SEGOVIA, la gran pantalla natural
SEGOVIA DE CINE
Segovia es, desde hace décadas, uno de los grandes platós naturales de España. Ningún territorio de la meseta ha inspirado tanta pasión a productores y cineastas, ni ha sabido conjugar con tanto encanto la historia y la imagen. El viajero que recorre la provincia no solo pisa calles y castillos, sino también los escenarios donde nacieron personajes legendarios del cine y la televisión.
Desde los palacios borbónicos hasta las cárceles rehabilitadas, desde las hoces del Duratón hasta las plazas doradas de Pedraza, Segovia se muestra como un territorio donde la historia se filmó antes de escribirse. Sus paisajes, sus pueblos y su luz —esa luz fría, limpia, castellana— han hecho soñar a generaciones de cineastas. El visitante que llegue siguiendo la huella del cine encontrará más que escenarios: descubrirá una forma de mirar. Porque en Segovia, el arte del viaje y el del rodaje se confunden hasta ser lo mismo: una manera de contar el tiempo. Y entre castillos, sierras y plazas de piedra, la cámara —como el viajero— se detiene para contemplar, una vez más, la eterna belleza de una provincia hecha película.
Segovia capital: del Alcázar al séptimo arte

El Alcázar, con su perfil de castillo de cuento, ha servido de inspiración a directores y arquitectos. En él se rodaron capítulos de las series “Águila Roja”, “Isabel” y “Toledo”. También la película “El Libertador” utilizó las inmediaciones de la iglesia de la Trinidad, y la antigua cárcel de Segovia se ha convertido en una de las localizaciones más solicitadas del país: en ella se grabaron escenas de “Torrente IV”, “Intruders” de Juan Carlos Fresnadillo o la reciente “La novia gitana”.
Las plazas mayores y calles del casco antiguo, desde la de Medina del Campo hasta el barrio de los Caballeros, han sido también escenario de anuncios para marcas como Freixenet, Kía y Baileys. Todo ello ha consolidado la identidad de Segovia capital como un auténtico laboratorio de ambientaciones cinematográficas, donde cada arco y muralla cuentan una historia.
Pedraza: el pueblo de los cien rodajes

Pedraza merece un capítulo aparte. Sus calles empedradas, murallas y casas blasonadas han seducido a más de dos centenares de rodajes, convirtiéndola en una de las villas más filmadas de España. Aquí se rodaron clásicos como “Campanadas de medianoche” de Orson Welles, “Lawrence de Arabia” o “La pasión turca”, y en tiempos recientes la serie “30 monedas” de Álex de la Iglesia ha vuelto a situarla en el mapa audiovisual.
Los productores encuentran en Pedraza un equilibrio casi perfecto entre monumentalidad y atmósfera. Sus luces doradas al caer la tarde ofrecen un dramatismo natural que no requiere artificios. Incluso la Lotería Nacional eligió años atrás su plaza para un anuncio navideño de tintes mágicos.
Sepúlveda y las hoces del Duratón: misterio y leyenda

Con su entramado medieval colgado sobre el cañón del Duratón, Sepúlveda ha sido el escenario favorito para producciones de aventuras y terror. Álex de la Iglesia también rodó aquí parte de “30 monedas”, aprovechando la bruma del amanecer sobre los acantilados.
La sierra cercana, con sus monasterios semiderruidos y sendas de pastores, sirvió de localización para “TheWalking Dead: Dead City”, mientras que el castillo de Castilnovo ha acogido documentales históricos como “Carlos V, los caminos del emperador”. Cada rincón de Sepúlveda guarda una tensión entre lo sagrado y lo salvaje que el cine ha sabido capturar con maestría.
La Granja de San Ildefonso: el Versalles español más filmado

Si hay un lugar que parece nacido para el cine, es la Granja de San Ildefonso. Sus palacios y fuentes monumentales, obra maestra de los Borbones, han aparecido en decenas de producciones, desde la mítica serie “El Ministerio del Tiempo” hasta la diaria “La Moderna” de RTVE.
También su entorno natural —el Pinar de Valsaín— ha servido de escenario para documentales sobre Carlos V, grabaciones de moda y películas históricas como “La conjura de El Escorial”. Pasear por los jardines donde brota el agua como cristal parece caminar entre espejos que reflejan siglos de arte y cine.
El Espinar: del thriller a la ficción moderna

A caballo entre la meseta y la sierra, El Espinar se ha convertido en un auténtico epicentro de rodajes contemporáneos. Aquí se filmaron capítulos de “Los favoritos de Midas”, “La que se avecina” y fragmentos de “La casa de papel”. También ha sido escenario de anuncios para Nike o Nissan y de varias producciones internacionales.
Su fisonomía —casas serranas, pinares y carreteras que atraviesan praderas— ofrece infinitas posibilidades: desde el cine negro hasta la comedia urbana. No hay más que escuchar el silencio de sus calles para entender por qué directores y fotógrafos lo eligen una y otra vez.
Coca y los castillos de sombra

El impresionante castillo de Coca, joya del gótico-mudéjar, no solo asombra al visitante sino también al lente cinematográfica. En él se grabaron episodios de “MasterChef Junior” y varias películas históricas, además de servir de inspiración para documentales sobre la Edad Media en Castilla.
Su mezcla de ladrillo, agua y leyenda proporciona una textura visual inigualable. Rodeado de pinares, el castillo parece flotar sobre el tiempo. En la última década, varias escuelas de cine europeas lo han utilizado como escenario de cortos experimentales y producciones académicas.
Turégano, Cuéllar y los guardianes de piedra

Turégano, con su castillo amurallado, y Cuéllar, con su fortaleza palaciega, han sido protagonistas de múltiples documentales y series de época. Desde “Castillos de Segovia, el NO-DO” hasta reportajes de canales internacionales.
En Cuéllar, su fortaleza ha acogido rodajes medievales, mientras que Turégano apareció en anuncios publicitarios que exaltan el turismo rural como experiencia auténtica. Los creadores coinciden: los castillos segovianos poseen una fotogenia que solo se encuentra en el equilibrio entre ruina y nobleza.
Palazuelos de Eresma y el Palacio de Riofrío: intrigas entre montes
El Palacio de Riofrío, rodeado de ciervos y robledales, acogió rodajes de “Los pacientes del doctor García” y de “Isabel”. Su entorno, melancólico y silencioso, resulta ideal para dramas históricos. Muy cerca, en Palazuelos de Eresma, se grabaron escenas de “La caza. Guadiana” y de documentales sobre fauna y medio ambiente.
El visitante que recorra sus senderos comprenderá por qué los directores buscan ese equilibrio entre el esplendor cortesano y la naturaleza indómita: luz dorada filtrada entre los árboles, el sonido de los cascos sobre grava y la sensación de estar dentro de una película.
Abadía de Párraces y la Ermita de San Frutos: mística y eternidad

En Abadía de Párraces, con su claustro renacentista y jardines silenciosos, se rodaron secuencias de “La Casa de Papel” y del documental “Carlos V: los caminos del emperador”. La Ermita de San Frutos, colgada sobre el Duratón, fue también protagonista de la citada serie y de videoclips musicales.
Ambos lugares resumen la espiritualidad visual de Segovia: piedra contra cielo, silencio absoluto y un horizonte donde el cine recupera su dimensión poética.
El resultado es visible: turismo cultural en alza, festivales temáticos, rutas de cine y nuevos empleos vinculados al sector audiovisual. Iniciativas como “Segovia, destino de cine” o las visitas guiadas por escenarios de rodaje permiten recorrer la provincia con otra mirada: la del espectador que viaja dentro de la pantalla.

