Color y sabor son dos buenas excusas para sacar nuestro coche a pasear. La geografía culinaria de una provincia como Lleida tiene muchos recursos, y algunas comarcas como Les Garrigues han hecho de su sector agropecuario  un gran reclamo.

Si a esto le unimos un recorrido con el nuevo Hyundai Kona, la escapada es perfecta. Vino del Segre, aceite de Arbeca o una fiesta para comer caracoles necesitan la fiabilidad y el confort de este tipo coche, que nos lleva a cualquier lugar basados en el sentido común. La región de Les Garrigues en la provincia de Lleida emerge como un lienzo único y vibrante. Situada en el corazón de Cataluña, esta región ofrece mucho más que su pintoresco paisaje de olivares y colinas onduladas; su cocina es un tesoro por descubrir, una oda a la tierra y sus productos.

Cuando uno piensa en Les Garrigues, los olivos son la primera imagen que viene a la mente. Este paisaje está salpicado de miles de olivos, cuyas aceitunas no solo dan lugar a algunos de los mejores aceites de oliva del mundo, sino que también son un ingrediente esencial en la cocina local. El aceite de oliva virgen extra, con su aroma fresco y su sabor frutado, es la piedra angular de muchas recetas tradicionales de la región. Arbeca, es un pueblo que une la arqueología con la tecnología, o el vino con el aceite. Desde su castillo se entiende mejor este paisaje.  

Hay que parar en Juneda, un encantador pueblo rodeado de olivares que se extienden hasta donde alcanza la vista. Aquí, el aceite de oliva es rey, y hay una rica tradición de producción que se remonta siglos atrás. Uno de los productores más destacados es la Cooperativa Agrícola Sant Isidre de Juneda, que lleva más de cien años produciendo aceite de oliva virgen extra de alta calidad. Un paseo por los campos de olivos seguido de una visita a la cooperativa ofrece una visión fascinante del proceso de producción, desde la cosecha de las aceitunas hasta la extracción del aceite.

Por supuesto, ningún viaje gastronómico a Les Garrigues estaría completo sin una copa de vino. La región es conocida por sus vinos tintos robustos y aromáticos, elaborados con uvas cultivadas en las laderas soleadas de las colinas. La variedad más destacada es la Garnacha, una uva que produce vinos intensos y afrutados con notas de mora y especias. Un sorbo de vino de Les Garrigues es como un paseo por los viñedos, una experiencia sensorial que conecta al bebedor con la tierra y su historia. Algunas bodegas como Vinya Els Vylar han hecho del enoturismo uno de sus grandes reclamos de Arbecca. Pero también podemos visitar y disfrutar de bodegas en otros pueblos como Fulleda o la Pobla de Cérvoles. 

La gastronomía de Les Garrigues es un testimonio de la conexión profunda entre la gente y la tierra. Es una cocina arraigada en la tradición agrícola y pastoril, donde los ingredientes locales se celebran en platos sencillos pero deliciosos. La butifarra negra hecha en casa o “cansalada am fesols» son los rivales de una escudella que tiene gran variedad en función de cada pueblo. 

Además, el queso es otro producto estrella de Les Garrigues. La región es conocida por su queso de cabra artesanal, un manjar que refleja la riqueza de los pastos y la habilidad de los queseros locales. Quesería Ca la Sisqueta es una parada obligada para los amantes del queso. Fundada por la familia Sisqueta hace más de medio siglo, esta quesería artesanal produce una amplia variedad de quesos de cabra, cada uno con su propio carácter y sabor único. Desde el suave y cremoso “Arbeca” hasta el robusto y ahumado “Montsec”, cada queso cuenta una historia de la tierra y las manos que lo elaboraron.

Para los postres, no faltan los orelletes, con toda la variedad de frutas, que se transforman en dulces y postres… Sus peras y manzanas  son una garantía. Disfrútalo con un Hyundai Kona, que es producto perfecto para este tipo de acciones.