Noguera Pallaresa: un río pensado para la acción
El Noguera Pallaresa ofrece, en plena provincia de Lérida y los Pirineos, una enorme cantidad de posibilidades de ocio. Ya sea en familia, con niños o en solitario, este auténtico río bravo en medio de la Península Ibérica permite a los fanáticos del rafting y otros deportes acuáticos hacer de su curso un verdadero festival de actividades. Su perfecta combinación de aguas bravas con zonas más tranquilas diversifican mucho las actividades de rafting de su extenso recorrido.
Dicen los libros que son 154 kms. de longitud y casi 1500 metros de desnivel, pero eso parece lo menos importante. Casi todo el año es un rio pensado para el ocio… y eso se nota.
Técnicamente, el Noguera nace en Pla de Beret, en pleno Valle de Arán, un lugar de paisajes pirenaicos y de montaña en el que se concentran paisajes escarpados, pequeños pueblos medievales y rincones naturales de increíble belleza (además de, por supuesto, la estación de esquí de Baqueira Beret y todo lo que ello conlleva). Esqui, travesías con trineos de perros y mucho senderismo con raquetas de nieve son los referente en un invierno donde la nieve marca la actividad.
Su camino hacia el Atlántico atraviesa municipios de alto interés turístico que basan su vida en las aguas del Noguera Pallaresa y proporcionan al visitante interesado en el deporte acuático diversión de primer nivel. Los pueblos de montaña están marcados por la estacionalidad. Algunos dicen, que no quiso ir para el norte para no pelearse con el rio Garona. Por eso, pasa por Montgarri, para demostrar su personalidad. En Esterri de Aneu y Llavorsi, la nieve y los hielos se funden para crear unos paisajes únicos.
Cada ramal de la carretera del Puerto de la Bonaigua es una escapada. Por eso llegamos con facilidad a la nieve. La estación de Port Ainé, en el Parque Natural del Alt Pirineu, es un centro de esquí con casi 30 kilómetros de pistas y 800 metros desnivel aptos para todo tipo de esquiadores, expertos o novatos. Está especialmente enfocada, eso sí, a un público familiar por eso abundan los recorridos sencillos. Ubicada bajo el pico de Orri, ofrece la mejor calidad de nieve de todo el Pirineo al tiempo que nos deja a un tiro de piedra de algunas de las localidades y municipios más importantes de la zona regada por el Noguera Pallaresa.
Una buena base de operaciones puede ser Sort, que marca ese concepto de ocio. No en vano se celebra aquí el Rally Internacional de la Noguera Pallaresa, ejemplo de que nos encontramos ante una cita obligada para los piragüistas de cualquier nivel (también podemos buscar zonas para jugar a ser aventurero) y en cualquier época del año. El invierno, de hecho, se nos antoja ideal para disfrutar de las cumbres nevadas de los Pirineos y de la acogedora sensación de paz y, a la vez, aventura (ambas cosas son compatibles) que nos dejan localidades como Sort.
Este municipio de los Pirineos leridanos, considerado antaño tierra de brujas, es en sí mismo una increíble combinación de historia, arquitectura, gastronomía y… suerte. Aquí se encuentra La Bruixad’Or, la administración de lotería que más factura en tiempos de sorteo, y todo ello pese a la ubicación más bien alejada del pueblo. La fortaleza y el entramado de las calles medievales de Sort hacen el resto, con una típica calle mayor repleta de tiendas. Ese castillo del siglo XI e iglesias como la de San Félix, aperitivo perfecto a joyas de la naturaleza como el Parque Nacional de Aigüestortes y el Lago de Sant Maurici.
Pero aquí hemos venido a mojarnos en sentido literal, no figurado. Considerado cuna nacional de los deportes de aventura, este destino turístico basa todo su atractivo en el Noguera Pallaresa y la multitud de empresas que ofertan cursos y actividades de rafting, kayak, piragua y otras variantes. El paisaje de álamos y sauces, por supuesto, acompaña, multiplicando las posibilidades fuera y en los alrededores del río con rutas de senderismo, a caballo o bicicleta. Quien se aburra aquí es porque quiere gracias a rutas como la del Valle de Unarre, la de Batlliu de Sort y la que llega al lago de San Mauricio, entre otras muchas. Cada pueblo tiene algo que contar.
Quien asocie esta zona recreativa leridana al verano está equivocado. La nieve y el esquí forman parte inequívoca del ADN del Pallars Sobirà. Los deportes de montaña también pueden ser actividades familiares, por lo que podemos graduar el tono o intensidad de nuestro viaje a nuestro gusto. Seguro que nos vamos a sorprender la primera vez que paremos en Trivia, o que nos detengamos un rato en Gerri de la Sal para pasar por su puente medieval… Aquí la distancia no se mide en kilómetros.
Sea cual sea la actividad elegida, las aguas claras y cristalinas del río y el espectacular paisaje montañoso, caracterizado por precipicios, cascadas, valles y desfiladeros entre fuentes de agua natural, adornan el recorrido dispuestos a seducir a los más exigentes. Podemos apostar por aguas revueltas para nuestra piragua, a la altura del desfiladero de Terradets o por unas más tranquilas en la zona del embalse de Sant Antoni. Se trata de uno de los más grandes de todo el Pirineo y en el fondo descansan las ruinas de una ermita que da nombre al propio lago. Otro embalse, el de Terradets, es también la perfecta combinación de paisaje y una razonable dosis de deporte de remo. El kayak es aquí, pues, la mejor opción posible.
Siempre hay que tener un hueco para esos pueblos más grandes. Puebla de Segur o Tremp siempre nos permite disfrutar de su arquitectura modernista que se guarda como símbolo de su gran poder económico y cultura. Es el poder de una agricultura generosa, que se refleja en una gastronomía sumamente variada. Carnes y verduras para esas butifarras y embutidos que tienen en la huerta el complemento perfecto después de una jornada de bicicleta de montaña entre senderos y cañadas.
Esta ruta de deportes acuáticos nos reserva todavía algunas sorpresas. Es el caso de Casa roca en Sant Martí de Barcedana, un lagar de aceite y vino reconvertido en casa rural y que puede ser el alojamiento ideal para disfrutar de la gastronomía local y el relax que proporcionan los paisajes. El Noguera dice mucho de Lleida.