Volkswagen CADDY PARA DISFRUTAR DEL TERUEL TRUFERO
Los vehículos polivalentes están de moda y la Volkswagen Caddy es uno de los mejores ejemplos. Existen tres generaciones de la Caddy, que están relacionadas con cuatro modelos distintos de la marca. La primera generación (Tipo 14D; 1980-1995) está derivada del Volkswagen Golf I. La segunda generación (Tipo 9U; 1996) deriva del Škoda Felicia que es la versión pickup y la versión furgoneta se denomina (Tipo 9K; 1996-2004) está basada en la plataforma del Volkswagen Polo III y del SEAT Ibiza II. La tercera generación (Tipo 2K; 2005-presente) deriva de la plataforma del Volkswagen Touran.
Su nombre es una clara alusión a Cadillac y seguro que nos resulta más útil. Este vehículo demuestra que lo polivalente es lo más barato. Puedes llevar a lo niños al colegio y luego ir a buscar setas. Cargas la compra con facilidad y no tienes problemas para que una persona mayor tenga un acceso cómodo. Por eso nos gusta y es perfecto para ir a disfrutar de la Sierra de Gúdar en Teruel. La temporada de trufa está a punto de empezar y siempre hay algo que preparar para la despensa, la temporada
de esquí o visitar a algún amigo que tiene un huerto en su pueblo.
Su diversidad de motores y cilindradas nos dan muchas opciones. Los motores gasolina de la Caddy IV son un 1.4 litros de 80 CV y un 1.6 litros de 102 CV, en ambos casos atmosféricos y con inyección indirecta. Los diésel son un 2.0 litros atmosférico de 70 CV, 1.9 litros turbocomprimido de 75 o 105 CV, y un 2.0 litros turbocomprimido de 140 CV. En marcha que nos esperan cuatro pueblos.
1.- Mora de Rubielos
Hay pueblos perfectos para un fin de semana y Mora de Rubielos es uno de ellos. Este pintoresco pueblo se encuentra en la comarca de Gúdar-Javalambre, rodeado de un paisaje montañoso que lo convierte en un destino ideal para los amantes de la naturaleza y la historia. Mora de Rubielos destaca por su impresionante patrimonio arquitectónico, que incluye un castillo medieval que data del siglo XIII, el cual se alza majestuosamente sobre la localidad y ofrece vistas panorámicas del entorno.
Para conocer la vida cotidiana hay que patear el casco histórico que está lleno de calles empedradas y edificios de piedra que reflejan la rica historia de la región. La iglesia parroquial de Santa María la Mayor, con su impresionante retablo y su arquitectura gótica, es otro de los puntos de interés que atrae a visitantes. Además, el pueblo cuenta con varias casas señoriales que evidencian la importancia de Mora en épocas pasadas.
En invierno, la trufa es un gran reclamo y los visitantes lo saben. La gastronomía de Mora de Rubielos es otro de sus atractivos. Los platos típicos de la zona incluyen productos locales como el ternasco, embutidos y quesos, que se pueden degustar en los restaurantes del pueblo. La visita al Rinconcico es obligada. Sin duda, es un rincón que merece ser explorado por aquellos que buscan una experiencia auténtica en Aragón.
2.- Manzaneda
No muy lejos de Mora está Manzaneda. Manzaneda es conocido por su producción de trufas, un hongo subterráneo muy apreciado en la gastronomía, que ha ganado popularidad en los últimos años debido a su sabor y aroma únicos.
La gastronomía de Manzaneda se enriquece con la trufa, que se utiliza en una variedad de platos, desde risottos hasta salsas, aportando un toque especial a la cocina local. Los restaurantes de la zona suelen ofrecer menús que destacan este ingrediente, permitiendo a los comensales disfrutar de su sabor en diferentes preparaciones.
Además de su producción de trufas, Manzaneda es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. Los alrededores ofrecen numerosas rutas de senderismo y oportunidades para practicar deportes al aire libre, como la bicicleta de montaña. La tranquilidad del entorno y la belleza del paisaje hacen de Manzaneda un destino perfecto para aquellos que buscan escapar del bullicio de la vida urbana.
La comunidad local es acogedora y está orgullosa de sus tradiciones, lo que se refleja en las festividades y eventos que se celebran a lo largo del año. La Feria de la Trufa, por ejemplo, es un evento destacado que reúne a productores y amantes de la gastronomía, promoviendo la cultura de la trufa y el turismo en la región.
3.- La Puebla de Valverde
Uno de los aspectos más destacados de La Puebla de Valverde es su rica historia, que se remonta a la época medieval. El pueblo conserva un patrimonio arquitectónico interesante, con calles empedradas y casas de piedra que reflejan su pasado. La iglesia parroquial de San Juan Bautista, construida en el siglo XVIII, es un punto de referencia importante y un ejemplo de la arquitectura religiosa de la zona.
La Puebla de Valverde también es conocida por su entorno natural, que ofrece numerosas oportunidades para disfrutar de actividades al aire libre. La cercanía a la Sierra de Javalambre permite a los visitantes practicar senderismo, ciclismo y, en invierno, esquí en las estaciones cercanas. Los paisajes montañosos y los bosques de pinos son ideales para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
El pueblo celebra diversas festividades a lo largo del año, siendo las más destacadas las fiestas patronales en honor a San Juan Bautista, que se celebran en junio. Durante estas festividades, los habitantes y visitantes disfrutan de actividades culturales, música, danzas y, por supuesto, la deliciosa gastronomía local, que incluye platos típicos de la región como el ternasco y embutidos artesanales.
La Puebla de Valverde es un lugar que combina historia, cultura y naturaleza, ofreciendo a sus visitantes una experiencia auténtica en un entorno tranquilo y acogedor. Su rica herencia cultural y su belleza natural hacen de este municipio un destino ideal para aquellos que buscan escapar del bullicio de la vida urbana y sumergirse en la esencia de la vida rural aragonesa. Sin duda, es un rincón que merece ser descubierto y disfrutado.
4.- Sarrión
Este pueblo tiene también una rica historia que se remonta a la época medieval, y su patrimonio arquitectónico incluye varias construcciones de interés, como la iglesia parroquial de San Juan Bautista, un bello ejemplo de la arquitectura religiosa local. Las calles empedradas y las casas de piedra añaden un encanto especial al lugar, reflejando su herencia cultural.
La Feria Internacional de la Trufa, conocida como FITRUF, se celebra en el recinto ferial de Sarrión y tiene lugar a principios de diciembre desde que se realizó por primera vez en 2001. La elección de esta localidad como sede de la feria se debe a que, según los expertos, Sarrión cuenta con unas de las condiciones más favorables de Europa para el cultivo de este valioso hongo. Las excelentes características del entorno, junto con la experiencia de sus cultivadores, han consolidado a Sarrión como «la capital española de la trufa negra».
El entorno natural de Sarrión ofrece numerosas oportunidades para disfrutar de actividades al aire libre, como senderismo y ciclismo, especialmente en la cercana Sierra de Javalambre. Además, el pueblo celebra diversas festividades a lo largo del año, siendo las más destacadas las fiestas patronales en honor a San Juan, donde la comunidad se une para disfrutar de música, danzas y tradiciones locales.
En resumen, Sarrión es un lugar que combina historia, cultura y naturaleza, ideal para quienes buscan una experiencia auténtica en un entorno rural aragonés.
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