monasterio de Santa María la Real, que fue fundado en 1141 en el paraje conocido como Coto de San Bernardo, a pocos kilómetros, y cuyo claustro, sala capitular y refectorio fueron vendidos en 1925 a William Randolph Hearst, el magnate norteamericano que promovió la prensa amarilla e inspiró a Orson Wells el personaje de Ciudadano Kane.

Ahora, reconstruido, se utiliza como iglesia episcopal en North Miami Beach, en Florida. La iglesia y el resto de dependencias, que siguen siendo propiedad privada, pero pueden visitarse en determinados días, bien merecen una visita porque es uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa de la época. De diario, dos poderosos mastines vigilan la entrada.

Mas espectacular en la imagen fotográfica es Fuentidueña. Una historia semejante se vivió en Fuentidueña, que antaño fue la cabecera de la Comunidad de Villa y Tierras que aglutinaba toda la zona. El ábside de la iglesia de San Martín fue desmembrado y pieza a pieza se envió “temporalmente” a Estados Unidos donde fue reconstruido.

El camino que rodea Fuentidueña marca el escenario. Y es buen sitio para ver el comportamiento de nuestro Skoda fuera del asfalto. Es una fantástica villa fortificada, con restos del castillo y la muralla, además de un palacio, varias iglesias y casas asoportaladas que se descubren al pasear por sus calles.

La ruta sigue por el valle del Duratón hacia San Miguel de Bernuy. Este tramo es muy atractivo para hacerlo a pie, muchas veces al lado del río, contemplando el vuelo de los buitres leonados. Dejamos de lado parajes más conocidos para desviarnos hacia Valle de Tabladillo, un caserío casi escondido en un paraje de curiosas formaciones rocosas calizas por donde hay varias sendas que proporcionan excelentes caminatas. Su arquitectura tradicional es interesante, con casas de dos plantas en que la baja es de piedra y la alta, de madera y adobe.

Las carreteras que atraviesan la Sierra de Pradales no tiene un límite claro, y el instinto siempre es un buen referente para buscar una nueva sorpresa. Es fácil llegar a Urueñas, el pueblo que mantiene más población de toda esta zona y concentra algunos servicios fundamentales. La iglesia de San Juan Bautista es de grandes dimensiones, probablemente un antiguo templo románico que ha ido agrandándose con el paso de sucesivas intervenciones. Unas poderosas esculturas en acero y piedra nos acercan a las vanguardias.

Se llega luego, por Navares de Enmedio, a Navares de las Cuevas, otro lugar lleno de sorpresas. Como el palacio de los Marqueses de Revilla, renacentista, y un poco apartada la prerrománica ermita de Nuestra Señora del Barrio.

En Aldeanueva de la Serrezuela se encuentran, como en otras poblaciones de esta zona, lagares y bodegas excavadas en la roca o aprovechando cuevas. También, dos curiosos museos, uno dedicado a Doña Juana la Loca y otro a la Editorial Hernando, que durante más de un siglo realizó una importantísima labor cultural en España y cuyo fundador era originario de Aldeanueva.

En Castrojimeno aparece la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, que en su origen fue un templo románico. También, como en otros pueblos de la comarca, los lagares y las bodegas tradicionales, muchas de las cuales todavía siguen utilizándose para guardar el vino. Pero lo más curioso está en la naturaleza. Castrojimeno está situado sobre una peña caliza bordeada por dos arroyos.

La erosión ha generado curiosas formas en las rocas y cortados que dejan ver las diferentes capas y sedimentos que reflejan la historia geológica de la comarca. Así se encuentran abundantes fósiles marinos como moluscos y corales. Se calcula que hace 85 millones de años la zona estaba cubierta por un mar cálido y poco profundo que propició la formación de un arrecife de coral. Y es posible verlo ahora en este poco conocido rincón de la provincia de Segovia.

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