Elegancia francesa sobre las nubes
AIR FRANCE: LA ELEGANCIA EN EL AIRE
Desde su fundación en 1933, Air France ha hecho del refinamiento francés su sello distintivo. En tierra o en vuelo, la compañía ha sabido encarnar “el arte de viajar a la manera francesa”, donde la elegancia, el diseño y la atención al detalle se convierten en parte de la experiencia.

A lo largo de las décadas, Air France ha mantenido un diálogo constante entre tradición y modernidad, reflejando el espíritu de su país: vanguardia, cultura y estilo. En 2023, para celebrar sus 90 años, la aerolínea presentó una colección de cinco vestidos icónicos diseñados por Xavier Ronze, creador de vestuario del Ballet de la Ópera Nacional de París. Entre ellos, destaca la pieza dedicada a los uniformes, verdadero emblema del estilo de la compañía. Cada creación rinde homenaje a una etapa de su historia, uniendo la herencia y la innovación que siempre han definido a Air France.
Uniformes con firma de alta costura

Desde 1946, cuando Georgette Renal diseñó el primer uniforme oficial, Air France entendió que la indumentaria de su tripulación debía expresar algo más que funcionalidad: debía seruna declaración de elegancia y confianza. Desde entonces, los más grandes nombres de la moda francesa han contribuido a construir una identidad visual que hoy es reconocida en todo el mundo.
En los años 50, Georgette de Trèze introdujo un toque de feminidad inspirado en el New Look de Christian Dior: faldas ajustadas, chaquetas entalladas y boinas discretas que acentuaban la silueta. La azafata de Air France se convirtió así en un icono de la elegancia europea y del estilo parisino que conquistaba los cielos.
La década de 1960 marcó una auténtica revolución. Con la llegada de los jets y la expansión internacional, la compañía buscaba reflejar un espíritu más dinámico y moderno. El nuevo uniforme, diseñado por Marc Bohan para Christian Dior (1962), combinaba elegancia y funcionalidad: tonos azul cielo, líneas limpias y accesorios minimalistas. Fue el primer uniforme de “alta costura” en la historia de la aviación, y marcó el inicio de una colaboración duradera entre Air France y la moda de lujo.

En 1969, Cristóbal Balenciaga imprimió su sello inconfundible: sobriedad, precisión en los cortes y un equilibrio perfecto entre autoridad y feminidad. Su conjunto azul marino, con cuello amplio y detalles en blanco, se convirtió en un referente de diseño aeronáutico y un símbolo de sofisticación atemporal. Era la representación perfecta de una mujer moderna, segura y elegante, volando hacia el futuro con la serenidad del estilo francés.

Los años 70 trajeron libertad de movimiento y diversidad. Jean Patou, Rodier, y más tarde Carven, Nina Ricci y Grès, ofrecieron propuestas modulares que permitían a cada azafata adaptar su atuendo a las circunstancias del vuelo o el destino. El pantalón hizo su entrada triunfal, y el trío de colores —azul, blanco y rojo— consolidó definitivamente la imagen de marca de Air France, combinando patriotismo y sofisticación.
En los años 80, el uniforme evolucionó hacia un estilo más cosmopolita, de líneas suaves y elegancia práctica. Louis Féraud y Nina Ricci aportaron modernidad sin renunciar a la esencia. Finalmente, en 2005, Christian Lacroix fue el encargado de rediseñar el uniforme de Air France para el siglo XXI. Con su mezcla de sobriedad y glamour, el diseñador combinó el azul marino clásico con toques de rojo intenso, evocando el lazo entre tradición y vanguardia.

“La tripulación de Air France puede reconocerse en cualquier aeropuerto del mundo, no solo por sus colores, sino por su impresionante combinación de estilo y elegancia.”
— Christian Lacroix
La moda como identidad
Los uniformes de Air France son mucho más que una prenda: son la manifestación visual del espíritu de la compañía y un reflejo de la historia de la moda francesa. Desde Dior hasta Lacroix, cada diseñador ha reinterpretado el refinamiento francés según su tiempo, pero todos han conservado la misma esencia: elegancia, precisión y orgullo.

En cada cambio de siglo, en cada nueva flota o destino, Air France ha mantenido su compromiso con la estética, entendiendo que volar con la compañía no es solo desplazarse, sino participar de una experiencia cultural. Cada uniforme cuenta una historia de modernidad, feminidad y distinción, tejida con los hilos del arte y la tradición.
Así, a través de la moda, Air France ha hecho visible una filosofía: la elegancia no es un accesorio, sino una forma de entender el viaje.
Volar con Air France es formar parte de una historia donde la elegancia francesa se eleva, una vez más, sobre las nubes.
Créditos imágenes:
© Air France – Colección 90 años / Archivo histórico Air France

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