Parece que la calle de Chuchilleros de Madrid , cercana a la Plaza Mayor, ha sido tomada por una colección de folletos de bravas aburridas, calamares mal rebozados y raciones de torreznos de dudosa consistencia… El afamado bocata de calamares no es la solución para algún tipo de compromisos y su surge la duda sobre la recomendación de una dirección con estilo, que nos ayude a renovar nuestra agenda en la Plaza más bonita del mundo.

Por eso se agradece la apuesta de Casa Mories, que podríamos definir como una ilustrada con producto calidad. Estamos tras el Mercado de San Miguel, (Plaza de San Miguel, 5. Madrid. 91 366 60 00. www.casamories.es), y los que paseamos por la zona lo conocíamos como la Forja. Desde 1965 y hasta el comienzo de la pandemia ahí se encontraba el restaurante de la familia del actual propietario, Enrique Menéndez, La Forja de Sesnández, el pueblo que vio nacer a la familia Mories.

La decoración resulta sumamente atractiva, y siempre es agradable ver como se reinterpretan los espacios en el Madrid más castizo, conservando algunos elementos de su antecesor, como los azulejos de Talavera de la Reina con motivos de garzas y algunos antiguos muebles restaurados.

De los fogones de Casa Mories se encarga Beltrán Alonso, que ha trabajado con Alberto Chicote en Nodo, Fernando Pérez Arellano y Sergi Arola entre otros. La pasión por la materia prima y hacer elaboraciones reconocidas y reconocibles es su máxima, donde todos los ingredientes ‘se noten’ y sumen a la receta…

Es lo que ha aprendido en sus años de vivencias y experiencia, y lo que define la filosofía de este espacio como cocina tradicional actualizada de mercado. Las verduras que nutren su despensa las traen del huerto de la familia en Sesnández, Zamora, además de comprar productos locales basándose en la temporalidad para conseguir su sabor óptimo en cada momento. Eso se transmite en la hospitalidad que ofrece Madrid. Aquí todo el mundo es bien recibido. Su cocina es un como un pueblo grande donde la cecina de León va de la mano de los carabineros. El caviar puede acompañar a un bocado de atún o un trozo de molleja preparada en su punto… La vida es muy corta para no disfrutar en la mesa.

Casa Mories se divide en dos zonas: la entrada, con la barra y mesas altas donde poder tomar el aperitivo, comer a base de tapas y raciones o incluso saborear un buen bocadillo gourmet y para almuerzos o cenas más distendidos, sus dos coloridos salones.

Algunos platos ya están ganando incondicionales, como sus Bravas estilo Casa Mories -su forma de elaborar las patatas es pura sutileza y la salsa brava, ‘de verdad’-, sus sofisticadas croquetas, el Steak Tartar de vaca vieja madurada, con patatas fritas, montado sobre pan brioche, que puede ser tal cual un perfecto entrante o pedirlo como plato principal con tuétano a la brasa.

Y claro que el ambiente tabernario tiene sus clásicos. Esas tortillas gourmet hechas al momento también merecen mención aparte y son rivales de unas patatas con pulpo a la parrilla y aceite de oliva y pimentón. ¿Más ideas? Huevos rotos de corral con fritura de ortiguillas de mar son puro sabor o la Oreja de cerdo crujiente con salsa brava, huevo frito de corral y tartar de carabineros. Algunos de sus platos, ya de por si excepcionales, se convertirán en superlativos con un pequeño punch, como la Ensaladilla Rusa a la que se le puede añadir caviar, o a la tan de moda Tarta de queso cremosa, que aquí será más IN aún al rallarle trufa negra.

Su propuesta líquida cuenta con casi 75 referencias con vinos para todos los gustos y bolsillos, y varios espumosos que pronto verán ampliada su oferta. El local abre de lunes a miércoles de 13:00 a 15:45 h. y de 20:00 a 23:45 horas, y de jueves a domingo, aunque la cocina mantiene el mismo horario, la zona de barra -con su picoteo incluido- abre de 13:00 a 01:30h. y es perfecto para alargar las sobremesas o comenzar la tarde-noche con buen pie.

Tiene capacidad para 15 personas en la zona de barra y el precio medio aquí es de 25 € y entre los dos salones puede acoger 45 comensales y el ticket medio de esta zona ronda los 60 €, al igual que en el privado de la zona de la cocina. En definitiva, un lugar que hay que conocer y tener en cuenta para repetir.