ESQUIAR CON CROISSANT Y BAGUETTE
La temporada de nieve en Francia está siendo generosa. Pasan las semanas y las montañas guardan el manto blanco para disfrute de muchos. La frontera no es un obstáculo, porque en muchos casos los precios son sumamente competitivos, sobre todo, fuera de los fines de semana. Te damos ideas para disfrutar de 5 estaciones de esquí con el croissant y la baguette como elemento identificativo de nuestra dieta. A disfrutar de las infraestructuras de los vecinos.
1.- Peyragudes
Peyragudes es una estación de esquí que se destaca por su diversidad de pistas, ofreciendo opciones para esquiadores de todos los niveles, desde principiantes hasta expertos. Con más de 60 kilómetros de pistas, los visitantes pueden disfrutar de un entorno montañoso impresionante mientras se deslizan por sus laderas. Por algo presumen de ser la estación de montaña para todo el año. El deporte es su seña de identidad.
La estación también cuenta con áreas dedicadas a los más pequeños, como parques de nieve y zonas de aprendizaje, lo que la convierte en un destino ideal para familias. Además, los amantes de la adrenalina pueden probar el esquí en medio tubo, una actividad emocionante que añade un toque extra a la experiencia. La infraestructura de Peyragudes es moderna y bien cuidada, con telesillas y remontes que facilitan el acceso a las diferentes áreas de esquí.
Peyragudes es el resultado de la unión en 1988 de las estaciones de Peyresourde y Agudes. Uno de sus atractivos es precisamente esta doble exposición. Es posible acceder a ambos lados a través del Col de la Flamme, en la parte más alta de la estación. Además, esta estación es bastante popular debido, en parte, a que en los últimos años se ha convertido en final de etapa de varias ediciones del Tour de Francia.
2.- Cauterets
Cauterets, situada en los Pirineos franceses, es una estación de esquí y un destino termal que combina deporte, historia y bienestar. A una altitud máxima de 2,400 metros, ofrece más de 30 kilómetros de pistas de esquí alpino, ideales tanto para principiantes como para expertos, junto con una amplia red de rutas para esquí de fondo. Además, su oferta incluye actividades complementarias como paseos en trineo y excursiones con raquetas de nieve, lo que la convierte en una opción popular para familias y amantes de la naturaleza.
Su historia está íntimamente ligada a sus aguas termales, famosas desde el siglo XIX por sus propiedades curativas. Grandes figuras como Victor Hugo, George Sand, Napoleón III y su madre, Hortensia de Beauharnais, visitaron estas instalaciones. Incluso Bernadette Soubirous, posteriormente canonizada, estuvo en Cauterets. Las aguas de sus termas, como las de las Termas de César, son ricas en azufre y silicato de sosa y se utilizan en tratamientos para enfermedades respiratorias, reumatismo, problemas de piel y otras dolencias.
El entorno natural de Cauterets, rodeado de montañas y cascadas, añade un atractivo singular al destino. La proximidad de las termas a la estación de esquí permite a los visitantes combinar jornadas de deporte con relajación en un ambiente tranquilo y pintoresco. Este equilibrio entre actividades al aire libre, bienestar y un paisaje impresionante convierte a Cauterets en una opción completa para quienes buscan disfrutar de la montaña.
3.- Font Romeu
Font-Romeu, cuyo nombre significa «Fuente del Peregrino«, es una encantadora estación de esquí situada en los Pirineos franceses, conocida por su sol radiante y su ambiente familiar. A solo unos minutos del centro del pueblo, ofrece una experiencia única para los amantes de la nieve y la naturaleza. Con más de 40 kilómetros de pistas, es ideal tanto para esquiadores principiantes como para los más experimentados.
La estación de esquí de Font Romeu se inauguró en 1913 con la creación del Grand Hotel. Pero fue en 1937 cuando se consolidó como un destino turístico para esquiar de renombre mundial. Durante las décadas de 1940 y 1950, la «jet-set» de la época disfrutaba practicando esquí, trineo y otras actividades durante el día, mientras que las noches se animaban con fiestas en el salón del Grand Hotel. Esa mezcla de deporte y sofisticción que hacer lo lugares más atractivos.
Además, en 1968 se creó la estación Pyrénées 2000, pionera en experimentar con la producción de nieve artificial en 1976, utilizando una pista de 60 metros para las pruebas. Después de un día en las pistas, puedes relajarte en el pueblo, que ofrece una variedad de restaurantes y tiendas. Font-Romeu es, sin duda, un destino perfecto para disfrutar de unas vacaciones de esquí para toda la familia.
4.- La Monguie Grand Tourmalet
El nombre suena a ciclismo, pero el esquí es su gran patrimonio. Grand Tourmalet es una de las estaciones de esquí más grandes de los Pirineos, con 69 pistas que se extienden a lo largo de 100 kilómetros. Esta estación es perfecta tanto para el esquí alpino como para el esquí de fondo, ofreciendo una amplia gama de opciones para todos los niveles de habilidad.
Los esquiadores pueden disfrutar de descensos emocionantes y panorámicas impresionantes de las montañas circundantes. Además de las pistas, Grand Tourmalet ofrece actividades adicionales como paseos en trineos tirados por perros, lo que permite a los visitantes explorar el paisaje nevado de una manera diferente. También se organizan carreras en trineos, lo que añade un elemento de diversión y competencia.
La estación cuenta con una buena infraestructura, incluyendo restaurantes y áreas de descanso, lo que garantiza que los esquiadores puedan disfrutar de un día completo en la nieve sin preocupaciones.
En un principio, este monte se llamó Mongie y surgió de pastos de altura usados por pastores y ganó relevancia con la construcción de la Route Thermale por Napoleón III. En el siglo XX, se desarrolló como estación de esquí tras el impulso del Tour de Francia y la creación de remontes. Durante la Segunda Guerra Mundial, el esquí quedó limitado a usos militares, pero en 1945 retomó su crecimiento. En 1973 se unió a Barèges formando el Grand Tourmalet, que hoy ofrece 100 km de pistas y un espacio freeride único.
5.- Saint-Lary Soulan
Un lugar diferente que está pensado para los que quieren vivir en la montaña. Saint Lary Soulan es una estación de esquí familiar que combina un ambiente acogedor con una amplia gama de actividades al aire libre. Con más de 100 kilómetros de pistas, es ideal para esquiadores de todos los niveles. La estación se caracteriza por su enfoque en la diversión en familia, ofreciendo áreas específicas para niños y principiantes. Además del esquí, los visitantes pueden disfrutar de actividades como senderismo, raquetas de nieve y paseos en trineo.
La arquitectura del pueblo, con su encanto tradicional, añade un toque especial a la experiencia. Saint Lary también es conocida por su ambiente animado, con restaurantes y tiendas que ofrecen productos locales. La combinación de paisajes impresionantes y una oferta variada de actividades hace de esta estación un destino atractivo para quienes buscan disfrutar de la nieve en un entorno familiar.
A inicios del siglo XX, Saint-Lary era una pequeña aldea con esquiadores que practicaban travesías sin infraestructura adecuada. Vincent Mir, alcalde desde 1944, impulsó el turismo como motor económico del pueblo. En 1953, durante su cuarta legislatura, presentó el proyecto de una estación de esquí al Subprefecto, logrando su aprobación en 1954. Este hito marcó el inicio de grandes obras, como el teleférico del Pic Lumière, que transformaron a Saint-Lary en uno de los principales destinos turísticos de Francia en solo cuatro años.
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