POR LA SERRANIA DE RONDA EN SKODA KODIAQ
Hay coches pensados para disfrutar y el Skoda Kodiaq (https://www.skoda.es/modelos/kodiaq/kodiaq) es uno de ellos. En su versión diésel 2.0 TDI de 193 CV con tracción total, representa una síntesis de robustez, confort y eficiencia para recorrer rutas tan icónicas y exigentes como la Serranía de Ronda. Este modelo, que destaca por su capacidad dinámica, polivalencia y tecnología, permite adentrarse por carreteras de montaña, descubrir el legado histórico andaluz y ofrecer una experiencia de viaje apta tanto para familias como para aventureros que gustan de la comodidad, la seguridad y el espacio XXL
Técnicamente, el corazón de este Kodiaq es un motor diésel de cuatro cilindros, 1968 cc, que entrega 193 CV (142 kW) y un par motor de 400 Nm disponible a bajo régimen (desde 1750 rpm), asociado a una caja de cambios DSG automática de siete velocidades y un sistema de tracción total 4×4 permanente y seleccionable.
Esta mecánica le permite acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 7,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h, cifras que lo sitúan en la cima de los SUV medianos diésel por dinamismo, pero sin perder de vista el consumo homologado, que ronda los 5,9 l/100 km, y una autonomía práctica cercana a 932 km en uso mixto.
El Kodiaq apuesta por la habitabilidad y la versatilidad: con hasta siete plazas en opción y un maletero abismal de 910 litros – que puede crecer hasta más de 2000 litros abatiendo los asientos posteriores –, resulta ideal para grandes viajes. Su longitud es de 4,76 m y su anchura de 1,86 m, pero el diámetro de giro bien contenido y la buena visibilidad, apoyada en sensores y cámaras, facilitan la maniobrabilidad incluso en los cascos históricos de los pueblos blancos andaluces.
En el interior, la calidad percibida y la lógica de los mandos se combinan con materiales de buen tacto y asientos eléctricos para el conductor. La instrumentación digital Virtual Cockpit aporta modernidad y múltiples vistas, permitiendo alternar entre navegación, información de viaje y una presentación deportiva. La tecnología incluye conectividad avanzada, sistemas de ayuda a la conducción (frenada automática, control de descenso, gestión de modos de conducción) y detalles prácticos “SimplyClever”, fiel a la filosofía Skoda.
Estilo, posibilidades y vida a bordo
El diseño exterior sugiere solidez con un frontal vertical presidido por una parrilla cromada, ópticas con tecnología Matrix LED – que mejoran la seguridad en rutas de poca iluminación – y una silueta proporcionada donde brillan detalles cromados en las molduras y las barras de techo. En opción, pueden equiparse llantas de aleación de hasta 20” que refuerzan su imagen deportiva, aunque las de serie resultan más cómodas en firme bacheado.
En el interior, la configuración de cinco o siete plazas ayuda a adaptar el vehículo a las necesidades del viaje. Los asientos de cuero sintético ofrecen confort térmico y ajustes eléctricos, con posibilidad de memoria para el conductor y climatización independiente para las filas traseras. La modularidad es una de sus bazas: los respaldos traseros abatibles y la ausencia de túnel central facilitan el transporte de equipaje voluminoso, bicicletas o incluso equipamiento deportivo.
La posición elevada de conducción y la ergonomía del conjunto transmiten confianza tanto en tramos urbanos como en autopistas o por las sinuosas vías de la Serranía. Dispone de ayudas como el control de descenso, el sistema de modos de conducción Off-road y ajustes de suspensión que lo hacen apto para caminos de tierra y pistas rurales, aunque sin llegar a un uso extremo de todoterreno.
Por supuesto, que Ronda es una buena base de operaciones. Hoteles como La Donaira es un buen lugar para disfrutar de ese Turismo Rural de lujo. Desde Ronda, la ruta se despliega entre sierras abruptas, encinares y un rosario de pueblos blancos que parecen esculpidos en la roca. La tecnología de tracción total y control de descensos del Kodiaq resulta especialmente útil en las subidas y bajadas pronunciadas que comunican Setenil de las Bodegas – célebre por sus casas excavadas en la roca del río Trejo – y Zahára de la Sierra, desde donde se contempla el embalse y se accede a senderos de enorme belleza.
En Setenil, las cuevas del Sol y de la Sombra, junto a la iglesia de la Encarnación y el castillo almohade, conforman una experiencia única. El Kodiaq, pese a sus dimensiones, permite acceder y estacionar en las zonas turísticas gracias a la suite de cámaras y sensores.
Más adelante, Grazalema despliega la exuberancia natural del parque homónimo: rutas de senderismo, miradores y una atmósfera de pueblo detenido en el tiempo. El climatizador trizona del SUV es un aliado esencial durante los cambios bruscos de temperatura que se producen al ganar altitud en la sierra.
La última etapa conduce hacia Algodonales, que sirve de portal natural de entrada a la Sierra de Líjar y el Parque de Grazalema. Famosa por sus fuentes – la del Algarrobo, la de la Calle Llana – y por la tradición del vuelo libre, aquí la panorámica permite avistar buitres y parapentes, así como degustar en las terrazas el queso payoyo y dulces de obrador local. La amplitud del Kodiaq facilita cargar todo tipo de productos artesanales y regalos antes de regresar al punto de origen.
El Skoda Kodiaq 2.0 TDI 193 CV se revela como un vehículo excepcional para una ruta tan variada y escénica. En autopista, demuestra estabilidad y bajos consumos; en carretera de montaña, la dirección precisa y la gestión electrónica del par aseguran un paso ágil por curvas y repechos. El control de crucero adaptativo y las asistencias activas aportan un extra de seguridad y tranquilidad en trayectos largos o vías secundarias con visibilidad reducida.

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