CARACOLES PARA CONOCER UN TERRITORIO

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A pocos kilómetros de Lleida, cada pueblo demuestra su forma de entender los caracoles. Es mucho más que una comida. Es una fiesta en la que participan algunos alimentos de esta tierra tan generosa. Los vinos del Segre, el aceite de Arbeca, las peras de Alcarras se unen a esas bandejas de “caracoles” donde corren las risas y la fiesta. El caracol es la excusa para disfrutar del territorio. El nuevo Hyundai Kona puede ser la forma perfecta para recorrer estos territorios.

Cal Xirricló. Balaguer.

Un referente como la plaza del Mercadal o la iglesia de Santa María. Restaurant Cal Xirricló lleva años trabajando para elevar la gastronomía catalana allí donde debe estar, incluyendo – naturalmente- los caracoles en su variación más catalana posible. Francesc Molins es la tercera generación consagrada a este negocio cuya cocina lleva con mano maestra el chef Jordi Pan. Cal Xirricló comenzó como una pequeña bodega en 1952 y la calle Santa Ana, y en sus sucesivas evoluciones el objetivo ha sido siempre el mismo: proporcionar al comensal la mejor experiencia en comida catalana, aunando tradición y modernidad con buen gusto y poniendo el acento en el buen vino de su bodega. Las croquetas caseras y sus caracoles a la gormanta, bien mezclados con panceta de cerdo, romero, tomillo y otras especias, son dos de sus clásicos imperecederos. Obligada visita después de una ruta por el otro lado del rio.

Carrer del Dr. Fleming, 53, 25600 Balaguer, Lleida

Cal Farré. Vallfogona de Balaguer

Aquí se viene a comer. Restaurant Cal Farré es otra gran opción para degustar caracoles. Empezó en 1924 y, como la experiencia es un grado y más en hostelería, el paso de las décadas se nota, y para bien. Mezclan grandes clásicos y propuestas de siempre, pero de las que funcionan. Es el caso de sus caracoles a la llauna o la gormanta, dos platos económicos pero con todo el sabor de Cataluña. En Cal Farré el caracol, no obstante, ha ascendido de nivel y también aparece como secundario de oro en platos de bandera como las manitas de cerdo con caracoles o sus, no menos míticas, cassolas y cassoletas. Guillem es la nueva generación que demuestra su personalidad en cada plato… Lugar de referencia.

Carrer Major, 2, 25680 Vallfogona de Balaguer, Lleida

Bodega Xarel-lo. Mollerussa

El museo de los trajes de papel es un reclamo para muchos curiosos en la zona. Pero Molleruosa es ante todo un punto de encuentro de los agricultores y productores de la zona. En Bodega Xarel·lo los caracoles hablan catalán. Estos héroes de la cocina mediterránea han cogido el caracol y lo han elevado a otro nivel sin darse aires de grandeza. Como plato popular que es, la receta de Xarel.lo respeta la tradición catalana a pies juntillas, pero el secreto está en la ejecución. Bien regados con uno de los buenos vinos de la casa, sus caracoles especiales se convierten en un plato insuperable ideal para compartir… o no.

Una vez finiquitada la cazuela, imprescindible recurrir a su carta de carnes y pescados, o si somos más rápidos que los propios caracoles, a los postres. Una cosa es segura: de aquí saldremos llenos. Un lugar perfecto para conocer los vinos de la zona.

Plaça Major, 7, 25230 Mollerussa, Lleida

Cal Menut. Belianes

Casi al final del Valle del Corb se levanta este pueblo que tiene en el aceite su referente. Restaurant Cal Menut es uno de esos lugares que elevan la valoración media de la ciudad. Cocina de proximidad, ingredientes de temporada y frescura se imponen en una carta diseñada con cuidado. En un acogedor pero igualmente mimado espacio, que ya nos anuncia el respeto a las recetas tradicionales catalanas de su carta, Cal Menut ofrece exquisitos platos de carne y pescado… pero también caracoles.

Sus caracoles a la llauna con salsa, bien aliñados con pimentón y aceite de oliva, se hacen como se vienen preparando desde tiempos pretéritos. Salsa vinagreta y ali olí rematan el intenso sabor de un plato que, además de bien ejecutado está mejor presentado. Un lugar que asume el ambiente de las casas de comida para todos los días.

Plaça Comandant Serret, 16, 25266 Belianes, Lleida

Masia les Garrigues. Les Borges Blanques

Un lugar de referencia para una primera parada en la zona. Restaurant Masia les Garrigues es, sin duda, uno de los hitos gastronómicos de la comarca de Las Garrigas. Visitar esta región y no pasar por la masía es una incoherencia de la que nos arrepentiremos. Y para muestra, su receta tradicional de caracoles, que hace honor a todo lo que esperamos a uno de esos restaurantes de carretera adaptados a los tiempo modernos.

