Ermitas de Ávila con Alfa Romeo

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La provincia de Ávila alberga numerosos santuarios y ermitas, cada uno con su particular historia. Estas edificaciones no solo representan lugares de culto y devoción, sino que también reflejan el legado histórico, cultural y arquitectónico de la región.

A continuación, exploraremos varios de estos santuarios, aunque no de cualquier manera, sino montados en nuestro Alfa Romeo. Descubre la riqueza histórica de sus construcciones, los elementos arquitectónicos que las caracterizan, las festividades y eventos que mantienen vivas sus tradiciones, así como su relevancia en el ámbito cultural y turístico. Sumérgete en este viaje que nos lleva al corazón devoto de Ávila.

 

1. Santuario de la Virgen de El Cubillo, Aldeavieja, Ávila

El santuario de la Virgen de El Cubillo se encuentra en Santa María del Cubillo, dentro del municipio de Aldeavieja, en la provincia de Ávila. Este lugar de devoción alberga una rica historia vinculada a la fe y las tradiciones locales.

La primera referencia escrita sobre la aparición de la Virgen proviene del licenciado Francisco García, arcediano de la catedral de Segovia y natural de Aldeavieja, quien en 1613 documentó los orígenes del santuario. Según su relato, hacia el año 1300, un pastor acostumbraba a colgar un cubillo (un recipiente de madera usado para ordeñar) de una rama de álamo en la alameda donde hoy se levanta el santuario. En ese lugar, el pastor habría presenciado varias veces a la Virgen apareciendo dentro del cubillo, instándole a que comunicara a los habitantes del pueblo la necesidad de construir un templo en su honor. El suceso fue notificado al Abad y Cabildo de Párraces, quienes, respaldados por la comunidad local, edificaron el primer santuario, que recibió el nombre de Nuestra Señora de El Cubillo.

Otro testimonio, registrado por el regidor eclesiástico Pedro José Cano Gutiérrez en 1726, sitúa la aparición en 1454. En este relato, un pastor, tras rezar el rosario, observó a la Virgen en un cubo rodeada de resplandores. Este evento fue corroborado por autoridades religiosas y la comunidad, consolidando la devoción al lugar.

Inicialmente, se erigió una ermita sencilla construida con materiales precarios. Posteriormente, el auge de peregrinos y las mejores condiciones económicas permitieron la construcción del actual templo a principios del siglo XVII. Este edificio de estilo barroco cuenta con una planta de cruz latina, naves abovedadas y un retablo mayor churrigueresco decorado con columnas salomónicas y detalles en pan de oro.

La iglesia, declarada monumento histórico-artístico en 1982, ha sufrido restauraciones a lo largo del tiempo debido a saqueos y deterioro. Actualmente, conserva solo una pequeña parte de los exvotos originales.

El santuario abre sus puertas los fines de semana y días festivos durante todo el año. Las festividades principales tienen lugar el 8 de septiembre, día de la Virgen. En el recinto también se pueden adquirir recuerdos y disfrutar de la hospedería.

 

2. Ermita de la Virgen de la Concepción, Navasequilla, Ávila

Ubicada en Navasequilla, la ermita de la Virgen de la Concepción se erigió tras el hallazgo de la imagen de la Virgen en una cueva cercana por unos pastores. Este descubrimiento inspiró la construcción del templo, que se convirtió en un lugar de peregrinación para los devotos. A pesar de las sucesivas restauraciones, la ermita mantiene su estructura original, caracterizada por una arquitectura sencilla que resalta su conexión con la naturaleza circundante.

La ermita es un centro de vida religiosa y cultural, donde se celebran misas, procesiones y la tradicional romería en mayo. Este evento reúne a numerosos fieles que rinden homenaje a la Virgen y disfrutan de actividades religiosas y culturales.

Además de su significado espiritual, la ermita atrae a visitantes interesados en su entorno natural y su valor histórico. Es un destino popular para quienes buscan explorar el patrimonio rural y la belleza paisajística de la región.

 

3. Santuario de Nuestra Señora de las Fuentes, San Juan del Olmo, Ávila

El santuario se localiza en el macizo de las Fuentes de la sierra de Ávila, junto al nacimiento del río Almar. Este lugar combina elementos de devoción cristiana con tradiciones más antiguas, vinculadas al agua como símbolo de vida.

La actual ermita, construida en el último tercio del siglo XVII, posee una nave rectangular de piedra con arcos renacentistas y una bóveda de ladrillo. Su interior alberga una imagen de la Virgen que data del siglo XII.

El templo incluye una sacristía, seis capillas y una casa para el ermitaño. También cuenta con una plaza de toros cuadrada, utilizada durante los festejos tradicionales, como la romería anual, que se celebra el tercer domingo de septiembre. Durante este evento, se realizan misas, procesiones y actividades comunitarias en un ambiente festivo, marcado por la música y la gastronomía local.

 

4. Ermita de El Cristo de Barco de Ávila

La Ermita de El Cristo de Barco se encuentra en el municipio de El Barco de Ávila, en la provincia de Ávila. En el siglo XIII, una fuerte crecida del río Tormes arrastró, de manera inexplicable, un Cristo de madera de tamaño natural, que quedó varado en la orilla izquierda, por encima del puente. Unos caminantes, junto con los vecinos del pueblo, lo encontraron y lo trasladaron en procesión a la Iglesia Parroquial, donde lo dejaron. Al día siguiente, el Cristo apareció de nuevo en el mismo lugar, por lo que fue llevado nuevamente a la iglesia. Este suceso se repitió durante varios días.

Convencidos de que el Cristo quería permanecer cerca del puente, los habitantes decidieron erigir una ermita en ese lugar, inicialmente llamada del Humilladero.

Cuatro siglos después, la ermita se encontraba en ruinas y, en 1672, fue reconstruida. Durante las obras, al excavar los cimientos, surgió una fuente con tres caños, lo que llevó a la gente a comenzar a llamar tanto a la fuente como al Cristo como «del Caño«.

En su honor, se celebran festividades el primer domingo de septiembre, así como el viernes y sábado previos. En esas fechas, el Cristo es llevado en procesión por el pueblo hasta la Iglesia Parroquial, donde permanece hasta el último domingo de octubre, cuando se devuelve a su ermita.

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