Mucho cuidado y varios ambientes para conocer un lugar de referencia. secretamente adorados por los camioneros -especialmente preparado, no obstante, para celebraciones de todo tipo-. Preparados de nuevo “a la llauna”, aquí encontramos una especialidad que no pierde garra según pasan los años y las décadas. Para colmo, el menú diario también sale tremendamente económico.

Ctra Tarragona, N-240, km 67, 25400 Les Borges Blanques, Lleida

Hostal Benet. Les Borges Blaques.

Restaurant Hostal Benet es otro gran clásico leridano. Ubicado en el casco histórico de la ciudad en una casa de finales del siglo XVI, este restaurante lleva ya más de dos décadas dando nuevos aires a la gastronomía de siempre. Lo hacen con apego y profesionalidad, sabedores de que en realidad no hace falta cambiar nada sino devolver la dignidad y significado a los platos tradicionales, siendo creativos pero respetuosos. Quizá por eso, sus sabrosos caracoles a la llauna han merecido los mayores halagos, y lo seguirán haciendo siempre, como en realidad la mayoría de sus propuestas de temporada.

Plaça de l’u d’Octubre, 21, 25400 Les Borges Blanques, Lleida

Restaurante Malena. La Vaquería

Restaurante Malena tiene una Estrella Michelin y un Sol Repsol avalando su labor. Para ello aportan un visión creativa a platos tradicionales leridanos, un toque personal y moderno para elevar platos campesinos basados en la huerta, así como sabrosas carnes y pescados. Todo está basado en los mejores ingredientes, y los caracoles no son una excepción. Preparados en su propio jugo al perfume de laurel es perfecto para la primavera, con un toque fresco que parece extenderse al resto de su deliciosa y estimulante carta.

Este restaurante nacido a primeros de los noventa y ubicado en pleno entorno rural de La Vaquería, de Gimenefells, ha conseguido renovar los platos de siempre con respeto y espíritu. El entorno, sostenible e inserto en plena naturaleza, también es estimulante y parece mezclar pasado y futuro con el mismo ánimo que su cocina.

La Vaquería, Carretera Sucs (Complex, 25112, Lleida)

Restaurante Pateco. Almacelles

Restaurant Pateco, bien ubicado en el centro de Almacelles, tiene una carta amplia y bien desarrollada, donde la comida casera demuestra ser un arte al alcance de muchos. Buen ambiente, buen servicio… buenos caracoles. Los de Pateco son a la llauna y son frescos y sabrosos, y además tienen un precio bien ajustado.

Se nota cuando un restaurante tiene oficio y no le hace falta darnos gato por liebre: comida tradicional bien entendida y mejor hecha, sin excesos, pero con muchas ganas de agradar. Naturalmente, este local de Almacelles -que dispone de terraza- también ofrece una carta contundente: arroz negro con sepia, buenos entrantes y una paletilla de cordero a baja temperatura a la altura de lo esperado.

Rbla. de la Generalitat, 8, 25100 Almacelles, Lleida

Restaurante Ideal. Almenar.

El pueblo es famoso por la batalla con ese nombre, pero muchos de los que vienen a comer no lo saben. Restaurante Ideal, ubicado al norte del Segriá, hace honor a su nombre. Este local de decoración y ambiente sencillo y típico, pero cuidado y agradable, lleva años desarrollando una encomiable labor cuidando a sus comensales. Lo hace con platos tradicionales pero frescos, y sus caracoles (como tampoco sus carnes a la brasa o el bonito) no son una excepción. En el Ideal, digámoslo ya, se come de lujo: uno de esos lugares que sin atracar la cartera del cliente le sorprende con platos típicos, abundantes y bien hechos, atentos a las recetas tradicionales. Sus caracoles son jugosos y bien especiados, lo justo para no saturar.

Almenar, Carrer Trullets, 12, 25126 Almenar, Lleida

Cal Sigle. Algerri.

Cal Sigle es un local sencillo que, sin embargo, parece entender mejor que otros muchos de superior precio y ambición la naturaleza de los platos tradicionales leridanos. Estamos ante un bar de carretera capaz de complacer al más exigente con un buen servicio, buen producto y mejor precio. En su interior, con un ambiente sencillo pero agradable, nos sentiremos bien atendidos.

Tienen menú del día, platos combinados y bocadillos, pero qué menos que probar sus caracoles, probablemente bien conocidos y reconocidos por todos los vecinos de Algerri y muchos conductores que tienen a bien detenerse en Can Sigle. Sus caracoles son un gran manjar, porque lo humilde es compatible con la grandeza.

Carrer Carretera de Balaguer, 19, 25130 Algerri, Lleida

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